Al tejer es posible emplear diversas técnicas, cada una con desarrollos específicos, materiales determinados y resultados distintos. Hoy, a fin de ayudarlos a conocer más al respecto, abordaremos la opción del crochet y mencionaremos algunos de los puntos más populares de esta forma de tejer.
El crochet (conocido también con el nombre de ganchillo) permite hacer desde prendas de vestir y accesorios hasta productos decorativos para lucir en cualquier rincón de la casa. Una aguja de extensión corta especialmente fabricada para esta labor junto a hilos o lanas de la tonalidad que uno desee son suficientes para comenzar a dominar el arte del tejido a crochet.
De no tener nada de experiencia en esta práctica, es aconsejable empezar por aprender el punto cadena, la base de otros movimientos más sofisticados. A partir de allí se puede complejizar de a poco la tarea con los puntos rasos (también llamado punto enano o punto corrido, permite unir diferentes partes), el punto bajo (ideal para llevar a cabo la técnica conocida como amigurumi con la cual se suelen reproducir en miniatura las figuras de múltiples animales) y el punto medio alto (el cual concluye con tres bucles cerrados al mismo tiempo).
El punto alto (también definido como punto vareta), el punto alto doble (o punto vareta doble) y el punto alto triple (ideal para desarrollar puntos calados) son otras clases de puntos, un poco más complejos que los citados en el párrafo anterior, que permiten obtener todo tipo de diseño tejido al crochet.