El acto de acampar se define como campamento. Si bien estas actividades al aire libre que proponen permanecer uno o más días en carpas (o tiendas de campaña) pueden desarrollarse en diversos entornos y con múltiples propósitos, existen en el ámbito militar campamentos de fuerzas del Ejército, cuyos integrantes se instalan por un tiempo determinado en sitios despoblados.

Entre los campamentos recreativos encontramos propuestas para niños (suelen llevarse a cabo en lugares cercanos a sus domicilios, estar a cargo de varios mayores y estar motivados por finalidades didácticas o de esparcimiento en épocas de receso escolar), alternativas para adolescentes y jóvenes (los grupos scout suelen organizar campamentos en diferentes entornos naturales, así como también lo hacen las agrupaciones religiosas) y campamentos familiares organizados para disfrutar más allá de la edad una aventura en un marco ecológico y sin las comodidades habituales de una vivienda tradicional.

Distinto es el caso de los campamentos de refugiados, ya que se trata de asentamientos precarios donde un elevado número de personas se instala tras huir de sus ciudades o países para sobrevivir a una guerra o cuestión similar. Por lo general, estas estadías son por tiempo determinado (lapso durante el cual son asistidos con alimentos, bebidas y otros servicios básicos) aunque en ocasiones estas instalaciones adquieren un carácter permanente.

Los campamentos de obra, por otra parte, son edificaciones provisorias armadas para ofrecer una mínima comodidad y organización a quienes se encargarán de llevar adelante una construcción de cierta magnitud (obreros, contratistas, ingenieros, supervisores, técnicos, etc).

Por último, es interesante tener en cuenta que existen en países como España, Honduras y Colombia localidades bautizadas con el nombre de “Campamento”.

El producto conocido como caucho encuentra en la vida cotidiana muchas aplicaciones prácticas. En ciertos países, por ejemplo, está aprovechado como neumático para bicicletas, automóviles y otros vehículos debido a sus propiedades elásticas y su resistencia, mientras que en otros se lo destina a la fabricación de prendas de vestir.

Cuando uno busca referencias sobre este material para conocerlo mejor y descubrir sus variedades, descubre la existencia del caucho natural (que suele ser vulcanizado para reforzar su capacidad para soportar variaciones térmicas y su flexibilidad) y del caucho sintético (una clase de elastómero que sirve para reemplazar al caucho natural en contextos en los cuales se requiere mejorar las características del producto original). Dentro de este último grupo mencionado, el más común hoy en día es el caucho estireno-butadieno, presente en los neumáticos.

Cabe resaltar que, a partir de estas dos grandes clasificaciones podemos reconocer otras alternativas que diversifican las presentaciones y utilidades de este material. Así sucede por ejemplo con el caucho acrílico, tal la denominación de una variedad de goma resistente a la oxidación y al aceite a altas temperaturas que suele emplearse en mangueras y dispositivos de automoción.

También el caucho hipoalergénico, que puede obtenerse a partir del tratamiento del arbusto conocido como guayule, permite confeccionar elementos como guantes de látex para el ámbito médico y catéteres, entre otros.

Para cableados de alto voltaje, por otra parte, se tiene en cuenta como aislante eléctrico al caucho etileno-propileno, así como el caucho etileno-acetato de vinilo es ideal para fabricar cuerdas, mangueras y piezas vinculadas a la industria automotriz.

Según los conocimientos que tengamos y el marco de nuestro diálogo, podremos utilizar el concepto de carpa para hacer referencia a distintas cuestiones. En ciertos ámbitos tendremos la posibilidad de identificar a un pez y en otros lo aprovecharemos para aludir a un racimo de uvas, así como también usaremos la idea para describir una tienda de campaña.

En relación a los seres vivos que viven en el agua, es posible identificar a la carpa dorada (pequeño pez descendiente del carpín), la carpa europea o común (especie de agua dulce que, en ciertos países, es parte de la tradición gastronómica navideña y muy valorada por los pescadores), la carpa forrajera (nativa de Siberia y China, también conocida como carpa herbívora) y la carpa gigante (criaturas que habitan ríos de México y del territorio estadounidense), por indicar algunas alternativas a modo orientativo.

