Tal como informamos en otro artículo de Tipos.com.mx, en la práctica se utilizan múltiples clases de licencias, las cuales se diferencian entre sí por sus orígenes, la forma de gestionarlas y el uso que se les da.
La licencia de conducir, por ejemplo, es un documento que le permite a quien lo gestiona manejar un cierto tipo de vehículo. Esta autorización oficial o permiso varía en sus características de acuerdo al país donde se la tramite ya que las legislaciones y organismos encargados de emitir las licencias de conducir son distintos en cada nación.
En suelo guatemalteco, por ejemplo, la licencia de conducir puede ser tipo A de carácter profesional (habilita a conducir transporte pesado de carga, tales como camiones, transportes urbanos, etc), tipo B de carácter media (con este documento se pueden conducir coches de hasta 3,5 toneladas y recibir remuneración por la tarea de manejo), tipo C Liviana (similar a la B Media pero sin la opción de la remuneración y más amplia en torno a la edad de otorgamiento), tipo M Motocicleta (para personas mayores de 16 años que deseen conducir motocicletas) y E Especial (reservada para la conducción de maquinaria agrícola industrial).
En territorio español, en tanto, la licencia de conducir debe renovarse cada diez años y habilita al titular al manejo de motocicletas, automóviles para personas de movilidad reducida y ciertos vehículos agrícolas. En Chile, en tanto, este documento suele tener una vigencia de seis años y segmentarse en muchas clases (A, B, C, D, E y F) en función de qué tipo de conducción se busca.