Para ponerse en marcha, desarrollarse, mantenerse y funcionar de manera adecuada, toda empresa necesita valerse de diversas clases de recursos (palabra derivada del vocablo en latín recursus que, entre muchas otras acepciones, se interpreta como el medio material o inmaterial que se utiliza para concretar una tarea o arribar a un determinado fin).

En primer lugar, para poner en marcha cualquier emprendimiento se requieren tantos recursos económicos (una cierta cantidad de dinero que le permita al dueño de la compañía invertir en una propiedad, en maquinaria, en contratación de personal, en la adquisición de insumos, etc.) y recursos humanos (empleados que se desempeñen en los distintos departamentos o áreas de la firma) como recursos materiales (es decir, los elementos que permitan llevar adelante la actividad empresarial, como sucede con las instalaciones, las herramientas, la materia prima, etc.).

Asimismo, para optimizar tiempos, mejorar la producción, innovar y aprovechar mejor los potenciales de todo lo reunido, toda empresa debe disponer de recursos técnicos (como marcas, fórmulas exclusivas o un sistema propio de producción) y de recursos energéticos que, según cada caso y la filosofía de cada empresa, pueden ser, o no, renovables.

Dicho de otra manera, en toda empresa existen los recursos físicos o tangibles (como el transporte, los equipamientos, las oficinas y otros inmuebles, los materiales que sirven para producir o los que se comercializan, etc.) y otros recursos que, al no poder ser tocados o percibidos por los sentidos, se definen como intangibles, tales los casos de los recursos competitivos (nucleados en el know-how) y los recursos legales (categoría que contempla a los eventuales patentamientos, a los derechos de marca y a los permisos gestionados, entre otros).

En diversos ámbitos y por múltiples razones pueden llevarse a cabo registros de contenidos específicos según sea lo que se busque registrar. Como cada registro tiene sus particularidades, después de haber hecho referencia a los registros lingüísticos, desde este espacio retomaremos la temática para describir otra clase de registros: los denominados contables.

Los registros contables, señalan los expertos en Economía y Finanzas, son herramientas que se confeccionan a partir de datos sobre ingresos y gastos de dinero, fichas con información financiera, libros de contabilidad, etc. y que resultan útiles a la hora de llevar un control sobre los movimientos financieros de, por ejemplo, una empresa.

Si uno profundiza sus conocimientos al respecto y busca información concreta sobre estos instrumentos, no tardará en descubrir que los registros contables se segmentan en diferentes subcategorías. Prueba de ello es la existencia de los registros de comprobantes, los registros de nómina, los registros de cheques y los registros de devoluciones y rebajas, entre otros.

Cabe resaltar además que los registros plasmados en el Libro Diario suelen definirse como asientos contables y pueden clasificarse, en función de sus características, como asientos de apertura (realizados para dar por iniciado el proceso de registro); asientos de ejercicio (se utilizan para reflejar todas las actividades financieras de la compañía); asientos de ajuste; asientos de cierre; asientos de reapertura; asientos simples (basados en los movimientos de un par de cuentas, una que se carga y otra referente a lo que se abona) o como asientos dobles (en los cuales figuran más de dos cuentas).

Quienes se especializan en Geografía reconocen como parte de sus áreas de estudio a una especialidad definida como Geografía Regional, una rama que hace foco en los paisajes y zonas de relieves y detalles geográficos específicos que conviven dentro de un país con otras clases de regiones, cada una con sus propias particularidades.

Si uno busca, en líneas generales, información y datos sobre las regiones geográficas que hay en el mundo podrá descubrir por ejemplo que, mientras en la República Argentina, hay una región pampeana, una región mesopotámica y una región patagónica, en Perú se diferencia entre región amazónica, región andina y región costera.

