Dentro del vocabulario médico hay un sinfín de términos que, para el paciente común, resultan difíciles de comprender. Hoy, a fin de ayudarlos a ampliar sus conocimientos generales, vamos a explicar en Tipos.com.mx en qué consiste la fisioterapia y cuáles son las alternativas al respecto en función de las especialidades existentes.

La teoría indica que esta noción alude a los métodos para sanar o aliviar una dolencia de manera natural (gracias a la aplicación de frío o calor en la zona afectada, por ejemplo) o con ayuda mecánica (gimnasia, masajes, etc).

En el campo de la Ortopedia, por ejemplo, se tiene en cuenta a la fisioterapia manual para tratar a cada paciente con ejercicios terapéuticos y técnicas manuales sobre músculos o articulaciones de acuerdo a cuál sea su condición disfuncional en materia neuro-músculo-esquelética.

En Traumatología, por otra parte, existe la especialidad conocida como fisiología traumatológica. En este contexto se trabaja para recuperar la movilidad del paciente, aliviarle el dolor y reducir la inflamación de la zona afectada valiéndose de hidroterapia, electroterapia y masoterapia, entre otras herramientas disponibles.

Para aliviar lesiones y problemas derivados de la práctica deportiva y lograr la mejora del paciente sin necesidad de administrar sustancias tóxicas o recomendar tratamientos invasivos que puedan llegar a tener efectos secundarios, en tanto, trabaja el especialista en fisioterapia del deporte.

De querer prevenir y tratar problemas que afecten la respiración del paciente, el profesional de la salud deberá especializarse en fisioterapia respiratoria para poder implementar técnicas enfocadas a las desobstrucciones bronquiales y a la reeducación que permita conseguir una respiración normal.

Claro que, más allá de estas especialidades, hay muchas otras de gran valor y utilidad, como la fisioterapia pediátrica, la fisioterapia neurológica infantil, la fisioterapia odontológica, la fisioterapia veterinaria, la fisioterapia geriátrica, la fisioterapia uroginecológica y la fisioterapia cardiovascular, por agregar más referencias.

Feminismo es el término utilizado para hacer alusión tanto al movimiento social como a la doctrina que se caracterizan por las luchas a favor de las mujeres a fin de conseguir derechos idénticos a los de los hombres. En este marco, también se busca combatir la violencia y dominación machista.

En la práctica se reconocen varias clases de feminismo, algunas de las cuales vamos a describir a continuación para ofrecer datos útiles al respecto.

Es posible reconocer, por ejemplo, al anarcofeminismo, un movimiento que combina teorías anarquistas y feministas para trabajar sobre la autonomía de las mujeres y así generar que cada una de ellas pueda emanciparse y realizarse como persona, sin dejarse someter por el patriarcado ni por ninguna forma de autoritarismo. La cuestión del patriarcado como responsable de las realidades sociales donde el rol dominante lo tiene el varón también es abordada por el feminismo radical. De este movimiento se desprende, por indicar un caso concreto, la corriente del feminismo cultural.

El feminismo ateo, en tanto, se ocupa de la igualdad para la mujer en un marco donde la religión no exista ya que quienes impulsan el movimiento conciben a la fe como un camino de sumisión donde se oprime a las mujeres y, por lo tanto, hay desigualdades de género.

Otras modalidades que diversifican al feminismo con rasgos particulares haciendo foco en múltiples condiciones, elecciones o estados de las personas: feminismo lésbico, feminismo sexualmente liberal, feminismo periférico, feminismo negro, feminismo marxista, feminismo pro-vida, feminismo filosófico, feminismo cyberpunk, feminismo libertario, feminismo de la igualdad.

Después de haber abordado en Tipos.com.mx de manera separada los conceptos de figura y de retórica, resulta interesante combinar ambas nociones para centrar la atención en las clasificaciones y características de las figuras retóricas.

Con esta expresión se identifica a la manera no convencional de aprovechar las palabras, ya sea en su forma o en su significado, para generar una estructura particular del discurso en materia semántica, gramatical, coloquial, fónica, etc.

