Cuando adquiere relevancia la idea de utensilio, la reacción de la mayoría de la gente es pensar en los elementos que tenemos en nuestra cocina para preparar comidas y cortar los alimentos en la mesa. Los tenedores, los cuchillos, las espátulas y las cucharas son parte del conjunto conocido como utensilios de cocina, pero también hay otras clasificaciones que permiten conocer más detalles de estas herramientas de uso cotidiano.

Si uno observa la variedad de piezas y analiza su composición, advertirá que en este espacio de la casa (y en los locales del rubro gastronómico) hay utensilios de hierro, otros de madera y algunos fabricados con plástico. También se pueden establecer diferencias de acuerdo al uso: en este sentido, existen utensilios apropiados para preparaciones de pastelería, otros exclusivos para alimentos a la parrilla, piezas que forman parte del grupo de los utensilios para sushi, utensilios para facilitar la tarea del barman, etc.

Como una interpretación más amplia permite utilizar el concepto por fuera del ámbito gastronómico y lo presenta como un instrumento o herramienta para llevar a cabo distintas prácticas o tareas, también es posible apelar a otras categorizaciones.

Así, entonces, podemos señalar a las tijeras, los secadores y los peines como utensilios de peluquería; al espejo y a las pinzas como utensilios de odontología; a las palas, tijeras, mangueras, etc como utensilios de jardinería y a las bolsas de residuos patológicos, agujas, a las bandejas móviles de comida, a las jeringas y al algodón, entre otros materiales, como utensilios propios de centros hospitalarios, por mencionar algunos casos puntuales a modo de referencia.

Muchos productos, sistemas y hasta el cuerpo humano posee válvulas. Esta palabra que deriva de un vocablo latino tiene numerosas interpretaciones y aplicaciones: en los párrafos siguientes, podrán recordar o aprender qué clases de válvulas se pueden reconocer en cada contexto.

Si hacemos foco en la anatomía humana, por ejemplo, podremos conocer las particularidades de las válvulas del corazón. Estos pliegues se pueden diferenciar en dos grandes grupos y, dentro de ellos, individualizar otras de modo más específico. Las válvulas atrioventriculares, según los expertos en cuestiones cardiológicas, contemplan las posibilidades de las válvulas bicúspides y de las válvulas tricúspides. En el conjunto de las válvulas semilunares, en tanto, aparecen la válvula pulmonar y la válvula sigmoidea aórtica.

De analizar la noción desde el punto de vista de un mecanismo que se encarga de regular el flujo de un fluido, por otra parte, se hablará, entre otras alternativas, de válvulas de seguridad, también denominadas en ciertas ocasiones como válvulas de escape. Esta expresión, asimismo, describe un recurso que permite abstraerse o, de alguna manera, huir de una situación cotidiana o problema que agota, cansa o genera tensión.

Para tener un panorama más amplio e informativo, a estas referencias hay que sumarles la existencia de las válvulas termoiónicas y las válvulas industriales. Si ponemos el énfasis en estas categorías, entonces tendrán relevancia las alternativas de las válvulas rotatorias, las válvulas de retención, las válvulas multivías, las válvulas o llaves de paso, las válvulas hidráulicas, las válvulas de camisa y las válvulas de asiento, entre otras.

La idea de urgencia se suele asociar en primer lugar a la Medicina. Las urgencias médicas suceden cuando un paciente requiere atención inmediata por parte de un profesional de la salud, quien debe tratar de estabilizarlo y brindarle los primeros cuidados para salvarle la vida. Según el problema presentado y las prácticas que se necesitan en cada ocasión, se reconocen las urgencias odontológicas, las urgencias dermatológicas, urgencias ginecológicas, urgencias neurológicas, urgencias traumatológicas, etc.

Sin embargo, al investigar en profundidad los alcances de este vocablo podemos establecer que hay muchas expresiones donde se emplea el concepto para marcar el perfil urgente de algo.

