El conjunto de conocimientos que le permite a un ser humano desarrollar un juicio crítico se denomina cultura, una noción que también abarca el modo de vida, las costumbres y el legado artístico, científico e industrial de una época y/o grupo social.
Según el área a la cual se enfoque, su relevancia, su progreso y su extensión, la cultura se ramifica bajo distintas categorías. Así, entonces, es posible hablar de cultura física cuando se trata de esfuerzos vinculados al desarrollo pleno de las facultades corporales y de cultura popular para hacer mención a las manifestaciones que reflejan las tradiciones de un pueblo, así como también se pueden usar otros criterios para presentarla como tópica, histórica, mental, estructural o simbólica.
Cabe resaltar asimismo que la cultura puede ser definida como universal, particular o total en relación a su extensión; como primitiva, civilizada, pre-alfabeta, analfabeta y alfabeta de acuerdo a su nivel de avance; como racional, ideal o sensista en función de su carácter dominante y como prefigurativa, configurativa o posfigurativa según el rumbo que siga a lo largo de la historia.
A continuación, otras formas de clasificar a la cultura y proporcionar información tanto sobre ella como de quienes la adquieren, conservan e impulsan a través del tiempo:
– Cultura General
– Cultura Anarquista
– Cultura Digital
– Cultura Organizacional
– Cultura de masas
– Cultura del ocio
– Cultura Musical
– Cultura Inmaterial
– Cultura Juvenil
– Cultura Azteca
– Cultura Zen
– Cultura Celta
– Cultura Empresarial
– Cultura Occidental
– Cultura Oriental