Tipos de trastornos alimenticios


Muchas personas alrededor del mundo enfrentan a diario múltiples problemas derivados de su mala alimentación. Según se desprende de la realidad, existe en sujetos de todas las edades la necesidad de tener una imagen perfecta. Y esa perfección, de acuerdo a la creencia popular, sólo se logra siendo delgados y respondiendo desde la apariencia a todos los requisitos que imponen la moda y los medios de comunicación para “alcanzar” la belleza absoluta.

Claro que no es cierto que la hermosura o el éxito se logren con sacrificios o con presiones diarias para modificar el propio aspecto, pero aquellos individuos que le dan importancia a la mirada del otro, que tienen baja autoestima, atraviesan una crisis de identidad o que han pasado experiencias traumáticas que los han dejado vulnerables están convencidos de que sólo triunfarán en la vida si son flacos y bonitos. Guiados por este pensamiento, entonces, empiezan a sufrir toda clase de trastornos alimenticios.

Si bien todo cambio en la nutrición que se asocie a los estados de ansiedad y a los ataques compulsivos y genere modificaciones abruptas del peso ideal se considera un desorden alimentario, no existe un único tipo de trastorno alimenticio.

Hay, por ejemplo, quienes sufren episodios de atracones basados en la ingesta excesiva de alimentos seguida por un inmediato y estricto rechazo a la comida producto de la culpa.

Cuando se pierde el control absoluto de esta situación y la conducta se intensifica, aparece la bulimia. Esta enfermedad, de acuerdo a cómo la desarrolle cada persona, puede ser de carácter purgativo (si se emplean diuréticos o métodos similares para bajar de peso) o no purgativo (cuando se busca compensar lo ingerido a través de ayunos y ejercicios físicos).

Dentro de los trastornos alimenticios hay que mencionar también a la anorexia (quienes la padecen pierden peso hasta límites alarmantes pero, aún así, los enfermos se ven gordos e intensifican las prácticas para adelgazar), a la vigorexia (más común en los hombres, ya que busca un desarrollo muscular magnificado para satisfacer su idea de que alguien musculoso es fuerte, enérgico y exitoso) y a la denominada megarexia (trastorno que afecta a individuos obesos que no son conscientes de su padecimiento y, por lo tanto, no sólo no se esfuerzan por tener un peso acorde a su estructura corporal sino que al sentirse flacos buscan engordar a cualquier precio con una dieta descontrolada y poco apropiada para su condición de obesos).