En Cuba, por otra parte, el análisis de factores económicos, productivos, climáticos y físicos, entre otras cuestiones, han derivado en la segmentación del territorio en tres regiones geográficas: la región occidental, la región central y la región oriental. Asimismo, en suelo venezolano existen cinco regiones naturales (la región de los llanos, la región caribeña, la región amazónica, la región centro-oriental y la región andina) pero, de manera oficial, se reconoce un total de nueve regiones geográficas: Los Andes, la Cordillera Central, la Cordillera Oriental, la Formación Lara-Falcón, la Región Natural Guayana, la Región Natural Insular, el Lago de Maracaibo, la Región de los Llanos y la Región Natural Sistema Oriquense.

Como se puede advertir a partir de las descripciones realizadas líneas arriba, cada país tiene una estructura única y existe una gran diversidad en materia de regiones geográficas. Interiorizarse en el tema y aprender qué tipo de detalles diferencian a unas de otras, por lo tanto, permite ampliar nuestros conocimientos sobre Geografía y nos brinda la posibilidad de saber qué relieves y condiciones predominan en cada zona del mundo.

La convivencia en sociedad, las interacciones con el entorno y la capacidad de sociabilizar llevan a todo ser humano a establecer, a medida que crece y se desarrolla, diferentes vínculos y relaciones de carácter social y personal.

Las relaciones humanas varían según la época, la cultura, el entorno y otras variables, pero engloban diversos tipos de lazos que pueden ser desde familiares hasta laborales. Dentro de este amplio conjunto, por ejemplo, aparecen las denominadas relaciones interpersonales, que implica el acercamiento a largo plazo de un mínimo de dos seres.

Estas relaciones, que pueden involucrar a familiares, amigos, parejas, compañeros de trabajo y vecinos, son valiosas para el crecimiento integral de los individuos ya que promueven los contactos sociales, refuerzan la habilidad de la persona para adaptarse y desenvolverse en distintos entornos, y los ayudan a formar y mejorar vínculos de toda clase.

Como una amistad, una unión de tipo familiar y un noviazgo o matrimonio son lazos contemplados dentro del grupo de las relaciones interpersonales, es posible determinar en líneas generales que esta clase de contactos estimulan sentimientos y emociones varias, tales como el amor, la empatía, la alegría o la tristeza.

En otras palabras, puede decirse que una relación interpersonal es aquella que alguien desarrolla con una o más personas como parte de su vida social. Así, entonces, se pueden establecer relaciones interpersonales en un barrio o pueblo; en el colegio; en el lugar de empleo (cualquiera sea la actividad que uno lleve a cabo); en un centro cultural o en un club, entre otros espacios.

Todo ser humano hace uso de un cierto idioma para comunicarse con los demás, pero existen múltiples variables que llevan a un individuo a adoptar una postura y una clase de vocabulario que varía en función de los conocimientos generales que éste posea, el contexto en que se encuentre, etc. Para ayudarlos a aprender más al respecto, hoy hemos querido hacer foco en el concepto de registro lingüístico.

Según dice la teoría, un registro lingüístico se arma y establece en base a factores sociolingüísticos, la cultura del hablante, el entorno que influya al sujeto, el medio elegido para transmitir una idea, información o mensaje y otras cuestiones capaces de condicionar el uso de una lengua.

De priorizar el proceso de construcción de la comunicación según sea el contexto, se podrán reconocer las categorías de registro lingüístico formal (dentro de la cual pueden aparecer a su vez subcategorías, como ocurre al hablar de registros técnicos o especializados) y de registro lingüístico informal (el más común y cotidiano, el que se adopta al comunicarse con familiares, amigos o conocidos).

Si se pone el foco en la complejidad del mensaje, en cambio, se logrará diferenciar entre el léxico de una situación estándar (donde abunda el registro informal) y el vocabulario de una situación profesional (con registros más formales y, a menudo, un léxico técnico).

Por último, existe la posibilidad de limitarse a analizar el medio elegido para transmitir pensamientos, opiniones o datos. En este marco, se pueden distinguir a los registros orales de los escritos.

