Hay quienes no encuentran diferencias entre cupcakes, magdalenas y muffins pero sí hay gente que no se cansa de aclarar que se trata de tres postres diferentes, con particularidades de elaboración y presentación que los vuelven únicos. En cualquier caso, todas son delicias dulces ideales para acompañar un té o un café.
Y si la idea es conocer mejor a los cupcakes y descubrir sus variedades, entonces únicamente nos ocuparemos de mencionar alternativas en relación a estos pequeños bizcochuelos decorados que se ofrecen en múltiples celebraciones y reuniones.
Los cupcakes pueden lograrse a partir de innumerables combinaciones de texturas, coberturas, sabores y colores. Los más tradicionales son los de vainilla y los de chocolate, pero también se elaboran cupcakes de limón, con sabor a café y cupcakes de naranja, entre otros.
Hay, asimismo, cupcakes clásicos sin relleno y otros que sorprenden con texturas en su interior, como sucede con los rellenos con dulce de leche, frutas, crema, chocolate fundido, nutella o mermelada.
De querer personalizarlos, habrá que tener en cuenta las preferencias de quienes los van a disfrutar. Para un bautismo, comunión o boda, por ejemplo, se les puede agregar una cobertura con un diseño alusivo al acontecimiento y/o las iniciales de los agasajados. Para un cumpleaños, en tanto, el personaje preferido del protagonista o su edad son detalles que le aportan originalidad al bocado. Si se les incluye una terminación con flores o corazones comestibles, asimismo, los cupcakes resultarán perfectos para sorprender a la persona amada no sólo en el Día de San Valentín.