El concepto de seguridad (término que deriva del vocablo latino securĭtas) se utiliza en la vida cotidiana para describir la condición de estar seguro (“Los vecinos marcharon en reclamo de mayor seguridad”) y para dar idea de certidumbre o convicción (“Lo ratifico con seguridad: la alumna ayer faltó a clases”). Asimismo, es posible aprovechar la noción para hacer referencia a la fianza que, por lo general, se le otorga a un sujeto a modo de pensión.
Como se trata de una palabra de amplio alcance, existe una gran variedad en materia de seguridad, cada una con sus particularidades y propia de un ámbito en particular. A fin de ayudarlos a ampliar sus conocimientos para que puedan llegar a identificar, sin mayores inconvenientes, las características de cada tipo de seguridad, a continuación complementaremos estas líneas con información referente a diferentes clases de seguridad.
El cinturón de seguridad, por citar un caso en particular, es un elemento presente en las butacas de los vehículos que tiene propósitos de proteger a conductores y acompañantes en caso de accidente. La seguridad social, en cambio, es una cuestión atendida por el Estado de cada país que contempla y busca solucionar los requerimientos sanitarios y las necesidades financieras de los ciudadanos.
Por otra parte, es posible mencionar la idea de seguridad jurídica (tal como se conoce a una cualidad del ordenamiento de carácter jurídico que en ciertas naciones se reconoce como un principio de tipo constitucional) o hacer foco en la seguridad informática (área que se encarga de proteger los equipos, el hardware, el software y la información en general).
Otros conceptos que suman diversidad a la idea de seguridad: copias de seguridad, seguridad privada, políticas de seguridad, seguridad alimentaria.