Cuando el apéndice se inflama y provoca un gran dolor abdominal, es necesario realizar de manera inmediata una consulta médica ya que, de confirmarse el cuadro de apendicitis, se hará necesario someter al paciente a una intervención quirúrgica para extraer la prolongación inflamada.

El cuadro de apendicitis, según indican los profesionales de la salud, puede desencadenarse a cualquier edad bajo una modalidad aguda. En este contexto, el dolor surge de repente y de manera intensa y, además de sensibilidad en la zona del abdomen, genera reacciones musculares a raíz de la irritación peritoneal.

Es importante tener presente que, desde que comienza la hinchazón del apéndice, tienen lugar diferentes etapas que pueden derivar en distintos tipos de cuadros. Si bien el estado general y la edad del paciente influyen en la evolución del trastorno y sus consecuencias, siempre hay que prestar atención y dar tratamiento a esta inflamación, ya sea que se advierta apendicitis en niños, apendicitis en personas de la tercera edad o bien en mujeres embarazadas.

Para ofrecer precisiones al respecto sin necesidad de emplear términos complejos propios del vocabulario médico, nos limitaremos a mencionar que pueden diagnosticarse apendicitis congestivas (también conocidas bajo la denominación de catarral); apendicitis supurativas (o flemonosas); procesos de apendicitis necróticas o gangrenosas (los cuales desembocan en una necrobiosis absoluta) y apendicitis perforadas (estadío en el cual ya se agrava la situación por el surgimiento de una peritonitis).

Para evitar que el trastorno ponga en riesgo la vida del paciente es necesario acudir a tiempo al médico ante la sospecha de sufrir un cuadro de apendicitis. El diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado en tiempo y forma solucionarán el problema sin mayores inconvenientes.