Su interpretación vinculada a los productos que permiten resguardarse del sol, salir de campamento o tener una protección a modo de techo cubierto que sea fácil de instalar y desinstalar, en cambio, le da relevancia a las carpas-iglú (formato sugerido para zonas de media y alta montaña, según sean de 3 o 4 estaciones, es decir, para soportar qué condiciones climáticas y en qué época del año), a las carpas tipo canadiense (el modelo más convencional y antiguo, con diseño de techo a dos aguas) y a las carpas estructurales (para estadías prolongadas o el paso de mucha gente por su interior).

En zonas costeras, además, existen las carpas de playa, con maderas y lonas que distribuyen los balnearios para comodidad de quienes desean estar cerca del mar sin tener la obligación de llevar sus propias sombrillas, lonas, sillas o carpas.

Capilar es una palabra que, por su procedencia latina, se suele asociar en primer lugar con el cabello. Los tratamientos capilares, por ejemplo, apuntan a combatir la calvicie y fortalecer el pelo para evitar su caída.

Claro que, en la práctica, este término también se aprovecha desde el plano de la Anatomía para identificar a cada vaso que forma redes en el interior del organismo al unir la circulación arterial con la venosa y desde la Física para calificar a un fenómeno surgido a partir de la capilaridad.

Los expertos en Medicina, en este contexto, definen como latido capilar a las pulsaciones que se advierten en ciertos vasos capilares a raíz de dolencias puntuales. Respecto a los capilares sanguíneos que permiten el proceso de intercambio de sustancias donde intervienen la sangre y los fluidos cercanos a ella hay que destacar la existencia de dos grandes conjuntos: el de los capilares arteriales y el de los capilares venosos. Al profundizar el tema encontramos además capilares de tipo muscular o continuos, capilares viscerales o fenestrados y capilares sinusoidales.

Más allá de estas clasificaciones, podemos encontrar capilares linfáticos (presentes en todo el organismo con excepción de los tejidos no vasculares y el sistema nervioso central que se encargan de drenar el excedente de fluidos que no han reabsorbido los capilares venosos).

A modo de complemento, resulta interesante señalar que, en el ámbito de la electroquímica, se identifica con el nombre de Capilar de Luggin a un tubo (de plástico o vidrio) que se utiliza en experimentos de corrosión para contener electrolitos.

El acto de capacitar (es decir, de formar, instruir, educar) da como resultado una capacitación.

Estas acciones orientadas a la enseñanza y a la ampliación de conocimientos pueden abarcar numerosas temáticas y modalidades, cada una con particularidades, ventajas y desventajas propias. Por ese motivo, en esta ocasión haremos foco en diferentes alternativas para demostrar cómo puede llevarse a cabo, y con qué finalidades, una capacitación.

La capacitación laboral, por ejemplo, apunta a mejorar los saberes de los empleados y a actualizar su formación para que sus desempeños sean cada vez mejores y acompañen la modernización de una empresa, institución, asociación, etc.

La capacitación docente, por otra parte, se orienta a perfeccionar la labor de profesores y maestros para que estos educadores puedan evidenciar progresos en el campo de la enseñanza y fortalecer su rol como transmisores de saberes, incorporando recursos para enriquecer su tarea.

De acuerdo a los contenidos y destinatarios, también se puede aludir a las capacitaciones científicas, a las capacitaciones deportivas, a las capacitaciones financieras, a las capacitaciones políticas, a las capacitaciones policiales y a las capacitaciones en materia de nutrición, por proponer otras posibilidades a modo de orientación.

Asimismo, se puede señalar a la capacitación masiva, la cual se entiende como un método focalizado en la educación y formación dirigida a grupos compuestos por varias personas.

Independientemente del área de trabajo, se pueden distinguir modalidades como la capacitación a distancia (por lo general, se trata de una capacitación en línea o virtual lograda a través del uso de Internet) y la capacitación presencial.

Con frecuencia empleamos el vocablo francés carnet (carné, según la interpretación en castellano reconocida por la Real Academia Española) para hacer referencia a un documento con el cual acreditamos nuestros datos personales (carnet de identidad, que puede ser electrónico o presentar otras características menos modernas) y a otras documentaciones similares que nos habilitan para ciertos trámites, actividades, etc.

