Después de haber ofrecido información general sobre distintas clases de lesiones que atentan contra el bienestar de un ser vivo a raíz de accidentes o esfuerzos corporales, en Tipos.com.mx es momento de hacer foco en las particularidades de las lesiones musculares, daños que también pueden enmarcarse en el grupo de las lesiones deportivas porque afectan con frecuencia a los atletas.
Es importante saber que las lesiones musculares pueden sufrirse en distintas partes del cuerpo y tener una gravedad variable, razón por la cual es difícil establecer un periodo de recuperación estándar: cada caso merece ser analizado en profundidad para determinar qué zona muscular fue afectada, cómo surgió esa lesión, cómo evoluciona y cuál es el tratamiento más aconsejable. Diferentes razones pueden llevar a alguien a padecer desde calambres (por sobreesfuerzo muscular, suelen presentarse al comienzo o al final del ejercicio) y contracturas (surgen de modo súbito y se padecen por varios días a raíz de sobrecargas o descompensaciones musculares) hasta distensiones (cuando el músculo se inflama y duele por un sobreestiramiento) y desgarros o roturas musculares (requieren tratamiento quirúrgico). Asimismo, una lesión muscular puede ser, simplemente, una contusión que provoque inflamación y/o edema en un músculo.
Frente a un dolor agudo en un músculo o la simple sospecha de padecer una lesión muscular es necesario consultar a un especialista para arribar a un diagnóstico certero y no agravar el cuadro con movimientos o entrenamientos inadecuados. Cabe destacar que una lesión mal cicatrizada o no tratada a tiempo puede generar complicaciones y fuertes recaídas.