Muchos son los significados que la Real Academia Española (RAE) reconoce para el concepto de tensión. Se trata, como se deduce de la práctica, de una palabra de amplio alcance con relevancia en el campo de la Física, la Mecánica, la Electrónica, la Música y la Medicina, por mencionar algunas áreas que emplean la idea con frecuencia.
De hacer foco en la presión que la sangre hace en las venas, por citar una posibilidad, se habla de tensión venosa; de aludir a la presión que la sangre genera sobre las arterias, entonces entrará en juego la expresión “tensión arterial”. Asimismo, de analizar las paredes de los vasos sanguíneos, podremos centrar la atención en la tensión vascular. También se puede experimentar tensión frente a una situación que provoca nervios o nos mantiene expectantes, como ocurre cuando disfrutamos una serie televisiva, película o libro lleno de suspenso y conflictos fuertes. Los expertos en Música, por su parte, hablan de tensiones frente a notas que componen la parte superior de un acorde.
Más allá de las alternativas citadas líneas arriba, resulta interesante tener en cuenta que existen tensiones altas y bajas (clasificadas en función de los voltios a considerar), tensiones disruptivas y tensiones superficiales, tensión de vapor, tensión eléctrica y tensión mecánica.
De investigar más a fondo, el listado anterior se podrá complementar con muchas otras nociones, como los casos de la tensión psicológica, la tensión angular, la tensión de rotura, la tensión circunferencial, la tensión efectiva, la tensión muscular, la tensión cortante, etc.