Existen, por ejemplo, los decretos de urgencia (ley que se promulga de modo apresurado para hacer frente a una situación lo más rápido posible), los anticonceptivos de urgencia (o emergencia, un método aconsejado para prevenir un embarazo tras tener un encuentro sexual sin protección), las urgencias eléctricas (ante un desperfecto que pone en peligro a los usuarios, la compañía eléctrica recibe el alerta y se pone en marcha un operativo para determinar y solucionar el problema), las urgencias fisiológicas (necesidad de orinar o defecar de manera inmediata) y hasta una serie televisiva de mediados de los ’90 que, en algunos países, se tituló “Urgencias” y, en otros, se dio a conocer con el nombre de “ER Emergencias”.

También en los correos u oficinas postales se hace alusión a los servicios de urgencia, ya que existe la opción de enviar cartas de manera urgente para que lleguen al destinatario en el menor tiempo posible.

Ante la gran cantidad de acepciones y aplicaciones que posee el concepto de vapor, en Tipos.com.mx hemos decidido hacer foco en este vocablo y aportarles información sobre las distintas clases de vapor que se reconocen en distintos contextos.

Cuando se apela a la expresión “vapor de la carrera”, por apuntar una alternativa, se busca hacer referencia a un barco que cubre de modo regular el trayecto que une Montevideo (Uruguay) con Buenos Aires (Argentina). El vapor de ruedas, por su parte, era un buque que se caracterizaba por tener ruedas y velas: así se clasificó, por ejemplo, al Colón y al Blasco de Garay de la Armada Española.

Aquellos que prestan atención a los estados de la materia, en cambio, suelen señalar al vapor como la etapa gaseosa de una sustancia cuando ésta se halla debajo de su temperatura crítica. En este marco, podemos identificar por ejemplo al vapor de agua que surge al sublimar hielo o cuando ebulliciona o se evapora una cierta cantidad de agua en estado líquido.

Los fanáticos del comic, asimismo, asocian la idea de Vapor con el nombre de un personaje de ficción que, según se cuenta, es hermana de X-Ray.

Resulta interesante destacar que, en cuestiones informáticas, esta palabra también tiene un significado especial, pero en este caso es parte de una noción en inglés: Vapor-Ware (también aparece escrito todo junto). Así se describe tanto al hardware o al software que un desarrollador anuncia antes de comenzar a ponerlo en marcha y que finalmente no consigue ser lanzado o no cumple las particularidades señaladas en una instancia temprana.

Dos interpretaciones posee la idea de socket entre los expertos en cuestiones informáticas. Por un lado, puede llegar a aludir al sistema contemplado en la placa base que se conoce como zócalo (socket) y que sirve para instalar y garantizar la conexión de un microprocesador. Por otra parte, suele aprovecharse en la expresión “socket de Internet”. En este último caso, se lo vincula a una interfaz de programación de aplicaciones reservada al grupo de protocolos TCP/IP o bien se lo utiliza para mencionar que un par de programas (por lo general, instalados en dos equipos diferentes) tienen la posibilidad de realizar intercambios de datos de modo ordenado y seguro.

Al profundizar la búsqueda de información sobre ambas definiciones encontramos numerosas referencias y ejemplos. Hay, por describir casos puntuales, zócalos AMD (como el socket F lanzado en 2006, como el socket 940 que reemplazó al socket 939 y el socket AM3 compatible con las memorias doble canal PC2-8500 y PC3-10600 y acorde a la gama de procesadores K11 de AMD, por citar algunos ejemplos) y socket Intel (entre los cuales aparecen el 423, el 478, el 1155 y el 2011).

Como a lo largo de la Historia la tecnología ha ido cambiando, hoy en día es usual que se utilicen en mayor medida los zócalos de CPU ZIF o LGA. Claro que, a medida que haya mejoras en los dispositivos, también estos sockets serán reemplazados por otros más novedosos. Asimismo, es posible encontrar adaptadores para trabajar con procesadores en placas que poseen zócalos distintos.

Diferentes circunstancias de la vida nos llevan a tener que tomar decisiones para resolver una cuestión de la mejor manera posible o bien para llevar a cabo las acciones que más nos favorezcan en cada caso.

