Mucha gente, por distintas razones y en diferentes circunstancias, realiza juramentos, es decir, promete algo poniendo como testigo a un ser superior (Dios, por ejemplo) o dando su propia palabra de honor.
Hay quienes, en una ceremonia solemne llevada a cabo en un entorno educativo, por señalar un caso a modo de referencia, hacen un juramento a la bandera para prometer lealtad y obediencia hacia la patria. Los graduados en Medicina, por su parte, realizan un juramento público de carácter ético que se conoce bajo la denominación de hipocrático. En el marco de los Juegos Olímpicos, asimismo, un atleta perteneciente al equipo del país que organiza el evento desarrolla un juramento olímpico: lo mismo hacen a su turno el entrenador y el juez, cada uno haciendo foco en su rol y obligaciones.
Quienes se especializan en Derecho, en tanto, marcan diferencias entre múltiples variedades de juramentos vinculados a la Justicia, algunos de los cuales describiremos a continuación. El juramento indecisorio es una de las alternativas, la cual se caracteriza por incluir afirmaciones que se consideran como decisivas si perjudican a quien jura. El juramento decisorio, por su parte, es aquel que es exigido por una de las partes involucradas en una causa tanto en un juicio como fuera de dicho proceso.
Otro caso es el del juramento asertorio, que permite afirmar la verdad de una determinada cosa o situación en tiempo presente o pasado, mientras que el juramento judicial es el que es tomado de oficio (o a pedido de parte) por el juez.