Para expresar, es decir, transmitir algo, se requiere una vía de expresión. Algunos optan por aprovechar sus habilidades artísticas y otros utilizan el movimiento de su cuerpo para tal fin. En la práctica, es posible encontrar una amplia variedad de expresiones, con rasgos y estructuras particulares según el ámbito donde se las utilice.
Los especialistas en Matemática, por ejemplo, utilizan expresiones analíticas compuestas por cifras y símbolos vinculados entre sí a partir de los signos propios de las operaciones válidas para el análisis matemático. Dentro de ellas aparecen las expresiones algebraicas, donde figuran los símbolos de la adición, la sustracción, la división y la multiplicación.
Distinto es el caso de la expresión corporal, una técnica que cualquier individuo puede emplear para manifestar ideas y exhibir reacciones fáciles de comprender aún cuando no se apele a la palabra: solamente valiéndose de movimientos y gestos. Cuando se priorizan las señales desde el rostro, se trata de una expresión facial (una sonrisa, por ejemplo), así como al emitir señales acústicas se tratará de una expresión sonora y al centrar la comunicación en la palabra se habla de expresión oral.
Como parte de la formación en Biología, en tanto, se estudia la expresión génica o genética para descubrir cómo la información de los genes atesorada en la estructura química del ácido desoxirribonucleico se plasma en la estructura de las proteínas.
Pero las expresiones no se limitan a las mencionadas. Los expertos en Informática, por ejemplo, apelan a la expresión regular mientras que los artistas profundizan sus dotes actorales a través de la expresión teatral, que trabajan en talleres de dramatización.