Las aleaciones son productos de características homogéneas que se componen de al menos dos elementos, entre los cuales hay algún metal. Para quienes las conocen en profundidad y trabajan con ellas, se trata de mezclas que, en algún que otro caso, pueden llegar a originar compuestos químicos.
El componente que prevalezca en cada combinación será el que determine cómo clasificar a la aleación según corresponda. En este contexto, podemos hacer referencia a la existencia de las aleaciones de base cobre, aleaciones férricas, aleaciones de aluminio, aleaciones de titanio, aleaciones de níquel, etc.
Los especialistas en Ingeniería, por su parte, reconocen como aleaciones ligeras a aquellas donde abunda el magnesio o el aluminio; definen como aleaciones fusibles a las que se pueden fundir a una temperatura menor en relación a la fusión de sus elementos (variable que depende de la concentración de cada material que posea cada aleación) y entienden como aleaciones encontradas a las que surgen al fundir y unir un oro fuerte con otro débil o de poco peso.
Otras categorías que demuestran la diversidad de significados y aplicaciones de la noción que inspira este artículo: aleaciones con memoria de forma, aleaciones intersticiales, aleaciones eutécticas, aleaciones de metales preciosos, aleaciones equiatómicas, aleaciones homogéneas, aleaciones heterogéneas, aleaciones de Tierras Raras, aleaciones pesadas, aleaciones antifricción, aleaciones binarias, aleaciones ternarias, aleaciones aeroespaciales, aleaciones magal, aleaciones constantán y aleaciones sustitucionales, aunque hay que tener en cuenta que al profundizar la búsqueda de precisiones en torno a este tema pueden llegar a cobrar relevancia otras clasificaciones.