En el baloncesto, un deporte también conocido como básquetbol o basketball, existen diferentes tipos de faltas. Cada jugador puede cometer un máximo de cinco faltas personales: al superar dicho límite, es descalificado y ya no puede seguir jugando en el partido. En la NBA, el límite de faltas personales asciende a seis.

A nivel general, podemos distinguir entre dos grandes tipos de faltas en el baloncesto: las faltas defensivas y las faltas ofensivas. Las faltas defensivas son cometidas por jugadores cuyo equipo no tiene el control del balón. Las faltas ofensivas, en cambio, son aquellas que realizan jugadores del equipo que está en una situación de ataque.

La falta antideportiva, por otra parte, es una infracción que comete un jugador cuando no tiene intención de disputar el balón o cuando utiliza una fuerza excesiva. Al ser considerada una falta más grave que las faltas personales comunes, su sanción implica una pena más severa.

Otro tipo de falta en el baloncesto es la llamada falta técnica. En este caso, se trata de una trasgresión al espíritu o la filosofía del deporte. Las protestas exageradas ante un fallo de los jueces; el trato irrespetuoso hacia las autoridades, otros jugadores o el público; demorar el reinicio del juego; o simular un golpe son algunos de los motivos que pueden provocar la sanción de una falta técnica.

El castigo por estas infracciones depende del tipo de falta y del momento del juego. Una falta ofensiva se sanciona con la pérdida de la posesión del balón, por citar un caso, mientras que una falta defensiva cometida contra un jugador que intentaba realizar una bandeja tiene como penalidad el lanzamiento de dos tiros libres, que ejecutará quien recibió la falta.

Nuestro cuerpo es un gran vehículo de manifestaciones. La expresión corporal permite desarrollar un lenguaje a base de movimientos y gestos sin necesidad de apelar a la palabra.

A nivel didáctico, la expresión corporal constituye una disciplina que apela a movilizar diferentes partes del organismo para comunicar algo de modo estético. Así, entonces, los brazos, las piernas y la cabeza se transforman en instrumentos necesarios para transmitir un mensaje, exteriorizando ideas y reflejando sentimientos.

Según la edad en la cual se aproveche la expresión corporal se puede hacer alusión a la expresión corporal infantil, juvenil y adulta. La actividad elegida para cultivarla, asimismo, brinda la posibilidad de reconocer categorías como la expresión corporal propia de la danza y la especializada en el ámbito teatral, por señalar dos de las más comunes.

En individuos que padecen alguna discapacidad también es importante cultivar la expresión corporal por intermedio del arte para que todos encuentren su forma de comunicarse y expresarse sin limitaciones. La música, el baile, el dibujo y los movimientos creativos no verbales en todas sus formas enriquecen y diversifican a la expresión corporal.

Es interesante tener presente además que la expresión corporal puede llevarse a cabo de manera individual y apelando solamente al cuerpo o en grupo. De utilizar objetos para potenciar el mensaje, cualquier elemento puede servir: un globo, una tela, aros, cajas, abanicos, sombreros… Lo importante es darle libertad al cuerpo y a la mente para que construya su propio lenguaje sin restricciones y logre exteriorizar sensaciones, pensamientos y emociones.

El concepto de ética, de acuerdo a la información proporcionada por el diccionario de la Real Academia Española (RAE), admite numerosas interpretaciones. Para orientarlos sobre el tema y ayudarlos a identificar sus clasificaciones, de todos modos, en esta oportunidad abordaremos la noción desde la disciplina filosófica que hace foco en las obligaciones del ser humano y la moral.

Podremos en este marco determinar entonces la existencia de un tipo de ética que busca analizar el lenguaje moral y que se conoce con la denominación de metaética, además de distinguir el área de trabajo de la ética normativa, ámbito en el cual se establece el bien moral. La ética de la virtud, la ética deontológica y la ética teleológica son parte de los espacios que permiten abordar desde diferentes perspectivas y visiones el sentido y el alcance del bien moral.

La ética aplicada, en tanto, es la rama que estudia cuestiones polémicas y concretas de índole moral, como los casos de la eutanasia y la legalización del aborto, por señalar algunas referencias que ayudan a comprender mejor el alcance y aprovechamiento de esta categoría. Para el tratamiento de asuntos vinculados a la Medicina y a la Biología, asimismo, aparece la bioética, mientras que la ética ambiental se limita a explorar los vínculos éticos entre el hombre y el entorno natural.

La filosofía moral también puede concebirse mediante la ética secular o laica. Acá aparece, por ejemplo, la ética humanista que apunta a hallar principios viables de conductas políticas, sociales e individuales determinándolos por su poder para generar bienestar humano.

Una persona que extrae algo de algún lado así como los aparatos que desarrollan tareas de extracción se definen como extractores. En la práctica hay una amplia variedad de equipos que cumplen este rol, por eso resulta interesante repasar sus características y aplicaciones.

Cuando se necesita sacar de un eje un engranaje o polea, por ejemplo, es posible utilizar la herramienta conocida como extractor mecánico, así como se recomienda el uso de un extractor eólico si se desea renovar y ventilar el interior de un ambiente aprovechando la energía del viento.