A grandes rasgos, es posible diferenciar las figuras retóricas de dicción y las figuras retóricas de pensamiento.

Los expertos en cuestiones de lenguaje señalan que dentro del conjunto de las figuras de dicción aparecen como alternativas a tener en cuenta las figuras de transformación o metaplasmos (como la sinalefa, el apócope, la síncopa, etc), las figuras de posición que ofrecen la posibilidad de alterar el orden tradicional de una oración (anástrofe, hipérbaton), las figuras de omisión (elipsis, paralipsis, silepsis) y las figuras de repetición (diáfora, quiasmo, gradación).

Las figuras retóricas de pensamiento, en tanto, abarcan más subgrupos, ofreciendo así más recursos y técnicas para expresarnos. Aquí aparecen las figuras de definición como la etopeya y la cronografía, las figuras de amplificación como la digresión y la paráfrasis, las figuras de acumulación entre las que se pueden citar a la enumeración y a la epífrasis, las figuras lógicas como lo son el oxímoron y la antítesis, las figuras de ficción (prosopopeya, personificación), las figuras dialécticas (también conocidas como de argumentación), las figuras de diálogo (exclamación, invocación) y las figuras oblicuas (como lo son la atenuación y la perífrasis).

El concepto de finta se utiliza desde hace muchos años. En otros tiempos, daba nombre al tributo que, en caso de una necesidad importante, se le daba al príncipe a partir de los frutos de la hacienda de cada uno de los súbditos. Hoy en día, es habitual que esta noción se emplee como sinónimo de amague a nivel deportivo e identifique en este marco a una estrategia para confundir o engañar al rival en una jugada.

Quienes realizan esgrima, por su parte, reconocen como finta al movimiento que simula un golpe para concretar otro con efectividad.

En baloncesto, por agregar otra alternativa, están permitidas las fintas cortas y rápidas con las piernas o pies, las que aprovechan los brazos y manos para sorprender al jugador contrario y hasta las fintas que involucran el rostro a partir de miradas y gestos faciales. Es posible distinguir en este contexto a las fintas de salida en las cuales los pies se mantienen inmóviles y se giran y/o flexionan las rodillas y la cadera, a las fintas de salida haciendo dribling, a las fintas de salida en dribling y reverso, a las fintas de pase y a las fintas de tiro, las cuales evolucionarán de acuerdo a la reacción de cada rival.

A diferencia de las modalidades descriptas líneas arriba, Finta Aba no es una categoría vinculada a los amagos sino el nombre de un noble húngaro que hasta abril de 1281, y después de haber sido voivoda de Transilvania, desempeñó el cargo de Nádor de Hungría.

El hecho de financiar algo, es decir, de facilitar el capital necesario para impulsar un plan comercial, de investigación, informativo, etc, da como resultado un financiamiento.

Esta operación, que permite darle solvencia o dinero a una persona, entidad o empresa a fin de posibilitar el desarrollo de una actividad o proyecto por medio de créditos o préstamos de plazos variables. Un partido político, por señalar un caso puntual a modo de referencia, necesita financiamiento para respaldar su estructura y solventar los gastos de campaña electoral más allá de utilizar sus fondos partidarios.

Si el plazo de devolución del dinero supera los doce meses, se hace alusión al financiamiento a largo plazo, pero si el plazo es menor a ese lapso entonces se lo define como un financiamiento a corto plazo.

Hay que tener en cuenta además que estos procesos pueden impulsarse con medios propios o ajenos. Conocer la procedencia del beneficio financiero otorgado permite diferenciar entre financiamiento externo (como la financiación bancaria, por ejemplo) y financiamiento interno (amortizaciones, reservas, etc). Al respecto se puede agregar además que el financiamiento propio carece de vencimiento mientras que el financiamiento a través de créditos o medios externos similares sí tiene fecha y condiciones de devolución.

Otra modalidad que no se puede pasar por alto es el financiamiento colectivo, cada vez más aprovechado gracias al uso de Internet. En este caso, alguien comparte un proyecto en la Web y busca gente que, entusiasmada y confiada en el plan, aporte fondos para hacerlo realidad. Así, numerosos inversores contribuyen a financiar la idea.

