Seguramente, muchos de ustedes asocien la idea de principio al comienzo de algo pero no sepan que esta palabra posee un gran número de interpretaciones y aplicaciones.
Un principio, de acuerdo a la teoría, es una norma o regla que marca conductas o pensamientos, así como también identifica en el ámbito de la Imprenta a todo aquello que antecede a los textos de los libros.
Si nos centramos en el plano del Derecho, advertiremos que existen el principio de subsidiariedad (un criterio que busca minimizar la acción estatal en relación a aquello que la sociedad civil no logra conseguir por sí misma), el principio de legalidad (gracias al cual todos los poderes públicos y los ciudadanos conviven bajo leyes), el principio de culpabilidad (el cual sostiene que no existe responsabilidad penal desligada de la imprudencia o del dolo), el principio de derecho (norma que suple a lo legal y que está conformada por aforismos o doctrinas aceptadas a nivel general) y el principio acusatorio (caracterizado por imponer a aquel que lleva adelante una acusación la obligación de probar las imputaciones delictivas que buscan derribar la presunción de inocencia).
En el marco de la Filosofía, por otra parte, cobra relevancia el principio de contradicción (un enunciado metafísico de carácter lógico que busca demostrar la imposibilidad de que algo, al mismo tiempo, sea y no sea), mientras que los expertos en Química apelan a la expresión “principio activo” para hacer referencia al componente que le otorga a una cierta sustancia sus propiedades tóxicas o farmacológicas.
El principio de plena competencia, los principios humanitarios y el principio antrópico son otras categorías a tener en cuenta a la hora de analizar qué y cómo es un principio.