El término que define al estado de total bienestar de un ser orgánico es salud, un vocablo que también refiere a las condiciones físicas en las cuales se encuentra un organismo en determinado momento.
Este concepto que deriva del latín salus se puede desdoblar en múltiples categorías para un análisis más directo y profundo de cada rama de la salud. De este modo, surge por ejemplo la noción de salud escolar, una idea vinculada al estado físico, mental y social así como también a la calidad de vida de los estudiantes y de todas aquellas personas que están relacionadas al ámbito educativo.
La salud mental, en cambio, está enfocada al estudio de la interacción de un individuo con su entorno socio-cultural y, aunque no puede ser definida con precisión de acuerdo a lo complejo de la mente, se puede presentar como un campo que analiza el bienestar subjetivo, la autonomía, la competitividad y el potencial emocional de alguien.
Al establecer los alcances del vocablo, asimismo, puede encontrarse la noción de salud pública, una disciplina que tiene como fin proteger la salud de la población de un determinado país a través de estrategias como las campañas de prevención de enfermedades y las medidas para erradicar males que pongan en riesgo la vida de los habitantes. Por su parte, la salud sexual es un concepto entendido por la Organización Mundial de la Salud como “un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad”. Para garantizarla, pues, los derechos sexuales de todos los seres humanos deben ser conocidos, preservados, respetados y ejercidos sin ningún tipo de condicionamientos en toda clase de comunidad.