Tipos de puntos


El término ‘punto’ (palabra originada en el latín punctum) tiene diversas acepciones, de acuerdo a las definiciones avaladas por la Real Academia Española (RAE). En primer lugar, refiere al signo de pequeño tamaño y aspecto circular que se aprecia en una determinada superficie.

Asimismo, da nombre a cada porción en que se puede dividir al pico de las plumas que se utilizan en la escritura; identifica a una parte de las armas de fuego; hace alusión a cada puntada que se hace con hilo al coser una tela y se emplea como sinónimo de lugar, territorio, área o sitio (“Fijemos un punto de encuentro que nos quede cómodo a todos y salgamos desde ahí”). A nivel ortográfico, además, se entiende por punto al signo que marca el final de una oración o el cierre de una palabra abreviada.

De investigar más en profundidad, se pueden hallar variantes específicas de diversos ámbitos como los puntos cardinales (Norte, Sur, Este y Oeste); los puntos céntricos (aquellos que marcan el espacio central de una esfera o superficie circular); los puntos críticos (tal como se denomina al instante justo en el cual sucede algo o es necesario actuar); los puntos de apoyo (aquellos que contribuyen a la estabilidad de un cuerpo y permiten que una potencia logre vencer a la resistencia); los puntos débiles (expresión que alude al costado más vulnerable de una persona) y el punto caramelo (como se acostumbra decir en gastronomía para indicar el momento en el cual el almíbar consigue, al enfriarse, la consistencia de un caramelo).

Otras expresiones originadas en la idea de punto: punto de vista, punto de partida, punto de observación, punto fuerte, punto negro, punto neurálgico, etc.