En muchos hogares, en tanto, se instala en el sector de la cocina el extractor con filtros para absorber grasa, olores y humo al mismo tiempo que ventila y evacúa el aire para evitar que se concentren los aromas de la comida o queden capas de grasa sobre paredes o utensilios. Este dispositivo se conoce con el nombre genérico de campana extractora, la cual se comercializa en una amplia gama de colores, tamaños, diseños y formatos. También es usual que se instale un extractor de aire en el baño para acelerar el proceso de eliminar la humedad y mantener bien ventilado el ambiente. Cuando se necesita trabajar un gran volumen debido a las amplias dimensiones del lugar, se ponen en funcionamiento extractores industriales, como sucede en restaurantes, rotiserías, etc.

Los amantes de la vida natural y saludable, por su parte, suelen darle mucha utilidad al extractor de jugo, un electrodoméstico ideal para, en cuestión de segundos, aprovechar los nutrientes de frutas y verduras a través de sus jugos.

Existen muchas clases de estructuras que se caracterizan por ser resistentes y rígidas, entre ellas las metálicas.

Las estructuras metálicas son muy tenidas en cuenta para proyectos de Arquitectura e Ingeniería. Es posible reconocer en la práctica una estructura metálica principal que brinda estabilidad y firmeza al diseño y una estructura metálica secundaria que da forma y sustento a la cubierta y fachada de la construcción.

Claro que no todos los desarrollos se logran con una misma clase o forma de material, por eso es importante establecer cuál es el resultado que se desea lograr y qué objetivo tendrá la edificación o uso de la estructura metálica. Cabe recordar que hay estructuras metálicas que se utilizan para techos, pero también hay otras destinadas a la fabricación de sillas, mesas, etc.

Es posible optar por una estructura metálica abovedada si la idea es llevar a cabo un arco, una cúpula o una bóveda, mientras que para naves industriales y puentes son más recomendables las estructuras metálicas trianguladas. Para la construcción de edificios convencionales, en tanto, se apela a las estructuras metálicas entramadas.

Asimismo, es posible encontrar estructuras metálicas laminares al observar el desarrollo del fuselaje de un avión y la carrocería de un automóvil, así como estructuras metálicas colgantes al dirigir nuestra atención al armado de un puente colgante, donde se requieren tirantes sujetos a pilares y cimientos fuertes de gran resistencia. También existen las estructuras metálicas geodésicas con apariencia de cilindros o esferas, aunque estas alternativas no son de uso tan común.

Se define como ergonomía a la disciplina que se encarga de analizar información tecnológica y biológica focalizada en inconvenientes relacionados a la adaptación entre un ser humano y una máquina. Dentro del estudio general existen diversas especialidades, cuyas características describiremos en los párrafos siguientes.

Hay un área de trabajo identificada como ergonomía cognitiva que sirve de marco para examinar cómo y en qué nivel la respuesta motora, la memoria, el razonamiento y la percepción de alguien influyen en la interacción entre un individuo y otros elementos pertenecientes a un sistema, como un aparato y el entorno.

La ergonomía física, en tanto, prioriza los rasgos anatómicos y las particularidades biomecánicas, fisiológicas y antropométricas de la persona. Se analizan así cuestiones referidas al manejo manual de recursos, a posturas de trabajo y a la seguridad ocupacional. Parte de esta línea es la ergonomía computacional, que también guarda relación con la ergonomía lógica.

Por otra parte aparece la ergonomía visual, que se encarga de establecer las condiciones para que el ser humano trabaje o desarrolle diversas tareas sin forzar la visión, con comodidad y agudeza. Entran en juego en este campo de estudio la iluminación, el tiempo de esfuerzo visual, la distancia visual que se necesita al trabajar y la postura corporal para concretar la acción.

Al hacer alusión a los alcances y aplicaciones de la ergonomía tampoco se puede dejar de mencionar la ergonomía organizacional, también definida como macroergonomía, que tiene como fin establecer estructuras y políticas para optimizar y hacer más sencillos los sistemas socio-técnicos necesarios para concretar un trabajo o tarea concreta.

Para aprender sobre tiempos geológicos es fundamental primero comprender qué es una era geológica ya que así podremos distinguir épocas y ciclos medidos en millones de años donde se registran variaciones y evoluciones.

Dentro de la escala geológica de tiempo, una era constituye una unidad geocronológica. Se trata de una subdivisión de los eones y, al mismo tiempo, se segmentan en periodos.

La era paleozoica, también conocida como era primaria, marca el inicio del eón fanerozoico. Se distinguen seis periodos dentro de esta era: el cámbrico, el ordovícico, el silúrico, el devónico, el carbonífero y el pérmico.

La era mesozoica o era secundaria, en tanto, se suele reconocer a nivel botánico como la era de las cícadas y a nivel zoológico como la era de los dinosaurios. Hubo tres periodos en este contexto: el triásico, el jurásico y el cretácico.

Después fue el momento de la era cenozoica, que marca el fin del eón fanerozoico y se ha popularizado como la era de los mamíferos. Aparecen en este grupo los periodos paleógeno, neógeno y cuaternario, los cuales a su vez se subdividen en épocas. La división más reciente y actual es Holoceno y se trata de una época del periodo cuaternario.

