En nuestra vida cotidiana podemos descubrir un gran número de objetos y elementos de tono naranja, ya que las paredes de nuestro hogar, una prenda de vestir, un juguete, la vajilla usada a diario o un adorno pueden exhibir esa variedad cromática. A la hora de alimentarnos, por ejemplo, encontramos esta gama en frutas como la mandarina, el fruto dulce del naranjo que lleva el mismo nombre que el color, la calabaza y la zanahoria.
Hay muchas tonalidades y variedades al respecto, por eso resulta interesante tener en cuenta que, por señalar una alternativa, se define como naranja espectral al color percibido por el ojo humano. El naranja heráldico, por otra parte, es una opción bautizada en Heráldica como aurora o anaranjado, mientras que la gradación empleada en la Política se identifica como naranja político. Si están en banderas, en tanto, se alude a un naranja vexilológico.
Las frutas identificadas con esta misma palabra, asimismo, se dividen según su procedencia y particularidades en naranja clementina (variedad carente de pepitas, de gran dulzura y piel rojiza), naranja china (cuya piel es más delgada, lisa y amarillenta que las demás), naranja agria (con corteza lisa y dura y un sabor amargo), naranja zajarí (o cajel, surgida del injerto sobre el borde del naranjo dulce), naranja de ombligo (muy jugosa y dulce), naranja andaluza o amarga (suele aprovecharse como saborizante, tener uso medicinal o tenerse en cuenta para elaborar fragancias) y en naranja tangerina (de tamaño pequeño y pulpa extremadamente dulce), por enumerar algunas clasificaciones a modo de referencia.