El concepto de pájaro, como sabrán muchos de ustedes, se emplea cuando se quiere hacer referencia a una clase de ave de tamaño pequeño, aunque según la región del mundo donde se pronuncie puede tener significados que nada tienen que ver con los animales voladores.
En el territorio cubano, así como en Costa Rica, por ejemplo, se define como pájaro al hombre gay, mientras que en zonas venezolanas y guatemaltecas se lo usa de manera informal para mencionar al órgano sexual masculino.
Volviendo a hacer foco en la acepción vinculada al universo de las aves, resulta interesante resaltar la existencia de un gran número de clasificaciones. Así, por citar algunas referencias concretas, es posible individualizar a la familia de las aves conocidas como pájaros bobos, pájaros mosca, pájaros carpinteros y pájaros carneros, entre otras.
Otras aplicaciones que amplían el alcance del término a escala internacional: “Pájaro Loco” (tal como se bautizó a un recordado dibujo animado), “Pájaro de celda” (título de un material perteneciente a la producción literaria de Kurt Vonnegut), “Isla Pájaro” (nombre que reciben islas localizadas en diversos rincones del mundo), “El pájaro de fuego” (ballet desarrollado por el célebre artista ruso Ígor Stravinski), “Pájaro verde” (denominación que identifica a una bebida de origen chileno que se consume en los entornos carcelarios y se caracteriza por su elevado nivel de toxicidad debido a que, entre sus ingredientes, figura el barniz y el aguarrás) y “El pájaro de la felicidad” (filme español dirigido por la afamada cineasta madrileña Pilar Miró).