Estas tomas de resoluciones surgen a menudo en distintos planos (trabajo, familia, etc), por eso resulta interesante hacer foco en estos procesos y conocer sus detalles con mayor profundidad.

A la hora de evaluar qué variables entran en juego al tener que tomar decisiones hay muchos factores para contemplar, entre ellos los plazos.

Existen, por ejemplo, las decisiones estructuradas o programadas. Se trata de fallos que se adoptan con frecuencia y se reiteran porque son parte de una realidad regular con esquemas preestablecidos. El dueño de una fábrica que tiene a todos sus empleados en regla con la legislación, por ejemplo, no debe hacer cuentas todos los meses para fijar una escala salarial ya que en la decisión de contratar personal ya está contemplada esta obligación regida por valores reglamentados entre las autoridades y los sindicatos.

Se puede, asimismo, tomar decisiones no programadas o no estructuradas, es decir, resolver inconvenientes puntuales con soluciones específicas para dichos problemas. Por ejemplo: un producto recientemente lanzado al mercado no satisface las expectativas de la marca. ¿Qué camino seguir, entonces, para posicionarlo, para entusiasmar a los consumidores, para revertir el panorama negativo?

Por otra parte, es posible hacer referencia a las tomas individuales de decisiones (debo decidir qué carrera universitaria estudiar) y marcar sus diferencias con las tomas de decisiones grupales (a nivel familiar se puede determinar el destino de unas vacaciones, si vender o no la casa de abuelos ya fallecidos, etc).

A las estructuras geológicas que hacen que el petróleo (producto del cual ya ofrecimos información de interés en un artículo anterior de Tipos.com.mx) se acumule y se concentre sin chances de distribuirse en la zona se las conoce como trampas petrolíferas. En los párrafos siguientes, describiremos diversas clasificaciones que dan cuenta de las diferentes particularidades que pueden presentar estos sitios en su conformación.

Al analizar estos espacios ricos en petróleo, dicen los expertos, existe la posibilidad de establecer la existencia de una trampa estratigráfica. Esta clase de estructura surge cuando algunas capas que integran una serie estratigráfica son impermeables e impiden que el petróleo fluya.

Las trampas estructurales, por su parte, pueden desencadenarse por cuestiones tectónicas. Algunas de ellas aparecen como consecuencia de una falla, mientras que otras surgen a raíz de pliegues anticlinales. Asimismo, hay trampas petrolíferas estructurales que se producen por bases cercanas a los domos salinos.

Resulta interesante resaltar que, en ciertas ocasiones, pueden llegar a localizarse trampas petrolíferas mixtas, es decir, espacios que se generan al combinarse trampas estructurales con trampas estratigráficas.

De analizar con mayor profundidad estas superficies, encontraremos además otra categoría que diversifica al conjunto de las trampas de petróleo: la trampa de rocas bituminosas, también conocidas como esquistos bituminosos. Se trata de rocas que, por lo general, presentan composición arcillosa y tonalidad oscura y en su interior contienen niveles variables de petróleo. Para obtener este recurso, las rocas son trituradas, se las somete a un proceso de combustión y, a partir de esos tratamientos, se procede a extraer el material.

Después de haber hecho una referencia general a la idea de tono, en Tipos.com.mx publicamos artículos sobre diferentes categorías que la aportan diversidad a este concepto. Así como en su momento informamos sobre los tonos de voz y los tonos musculares, hoy les aportaremos datos de interés acerca de los llamados tonos literarios.

Así se conoce, en el ámbito de la Lingüística, al perfil o estilo que se desarrolla en una obra literaria para marcar y potenciar la actitud adoptada en cada caso por la voz del narrador respecto a un personaje, escenario o conflicto de la historia. A través de este detalle, es posible generar en el lector una reacción específica o bien comprender qué quiso provocar el autor al elegir una manera particular de construir el relato.

En base a los rasgos que se evidencien en este sentido se pueden reconocer los tonos literarios formales (con un desarrollo serio, ajustado a la solemnidad, tal vez algo distante) y los tonos literarios informales (con mayor libertad en su composición porque el estilo permite expresiones más cotidianas y casuales).

