Para que algo se transmita, es decir, se extienda, se transfiera o se difunda, tiene que existir un proceso de transmisión. Como no existe una única cosa que pueda ser objeto de una transmisión, hoy vamos a profundizar en las múltiples aplicaciones e interpretaciones de este concepto con el propósito de ayudarlos a ampliar sus conocimientos generales y que, de este modo, puedan enriquecer sus vocabularios.
En una máquina, por describir un caso puntual, es posible observar mecanismos definidos como transmisiones mecánicas. Según cómo funcione cada equipamiento se podrá distinguir entre transmisiones con correa, transmisiones a partir de engranajes, transmisión con discos de fricción, etc. Se hace alusión a la transmisión de movimiento, en este contexto, para identificar a la estructura o conjunto de acciones que generan movimientos de un cuerpo a otro.
A nivel informativo, en cambio, se apela a otras formas de transmisión que guardan relación con el medio aprovechado para comunicar un dato. Así, entonces, es posible marcar diferencias entre las transmisiones escritas, las transmisiones orales, las transmisiones radiofónicas y las transmisiones televisivas, por citar algunas opciones a modo de referencia.
Gracias a los procesos simultáneos de la enseñanza y el aprendizaje (a cualquier edad y en múltiples circunstancias, formales o no formales), asimismo, se puede conseguir una transmisión de conocimientos. En termodinámica, en tanto, se concreta la transmisión de calor.
Por otra parte, se puede hablar de transmisión de enfermedades (por vía oral, sexual, respiratoria, etc). Por transmisión sexual se propagan males como la gonorrea, el papiloma humano, la sífilis y el VIH, entre otros.