El avance global del campo informático y la popularidad alcanzada por numerosos términos asociados a este segmento ha llevado a la Real Academia Española a adoptar voces inglesas y otorgarles un significado en castellano, tal como sucede con el término hardware.
Este vocablo está entendido como el conjunto de elementos que constituyen la parte material de un ordenador. Así como el software es su componente lógico intangible, el hardware es la parte tangible y física del equipo.
Esta herramienta, de acuerdo a las características que presente, puede definirse como básica (hardware basado en las piezas indispensables para generar una funcionalidad mínima en la computadora, tales como los medios de entrada, la unidad de procesamiento, la memoria RAM y un medio de almacenamiento, entre otros) o complementaria (opción que incluye componentes específicos capaces de ampliar los alcances del equipo pero que no son imprescindibles para el trabajo del ordenador).
Las tarjetas gráficas, por su parte, conforman lo que se ha dado a conocer como hardware gráfico, mientras que los dispositivos que poseen especificaciones y diagramas esquemáticos de acceso público se definen como hardware libre.
En concreto, pueden citarse como hardware básico al monitor, al teclado y al mouse, así como el escáner, el micrófono, los joystick y las cámaras web son parte del denominado hardware complementario ya que se trata de accesorios que permiten hacer un uso más profundo del equipo aunque éste no depende de ellos para arrancar y ejecutar órdenes esenciales. La pantalla táctil, en cambio, es un dispositivo que no siempre está considerado como una mejora derivada de la modernidad, ya que en ciertos equipos puede reemplazar las funciones del mouse y/o teclado, razón por la cual se encuadra en el grupo del hardware básico pero también en el complementario.