De igual modo, existe la posibilidad de utilizar o identificar en una obra el tono íntimo (donde aparecen las sensaciones de complicidad), el tono solemne (no abundan las adjetivaciones, hay un desarrollo centrado en la seriedad y se evidencia una cierta distancia respecto al sujeto), el tono popular (cercano a la persona común, con un tratamiento que genera identificación del lector con la historia) y el tono amoroso (actitud cálida, afectuosa, etc), por enumerar otros a modo de referencia.

En numerosas circunstancias se hace necesario extender una tubería para poder transportar en su interior diversos materiales o fluidos. A modo informativo, hoy ofreceremos datos de interés relacionados a una clase específica de conducto: el tubo de acero.

Según se advierte al buscar información y consultar a quienes trabajan en el sector de la construcción, es posible trabajar con tubos de acero estirado. Existen muchas variantes respecto a este producto, por eso es importante saber qué uso se le dará y en qué condiciones se lo trabajará para poder elegir modelo, tamaño (en base a las medidas que uno necesita en cada ocasión) y forma (hay redondos, rectangulares, cuadrados), entre otras variables.

Es posible, por ejemplo, optar por tubos de acero sin costura (carece de soldaduras, un detalle que lo vuelve ideal para soportar presión ya que puede contenerla gracias a la homogeneidad de su estructura). Hay, asimismo, tubos de acero con costuras longitudinales (con soldaduras rectas) y otros que se ofrecen con soldaduras en espiral o de forma helicoidal (trabajada como una tubería roscada).

Otra posibilidad es aprovechar los tubos de acero galvanizado, que pueden conseguirse con o sin costura y destinarse al transporte de aceites, vapores, gases o agua potable, por indicar algunas alternativas a modo de referencia. Asimismo, hay tubos flexibles de acero inoxidable y otra variedad presentada como tubos de acero al carbono, que al igual que en los casos mencionados líneas arriba se comercializan con o sin soldaduras y suelen tener aplicaciones estructurales y servir para conducir productos químicos, etc.

Al repasar artículos publicados en Tipos.com.mx en relación a los trastornos podemos recordar o aprender las diversas clases que existen en materia de trastornos alimenticios, interiorizarnos sobre los trastornos de la personalidad y saber detalles de los trastornos de aprendizaje. Hoy, la idea es complementar los datos anteriores haciendo foco en otro tipo de trastornos: los de ansiedad.

Estos cuadros que atentan contra el bienestar del ser humano por generar crisis de ansiedad o miedo excesivos pueden desencadenarse por múltiples factores (hay causas de orden biológico, consecuencias del estrés, etc). De acuerdo a los síntomas, a cómo se desarrollen y qué situaciones influyan en la patología, el trastorno de ansiedad puede ser diagnosticado y clasificado de diferentes maneras.

Se habla de trastorno de ansiedad generalizada (TAG), por ejemplo, cuando no hay una situación específica que dispare la ansiedad, el temor o las preocupaciones sino que se padece de manera prolongada y sin motivos aparentes.

El trastorno de pánico, por su parte, se manifiesta con náuseas, agitación, temblor corporal e intensos pero breves episodios de terror a algo o a alguien. En ciertas ocasiones, el profesional hace un diagnóstico más preciso en este marco y entonces da cuenta de que el paciente padece un trastorno de pánico con agorafobia cuando este problema le genera temor a una nueva crisis y le impide, por ejemplo, salir de su hogar por el terror que le produce la idea de tener un ataque de manera repentina en cualquier lugar.

También se reconoce al trastorno fóbico, donde se evidencian miedo y ansiedad de manera desmedida ante un cierto panorama.

De profundizar en los trastornos de ansiedad, descubriremos además que hay trastornos de ansiedad social (TAS), trastornos obsesivos-compulsivos (TOC), trastornos de estrés post-traumáticos (TEPT), trastornos de ansiedad por separación y trastornos de ansiedad infantiles.