Muchos accesorios y prendas de vestir (como almohadones, pantalones, vestidos, cortinas, etc) se confeccionan con una tela tupida y afelpada de seda que se conoce como terciopelo. Se trata, de acuerdo a la teoría, de un material compuesto por un par de urdimbres. También existen el terciopelo de algodón y el terciopelo de lino, por sumar datos al respecto.
Este producto que supone todo un desafío a la hora de limpiarlo por la complejidad de dicha tarea está disponible en numerosas presentaciones, independientemente de cómo se origine. Hay terciopelos elastizados, versiones tanto estampadas como lisas, y terciopelos con un tratamiento antimanchas, por indicar algunas posibilidades.
Es interesante tener en cuenta además que, lejos de aludir al color que puede tener esta tela que en más de una ocasión eligió Prince para sus videoclips o shows, la expresión “Terciopelo azul” refiere a un largometraje de origen estadounidense que escribió y dirigió David Lynch.
En suelo chileno, por agregar más información sobre los alcances de este vocablo, se describe como terciopelo a una planta de carácter perenne cuyo fruto se presenta en cápsulas alargadas y sus hojuelas son dentadas. Esta especie perteneciente a la familia de las bignoniáceas suele cultivarse en jardines. Al centrar la atención en las aplicaciones d esta palabra, tampoco se puede dejar de mencionar a los ácaros de terciopelo, tal como se denomina a los trombídidos, una familia de ácaros que se inician como parásitos y terminan alimentándose con huevos de insectos. Estos organismos, dicen aquellos que han estudiado sus particularidades, se caracterizan por poseer una exuberante pubescencia de apariencia aterciopelada: de ahí su nombre.