El vocablo francés avion ha impulsado el surgimiento de avión, un término que en español se utiliza para nombrar a la aeronave dotada con alas y motores que tiene la capacidad de avanzar a través del aire y alcanzar alturas considerables.

Este medio de transporte, de acuerdo a sus características, puede clasificarse como avión cisterna (nave utilizada para reabastecer en pleno vuelo a otras aeronaves), avión cohete (el cual se vale de un cohete como medio de propulsión), avión comercial (el destinado al transporte de pasajeros), avión furtivo (antiguos aparatos diseñados para captar y desviar las radiaciones de los radares valiéndose de tecnologías furtivas), jet (avión propulsado por motores de reacción), avión supersónico (capaz de vencer la barrera del sonido) o como avión de caza (pieza militar diseñada para el combate aéreo). De tener su apariencia pero un tamaño mucho menor a los comunes y haber sido construido de modo artesanal con fines lúdicos o surgir como resultado de la técnica del aerogami, se lo define como avión de papel.

En cambio, si en lugar de ruedas presenta flotadores para poder mantenerse sobre el nivel del agua, se dice que se trata de un hidroavión.

Lejos del mundo de la aviación, el concepto adquiere múltiples significados de acuerdo a su campo de aplicación. Existen, por ejemplo, aves y plantas que se conocen bajo el nombre de aviones o avión, así como también revistas, materiales discográficos y hasta localidades (una en España, dentro de la comarca del Ribeiro y la otra en Francia, en el departamento de Paso de Calais).