Hablar de contrato (término derivado del latín contractus) es hacer referencia a un pacto o convenio que puede desarrollarse de forma oral o escrita y que supone un compromiso de dos o más partes para cumplir la responsabilidad que ha asumido cada una.

Si se trata de un trato en el que una de las prestaciones gira en torno a un hecho fortuito o eventual, como sucede con los contratos de seguro, se lo define como contrato aleatorio, pero si se trata de un arreglo donde las partes poseen obligaciones recíprocas, entonces se lo presenta como un contrato bilateral.

Será calificado de blindado, en cambio, si supone indemnizaciones muy elevadas para uan de las partes y como conmutativo si se trata de un contrato bilateral donde las prestaciones recíprocas son específicas.

Como sabrán, existen numerosas clases de contratos, pero es necesario adquirir ciertos conocimientos para comprender el alcance y las características de todos ellos. Para evitar abrumarlos con una enorme cantidad de detalles teóricos, entonces, sólo nos limitaremos a nombrar otros tipos de contratos que ustedes pueden llegar a firmar o a establecer a lo largo de sus vidas.

Por supuesto, algunos de los contratos que mencionaremos a continuación son más conocidos que otros, pero todos resultan importantes en el ámbito en el que influyen: de ahí que no está demás, al menos, conocer su existencia.

– Contrato consensual
– Contrato de agencia
– Contrato de alquiler
– Contrato de arbitraje
– Contrato de arrendamiento
– Contrato de comodato
– Contrato de compraventa
– Contrato de obra
– Contrato de sociedad
– Contrato oneroso
– Contrato unilateral