En Tipos.com.mx ya hemos publicado un artículo general sobre clases de errores, entre los que mencionamos como opción a considerar los errores de medición. Hoy, como el título de esta nota lo adelanta, la idea es profundizar en esta categoría para ofrecerles mayores precisiones al respecto.

Antes de centrar la atención en las clasificaciones, conviene recordar que todos los instrumentos empleados para desarrollar una medición pueden dar lugar a imprecisiones respecto al valor real y a las mediciones tomadas. Estas inexactitudes pueden deberse a múltiples causas, algunas de las cuales pueden ser minimizadas al calibrar bien el equipo pero otros factores no y por esta razón hay que contemplar siempre la posibilidad de un error de medición.

En primer lugar hay que tener presente a dos grandes grupos: el de los errores sistemáticos y el de los errores aleatorios. Los primeros se mantienen constantes en el valor absoluto y se explican a partir de leyes o principios conocidos. Los aleatorios, en tanto, son más complejos y exigen la elaboración de un muestreo de medidas.

Al considerar los instrumentos utilizados como generadores del resultado inexacto, entonces aparecen las alternativas del error de medición por mala alineación, por errores de diseño o fabricación, por fallos en la precisión y la forma de los contactos o errores por el desgaste del material.

La responsabilidad de quien opera el instrumento también influye, ya que pueden existir errores de lectura, errores vinculados al cansancio o a la fatiga que no admiten un abordaje matemático y errores asociados a la mala ubicación o alineación del equipo.

Tampoco hay que dejar de tener en cuenta la existencia de los errores de medición por cuestiones ambientales y de los errores por particularidades del objeto o pieza a medir, como sus formas, su estabilización o su grado de deformación.

La persona que desea realizar ejercicio físico para mantener su cuerpo tonificado y en movimiento tiene a disposición una amplia variedad de rutinas para trabajar cada zona de su organismo, ya sea en general o de modo localizado. Entre las alternativas más tenidas en cuenta aparecen los ejercicios abdominales.

La zona abdominal marcada en hombres y mujeres aparece cuando, además de una nutrición adecuada, hay un trabajo físico cotidiano y constancia para entrenar. Aunque siempre es fundamental asesorarse con especialistas, en líneas generales se pueden señalar varias formas de fortalecer el abdomen.

Los ejercicios clásicos para la zona abdominal se realizan estando acostados sobre una superficie plana con las piernas flexionadas y ambos brazos cruzados en la zona del pecho tratando de elevar el tronco sin forzar la espalda ni el cuello. Pero no solo existen estas rutinas básicas: hay ejercicios abdominales que se realizan con un balón o pelota grande de estabilidad y otros desarrollados para trabajar y fortalecer los abdominales inferiores.

Asimismo, hay quienes prefieren los ejercicios abdominales que se realizan con ayuda de una banda o cuerda que contribuyan a generar resistencia cada vez que se contraen los músculos, los ejercicios abdominales con discos de peso o mancuernas y los ejercicios abdominales que incluyen torsión para poder ejercitar los abdominales oblicuos.

Como se advierte al repasar las opciones enumeradas líneas arriba, los ejercicios abdominales se pueden llevar a cabo con asistencia de una máquina o elemento o bien combinando movimientos corporales para trabajar los músculos de la región abdominal sin ayuda externa.

Cuando uno investiga las definiciones y aplicaciones concretas del concepto de filiación descubre, en primer lugar, que este término hace alusión al acto de filiar. El diccionario de la Real Academia Española (RAE) indica también que esta palabra marca la procedencia de un hijo en relación a sus padres, los rasgos personales de un individuo y la dependencia que desarrolla alguien respecto a otros seres, una cosa, una doctrina o una institución.

Quienes saben de leyes señalan a la filiación como un derecho jurídico que vincula a un descendiente con su progenitor, pudiendo ser este lazo un acto jurídico de carácter bilateral donde los involucrados son una madre o padre y su hijo o un estado civil en el cual se tipifica la condición de un ser humano en relación con la comunidad.

