Para entender qué y cómo es un molusco es fundamental tener conocimientos sobre Zoología, ya que en esta ciencia se aprovecha dicho concepto para describir a los metazoos que presentan simetría bilateral, tegumentos sin dureza y cuerpos no segmentados, además de que pueden estar recubiertos por una concha o estar desnudos.
Si uno investiga en profundidad el tema, descubrirá la existencia del modelo bautizado como molusco hipotético de Salvini-Plawen cuya apariencia es similar a las características de la actual babosa marina y la del modelo llamado molusco hipotético de Yonge, en el cual se admite el desarrollo de una concha.
Hay en el mundo un gran número de moluscos marinos (como el almejón o escupiña grabada, por ejemplo), pero también hay a escala global una interesante variedad de moluscos no marinos, como los casos de las babosas y los caracoles que habitan superficies terrestres. De hacer foco en la categoría de los moluscos extintos, entonces podremos reconocer al orden de moluscos bivalvos heterodontos denominados rudistas y al grupo de moluscos cefalópodos pertenecientes a la subclase de los coleoideos identificado como belemnoideos. Si centramos la atención en los moluscos comestibles, por agregar otra posibilidad que demuestran la diversidad existente en relación a los moluscos, ganarán relevancia los pulpos, las ostras, los calamares y las almejas.
Distinto a todos los anteriores es el llamado molusco contagioso, ya que en este caso la expresión representa el nombre común de una enfermedad de etiología vírica cuyos síntomas afectan la piel de distintas partes del cuerpo de personas de cualquier edad.