El cabello se puede lucir de muchas formas a lo largo de la vida. Para que crezca sano y fuerte es necesario utilizar el cepillo adecuado e hidratarlo con cremas. ¿El peinado? Varía según la ocasión, las posibilidades y los deseos de cada persona.
Así como hay quienes apelan a la tintura y otros prefieren las técnicas de alisado, hay grupos que apuestan por las extensiones. Esta opción permite alargar el cabello de manera transitoria, pudiendo revertir el look sin mayores complicaciones y sin necesidad de invertir demasiado tiempo o dinero.
Cuando alguien busca extensiones para estirar su cabellera debe determinar primero si usará extensiones semi-permanentes o extensiones temporales con clips, fáciles de añadir y quitar de la cabeza sin necesidad de acudir a un peluquero.
Los largos, el color y la textura de las extensiones varían para poder adaptarse a toda clase de persona. Hay extensiones rizadas, otras de pelo lacio, muy cortas, muy anchas o de un largo considerable, extensiones de cabello rubio y moreno, además de extensiones de pelo natural (mucha gente acostumbra vender su cabello al cortarlo, ya sea para la elaboración de pelucas o de cortinas con extensiones) y extensiones de pelo artificial. La forma de sujetar los mechones también difiere entre una y otra cabellera: existen las extensiones tejidas que van cosidas a la cabeza y otras que se adhieren al cuero cabelludo empleando un pegamento especial (en ambos casos debe hacerse un buen trabajo para que no se noten o no se salgan las uniones de las extensiones).