Al hacer foco en un ecosistema es posible advertir la presencia de numerosos integrantes de especies distintas, entre los cuales existen interacciones. Estos vínculos establecidos, según el criterio de los especialistas que analizan estos lazos, pueden ser definidos como relaciones interespecíficas.

Esta clase de contactos puede involucrar a diversos organismos pero no siempre tiene el mismo efecto, importancia o resultado. Por esa razón, en esta oportunidad hemos querido abordar el concepto para ayudarlos a saber en qué consisten las relaciones interespecíficas y cómo se las puede clasificar en función de sus derivaciones.

De acuerdo a quienes observan hábitats y estudian lo que ocurre en ellos, es posible distinguir relaciones interespecíficas positivas y otras de carácter negativo. Dentro del primer grupo, dicen los expertos, aparecen los fenómenos o vínculos que ofrecen un beneficio para alguna o todas las partes involucradas, como ocurre con el mutualismo, el comensalismo, la simbiosis y la protocooperación.

Las relaciones interespecíficas negativas, en cambio, son aquellas que provocan un daño o tienen un efecto perjudicial en, al menos, una de las partes que entran en contacto. Así ocurre, por ejemplo, cuando existen casos de parasitismo (como se establece cuando los mosquitos se alimentan de sangre humana o las pulgas se alojan en el cuerpo de un animal), de depredación (porque en esas situaciones sólo se beneficia quien depreda y sale perjudicada la víctima) o de competencia (detectados en ambientes donde miembros de distintas especies luchan y compiten por un mismo recurso), por citar algunas opciones a modo de referencia.

Con frecuencia los médicos, antes de establecer un diagnóstico, necesitan ver radiografías de sus pacientes. En ese contexto entran en juego los rayos X, tal como se conoce a las ondas invisibles de carácter electromagnético generadas por las emisiones de los electrones interiores de un átomo que pueden atravesar cuerpos opacos y originar impresiones fotográficas útiles para los expertos en Medicina.

De acuerdo a la teoría, esta clase de rayo que puede detectarse con películas de fotografía o con dispositivos de ionización constituye una radiación de tipo ionizante debido a que, al tener interacciones con la materia, impulsa el surgimiento de partículas cargadas (es decir, iones). Su aparición está motivada por procedimientos que generan la desaceleración de electrones, a diferencia de los denominados rayos gamma que poseen un origen nuclear.

Estos rayos, desde la perspectiva de la mecánica tradicional, pueden nacer a partir de radiaciones de frenado o Bremsstrahlung, aunque también es posible identificar a las radiaciones sincrotrones como otras de las responsables de la aparición de rayos X. Otro detalle a tener en cuenta es que los rayos X pueden producirse en centros médicos y/o laboratorios en base a dos tipos de tubos: uno con gas y otro con filamento.

Cabe resaltar que, más allá de esta interpretación del concepto de rayos X, la expresión se emplea en el ajedrez, un juego donde se habla de rayos X cuando un jugador mueve una pieza que está encerrada por una de las piezas de su oponente y la aprovecha para sacar ventaja en jugadas siguientes.

En una comunidad, las personas forjan entre sí vínculos que, de alguna manera, están regulados o condicionados por lineamientos socialmente aceptados. Estas interacciones que son producto de un proceso de sociabilización surgen en el marco de una cultura y una época determinadas, razón por la cual no todas las relaciones sociales han sido idénticas entre sí a lo largo de la Historia y a nivel mundial.

Así como los lazos y acercamientos entre integrantes de un mismo clan responden al conjunto de las relaciones familiares, las interacciones entre compañeros de trabajo o de estudios se contextualizan como relaciones sociales. También son relaciones de carácter social las que pueden surgir entre vecinos y entre los socios de un mismo club.

