Al consultar el diccionario de la Real Academia Española (RAE) para averiguar qué y cómo es una ligustrina descubrimos que se describe con este vocablo a todo aquello que se relaciona al ligustro, un arbusto de tipo oleáceo. Hay muchas variedades de esta clase de vegetación perenne que se aprovecha con fines decorativos y para segmentar terrenos con cercos naturales muy apreciados por su valor ornamental. Gracias a las ligustrinas, además de ganar privacidad en una casa con jardín se puede frenar el viento y embellecer el frente o el fondo de la vivienda.
La ligustrina japónica es una alternativa a tener en cuenta a la hora de adornar espacios al aire libre. En este caso, se trata de un árbol de pequeñas dimensiones, hojas elípticas de textura rugosa y flores de tonalidad clara que es nativo del este asiático.
El arbusto conocido como ligustrina variegada, en tanto, es oriundo de China y crece rápido en suelos fértiles bien drenados hasta alcanzar una altura aproximada de cuatro metros. Es interesante señalar además que la llamada ligustrina blanca es una planta resistente a bajas temperaturas que florece durante la época estival, dando flores blancas en ramillete que cautivan por su poderoso aroma.
Quienes buscan una solución vistosa para su jardín pero sin las obligaciones de cuidar y mantener plantas naturales para que crezcan sanas y fuertes sin que las plagas las arruinen o maten, por su parte, apuestan a las ligustrinas artificiales, productos con una apariencia similar a las que da la naturaleza pero sin las exigencias de ellas.