Al analizar la filiación pueden encontrarse casos de unidad (atribuye igualdades o equidades en materia de obligaciones y derechos hacia el hijo) y de pluralidad (marco en el cual se diferencia entre filiación matrimonial si el heredero es legítimo, filiación extramatrimonial, filiación por adopción, etc). Es impotante tener en cuenta que existen múltiples maneras de acreditar y establecer una filiación, entre ellas el momento del parto en el caso de las mujeres, la regla de ‘pater is est’, una sentencia firme que determine la paternidad o maternidad de una persona respecto a otro ser y el acto de reconocimiento voluntario o unilateral de ser progenitor de otro individuo.

Las consideraciones de carácter social en base al lazo familiar de progenitor y descendiente, en tanto, se contemplan desde la filiación sociológica, mientras que los linajes y todas las organizaciones sociales centradas en las líneas de parentesco se explicar a partir del abordaje antropológico de la filiación.

Todo lo que es útil para fijar, asentar o asegurar algo se describe como fijador. Este concepto, en la práctica, se emplea en numerosos ámbitos para hacer alusión a múltiples productos.

Existen los fijadores de cabello que se comercializan en spray o con consistencia de gel que permiten mantener firme el pelo en una cierta posición, los fijadores líquidos que sirven para mantener firmes los dibujos elaborados con lápiz o carbón y los fijadores empleados en el ámbito de la Fotografía a la hora de revelar imágenes para quitar las sales de plata sensibles a la fuente lumínica.

Si centramos la atención en las aplicaciones de los diodos semiconductores, además, apreciaremos las particularidades de los fijadores de nivel. Hay cuatro variedades al respecto: fijadores positivos (donde la señal alcanza un nivel de referencia mayor a cero), fijadores negativos (el nivel de referencia, en este caso, no supera el cero), fijadores positivos polarizados (que pueden ser, a su vez, positivos o negativos de acuerdo a la fuente de polarización) y fijadores negativos polarizados (con desplazamientos de valores hacia la escala negativa).

De hacer un repaso general de las alternativas que existen en relación a los diversos usos del producto, diferenciaremos a los fijadores textiles (para telas), a los fijadores de maquillaje (para que los cosméticos duren más tiempo sobre la piel), a los fijadores antisalitre para paredes tanto internas como externas, a los fijadores de perfume para que las fragancias perduren y a los fijadores de uso externo con fines terapéuticos para el tratamiento de fracturas, por señalar otras clasificaciones que demuestran el amplio alcance de esta noción.

Las fichas o documentos que se archivan y se consultan cada cierto tiempo por numerosas razones se conservan en ficheros. Antes del uso masivo de la tecnología, se definía con este término a una serie de cajones o armarios en los cuales se almacenaban las fichas pero, con el paso del tiempo, este concepto fue abordado desde la Informática, ámbito en el cual se lo aprovecha para hacer alusión al grupo de bits que se almacenan en un dispositivo o soporte común.

En la actualidad, por lo tanto, es posible distinguir numerosas clases de ficheros. A grandes rasgos, se puede diferenciar entre ficheros físicos y ficheros virtuales. Entre los primeros se pueden encontrar ficheros antiguos con diferente cantidad de cajones y fabricados en materiales como madera, metal o plástico. Allí se conserva información, por ejemplo, de pacientes que se atienden con un médico determinado, de personas que realizan trámites personales para tener un historial de modificaciones y datos actualizados, etc.

Focalizados en la cuestión informática, en cambio, aparecen como opciones a tener en cuenta los ficheros de texto (permiten salvar datos que son procesados por uno o más programas para evitar ingresarlos de manera frecuente), los ficheros de dispositivos (archivos especiales que se utilizan en la mayoría de los sistemas operativos), los ficheros de inclusión (archivo de código fuente que es incluido de modo automático al procesar otro archivo fuente), los ficheros binarios (como lo es cada archivo ejecutable que contiene un programa, por ejemplo) y los ficheros de intercambio (logrado a partir de un fichero en blanco nucleado dentro de un sistema de ficheros), por detallar algunas alternativas a modo de referencia.