Al profundizar nuestros conocimientos sobre cuestiones geológicas adquieren relevancia además la era eoarcaica (primeros tiempos del eón arcaico), la era paleoarcaica (segunda parte del eón arcaico), la era mesoarcaica (tercera división del ya citado eón arcaico) y la era neoarcaica (era número cuatro del eón arcaico). El eón proterozoico, en tanto, abarca las eras paleoproterozoica, mesoproterozoica y neoproterozoica.

Cuando algo se esparce, se dilata, se amplía o se extiende el resultado es una expansión. Hay muchas formas de conseguir este proceso, y muchas categorías que vale la pena conocer para aprender más sobre las aplicaciones prácticas de esta noción.

En el marco de la termodinámica, por ejemplo, se utiliza la expresión “expansión adiabática” para identificar a un sistema particular donde no hay intercambio de calor con el entorno. Es decir, no se gana ni se pierde energía calorífica. Un proceso de humectación, por sus características, está considerado como una expansión adiabática.

En sistemas frigoríficos así como en equipos de climatización, en tanto, es posible reconocer a la expansión directa o seca, un método que limita el flujo másico de refrigerante que suministra al evaporador según la cantidad que se pueda evaporar por completo al recorrer todo el evaporador.

La expansión métrica del espacio, en cambio, sirve en la Cosmología Física para facilitar la comprensión del universo. Centra la información en el espacio-tiempo para demostrar que tanto la distancia como el tiempo así como el espacio surgen de una métrica variable, donde nada es absoluto.

Al dirigir la atención hacia la naturaleza, en tanto, podemos aprender sobre la expansión de los fondos oceánicos, una transformación propia de dorsales oceánicas en las cuales surge por movimientos de las placas tectónicas y la actividad volcánica una nueva corteza oceánica.

Distinto es el caso de los expertos en Matemática, quienes refieren a la expansión asintótica cuando trabajan con una serie formal de funciones que, de manera asintótica, converge a una función específica.

La tabla periódica está integrada por numerosos elementos químicos. Estos, señala la teoría, son una clase de materia formada por un mismo tipo de átomo, los cuales comparten su número atómico por tener la misma cantidad de protones. Para facilitar su reconocimiento, se suele agrupar a los elementos químicos en función de sus particularidades y propiedades.

Es posible entonces distinguir dentro de la tabla periódica a elementos químicos de la familia de los metales (que se caracterizan por ser conductores de electricidad y calor), de los no metales (sin lustre, con puntos de fusión inferiores respecto a los metales) y de los metales de transición (ubicados en la región céntrico del sistema periódico). Además, al profundizar la búsqueda de información sobre ellos descubrimos la existencia de un conjunto muy especial, bautizado como elementos químicos esenciales.

Los expertos indican que un elemento químico se considera esencial cuando resulta imprescindible para la vida o la supervivencia de un organismo específico (no todos los seres vivos tenemos las mismas necesidades para poder desarrollarnos y sobrevivir). Así sucede cuando el elemento en cuestión genera beneficios imposibles de sustituir, es vital para un proceso metabólico o su carencia desestabiliza las funciones orgánicas. Hay dentro de este grupo subcategorías, como la de los macroelementos (los de mayor abundancia, como el calcio, el potasio, el oxígeno, el fósforo y el hidrógeno), los oligoelementos o elementos traza (como el yodo, el cobre, el zinc y el flúor) y los elementos ultratraza (elementos que deben ingerirse de manera diaria en dosis mínimas).

Tanto el acto como la consecuencia de explotar algo dan como resultado una explotación. Esta palabra, además, permite describir al conjunto de recursos y elementos reservados a una cierta actividad.

En la práctica es posible hallar múltiples casos de explotación, varios de los cuales citaremos en los párrafos siguientes para ayudarlos a conocer distintas aplicaciones del término.

De tener en cuenta las actividades centradas en la obtención de productos alimenticios, materias primas y piezas de trabajo, por ejemplo, podremos distinguir entre explotación minera, explotación forestal, explotación ganadera, explotación agrícola, explotación agraria y explotación pesquera, por mencionar las más populares a modo de referencia.

Distinto es el caso de la explotación social, donde entran en juego las jerarquías sociales como una forma de legitimar el abuso y el aprovechamiento por parte de las clases más altas respecto a los integrantes de los sectores más bajos. Se pueden encontrar en este contexto situaciones de explotación avanzada, de explotación económica y de explotación laboral. En relación al trabajo, es importante destacar además que a toda edad se puede ser víctima de explotación en un empleo: la explotación infantil, lamentablemente, existe y genera que muchos niños sean obligados a trabajar y a vivir en malas condiciones, ya que igual que muchos jóvenes y adultos están sometidos a largas jornadas de trabajo, a trabajar feriados sin compensación económica, etc. También es posible hallar evidencias de explotación sexual, un delito que lleva a alguien a ejercer poder sobre otro individuo para lograr que éste se prostituya y genere dinero para beneficio de su jefe o proxeneta.