A diario, por trámites o tratos con dinero de por medio, realizamos actividades donde entran en juego diferentes clases de documentos. Entre ellos aparecen los mercantiles, reservados para operaciones vinculadas a las compras y a las ventas.
Hay muchas clases de documentos mercantiles, los cuales se emiten, por lo general, al concretar la operación en cuestión como forma de certificarla y darle un respaldo legal a cada transacción. En Tipos.com.mx, como recordarán muchos de ustedes, ya habíamos hecho una introducción al tema al detallar diferentes clases de documentos comerciales.
La variedad es amplia y diversa. Existen dentro de este grupo facturas comerciales con datos que reflejan el acto de una compraventa (las expide el proveedor del servicio o quien vende un determinado producto), mientras que el albarán (conocido además como nota de entrega, remito o guía de despacho según el país donde se lo utilice) permite acreditar el momento en el que un pedido es entregado o un servicio, dado. También es un documento mercantil el valor, que puede entenderse como acciones o bonos.
Es interesante tener en cuenta además que se suele hablar de documentos mercantiles comunes o corrientes (también conocidos como no negociables, donde aparecen las ya citadas facturas, las cotizaciones, los recibos, los vales, las notas de crédito y débito comercial, etc) y los documentos mercantiles de crédito o negociables (como el cheque, el pagaré y la letra de cambio, por mencionar, a modo de referencia, algunos de los documentos que pueden ser negociados por medio de descuentos o endosos).