Los herbicidas son productos químicos con capacidad para destruir a las plantas herbáceas y evitando el desarrollo de hierbas malas e indeseadas. Hay numerosos criterios para clasificar a estos materiales, algunos de los cuales vamos a describir a continuación para proporcionarles datos concretos vinculados a las distintas clases de herbicidas que se pueden encontrar y usar.
En función de la persistencia que posean, por ejemplo, se los presenta como herbicidas residuales (son aplicados directamente sobre la tierra, por su resistencia y poder alcanza con aplicarlos dos veces por año) o como herbicidas no residuales (actúan de manera específica en el lugar y momento en el que se aplican ya que se degradan a corto plazo).
De tener en cuenta el momento que se aprovecha para su distribución, en tanto, se diferencia entre herbicidas de pre-emergencia (se usan antes de que germine el cultivo) y herbicidas de post-emergencia (tras la germinación de los cultivos).
Asimismo, la acción que ejerzan sobre la vegetación lleva a catalogarlos como herbicidas selectivos (sirven para eliminar alguna clase de hierba indeseada de acuerdo a cada cultivo) y herbicidas no selectivos (son más genéricos porque permiten eliminar una amplia variedad de plantas pero exigen tomar recaudos para no dañar a los cultivos).
Por último, es interesante tener presente que la movilidad que posean en el interior de la planta da origen a los conjuntos de los herbicidas sistémicos (aplicados sobre las plantas pero pueden llegar a afectar áreas donde no fue aplicado el producto) y el de los herbicidas de contacto (solo influyen en la zona de la planta donde se aplica el producto).