Esta clase de relación humana, según se deduce de la práctica, no siempre vincula a iguales ya que hay entornos donde, a nivel social, pueden interactuar niños, jóvenes, adultos y ancianos, como puede ocurrir entre los participantes de un juego que deben vincularse en determinado momento por un objetivo en común o con los artistas que participan en una obra de teatro, programa televisivo o película.

Por cuestiones socioculturales, por otra parte, hay acercamientos que ya desde la antigüedad son conflictivos y hasta inexistentes. Al respecto, resulta interesante hacer alusión a las tradicionales segmentaciones de la población, las cuales llevan a condicionar y hasta a imposibilitar ciertos tipos de relaciones sociales. Incluso en la actualidad, es posible advertir en algunos ámbitos que están mal vistos los vínculos entre personas de clase alta y la gente de escasos recursos ya que se supone que los ricos contratan a gente humilde para realizar los servicios domésticos y no corresponde, de acuerdo a la visión discriminatoria de muchos, socializar con ellos.

La música cautiva a personas de todas las edades, religiones, nacionalidades y preferencias sexuales, pero no toda la gente se siente motivada o atraída por un mismo estilo o género musical. Por esa razón, resulta interesante conocer de todo un poco y elegir, entre todas las alternativas, aquellas opciones que más nos seducen, que mejor se adaptan a nuestras preferencias personales y que nos permiten identificarnos.

En esta oportunidad, a fin de ayudarlos a saber más sobre la oferta musical, haremos foco en el regggae y sus respectivos subgéneros.

En primer lugar, hay que decir que se trata de un género que nació en suelo jamaiquino a mediados de la década del ’60 inspirado en los estilos del ska y el rocksteady aunque con tiempos rítmicos más pausados que los de ellos. La música típica del territorio africano, los inicios del rhythm and blues y el jazz estadounidense fueron otras corrientes que dejaron huella en el reggae.

Con los años, el reggae inicial se extendió a partir de varios subgéneros, entre los cuales aparecen el skinhead reggae (o early reggae, un estilo donde el énfasis está puesto en el groove); el roots reggae (variante de perfil espiritual que fue cultivada en ocasiones por artistas como Peter Tosh y Bob Marley) y el dub (opción donde el foco está puesto tanto en la línea de bajo como en la batería, según quienes se especializan en esta corriente).

El reggaeton, el reggae fusion, el reggae nigeriano y el reggae punk son algunos de los estilos que derivan del reggae original pero que lograron una cierta independencia musical por las particularidades que los diferencian entre sí.

En el funcionamiento de una computadora adquiere especial relevancia la memoria RAM, un componente que es utilizado por gran parte de los programas informáticos (incluyendo a los sistemas operativos de cada ordenador).

Cuando surgieron estas piezas, a fines de la década del ’40 y comienzos de los años ’50, las RAM (sigla que surge de la expresión inglesa Random Access Memory) eran memorias de núcleo magnético. Más tarde, ya cuando la década del ’60 estaba a punto de concluir, las memorias RAM se desarrollaron en base a semiconductores de silicio. A partir de entonces, la tecnología fue variando y comenzaron a aparecer diferentes clases de memorias RAM.

Se crearon, por ejemplo, módulos con partes integradas de memoria DRAM (Dynamic RAM) dentro de una tarjeta de circuito impreso, como lo son los módulos SIMM (Single In line Memory Module, propios de los equipos de mayor antigüedad), los módulos DIMM (Dual In Line Memory Module, presentes en ordenadores de escritorio, dotados con un bus de datos de 64 bits) y los módulos SO-DIMM (empleados en equipos portátiles). También hay memorias para los adaptadores de video (conocidas con la sigla VRAM) y una memoria más veloz que la DRAM (identificada con la sigla SRAM, que hace referencia a la expresión Static Random Access Memory), entre otras que diversifican a esta clase de productos.

Asimismo, en los servidores es frecuente el uso de las memorias RAM registradas, tal como se define a un módulo compuesto por circuitos integrados focalizados en la repetición de señales de control.