Tipos de trampas


Nadie está excento de caer en una trampa pero no todos tenemos posibilidades de ser víctimas de una misma trampa. Conocer las diversas modalidades de un engaño es fundamental para minimizar riesgos y evitar imprevistos. Claro que, a veces, la noción se utiliza de modo coloquial al participar en un juego donde las consecuencias no son tan graves como las demás variantes: “No vale que gane Daniel, ¡hizo trampa porque espió las cartas de los demás!”.

trampaCuando, pese a dar la idea de ser algo legal, se lleva a cabo una práctica ilícita, por describir una posibilidad, se trata de una trampa legal. Asimismo, podemos ser víctimas de un ardid delictivo que incluya una trampa para hacernos creer que un familiar nuestro está en peligro a fin de sacarnos dinero sin despertar sospechas. Las trampas virtuales, en este marco, son lamentablemente muy comunes.

Menos dañinas son las trampas metafóricas que nos obligan a utilizar nuestra mente para advertir los pequeños engaños existentes en problemas de Matemática o acertijos que se incluyen de manera intencionada para despistar y hacer un uso profundo de la razón.

De buscar más referencias que demuestren la amplitud de esta palabra, encontraremos la categoría de las trampas físicas, donde se nuclean alternativas que suponen el desarrollo de un mecanismo para atrapar o matar seres vivos. Las trampas de vapor, las trampas para animales (como el caso de las ratoneras o los dispositivos caseros que se ubican en distintos rincones del hogar para atrapar cucarachas, moscas, mosquitos, etc) y las trampas explosivas son parte de este conjunto.