Hoy, la idea es ofrecer desde esta nota detalles de interés sobre los usos y aplicaciones de esta palabra que también da nombre a una localidad francesa perteneciente al departamento de La Mancha.

El carnet de pasaje, por ejemplo, es una constancia aduanera de alcance internacional que se considera como una garantía del pago de aranceles cuando un vehículo no es re-exportado a su nación de origen.

El carnet de conducir, en tanto, es una licencia que le permite a alguien a estar al frente de un vehículo en la vía pública. Estas autorizaciones están regidas por normativas y leyes de cada país y deben gestionarse bajo condiciones específicas y renovarse cada cierta cantidad de tiempo.

Asimismo, los afiliados a una obra social deben presentar su carnet cada vez que necesitan hacer uso de un servicio de salud para acreditar su identidad, así como los socios de un club exhiben su carnet (donde, por ejemplo, figura la vigencia del documento teniendo en cuenta el pago de las cuotas correspondientes) para tener acceso a las instalaciones y actividades.

También las personas con alguna discapacidad poseen un carnet para acreditar su condición y tener, a partir de ello, beneficios y determinadas prestaciones a disposición.

Se define como calefactor a los equipos y aparatos que, al generar calor, permiten calefaccionar un ambiente o lugar. Por lo general son eléctricos, pero también hay sistemas que funcionan con gas. Se trata de un rubro amplio y diverso que ofrece una interesante variedad de marcas, modelos, diseños y tamaños de sistemas fabricados para mantener cálido un hogar, un vehículo o cualquier entorno en el cual uno se encuentre.

Dentro de las alternativas que el mercado actual ofrece para los interesados en adquirir un calefactor a gas aparecen los calefactores sin salida (los cuales generan la llama a partir del oxígeno del ambiente y expulsan al mismo entorno el monóxido de carbono, razón por la cual no son recomendables para dormitorios, baños, etc), los calefactores de tiro natural (con cámara abierta, consumen oxígeno pero despiden los gases quemados al exterior del ambiente donde se los haya instalado) y los calefactores de tiro balanceado (los más recomendados por la seguridad que ofrecen al calefaccionar el ambiente sin contaminarlo ni quitarle oxígeno, los diseños más modernos e innovadores brindan la opción de aprovechar el equipo para aromatizar con fragancias que se distribuyen a partir del funcionamiento del calefactor).

Quienes desean enfrentar las bajas temperaturas con calefactores eléctricos, por su parte, pueden optar entre placas radiantes, convectores y termoventiladores, por citar algunos productos que se pueden tener en cuenta de acuerdo al presupuesto y necesidad específica de cada usuario.

Más allá de estas posibilidades, existen calefactores a leña, calefactores solares y calefactores náuticos que funcionan con gasoil que amplían las chances de uso en diversos contextos.

El blues, un género musical propio de los pobladores afroamericanos que residen en suelo estadounidense, cautiva desde hace mucho tiempo a personas de distintas culturas, edades y nacionalidades. Janis Joplin, B.B. King, Willie Dixon y Eric Clapton son algunos de los artistas que, a lo largo de la Historia, han enriquecido a este estilo musical que ha evolucionado y sufrido modificaciones desde sus inicios.

Según se cuenta, hay teorías que vinculan el surgimiento del blues como una forma artística nacida en los inicios del siglo XX que daba cuenta de las riquezas culturales y posibilidades de los hasta entonces esclavos.

Al analizar el género es posible distinguir entre blues de preguerra (ya para entonces el blues había crecido hasta el punto de generar shows teatrales) y blues inicial de posguerra (concluida la Segunda Guerra Mundial comenzaron a surgir estilos como el blues eléctrico).

En busca de mayores precisiones, podemos repasar movimientos, estilos y géneros inspirados en el blues para identificar, por ejemplo, a la modalidad de balada blues, muy tenida en cuenta dentro de la música country. El blues clásico interpretado por mujeres también se destaca por darle relevancia a la figura femenina, transformada en líder de una banda donde no faltaban los tambores, el piano ni el corno francés.

El blues hablado, por su parte, consiste en una conversación sujeta a un ritmo exacto que, de acuerdo a los expertos, marcó bases para el desarrollo del rap. La combinación de elementos propios del blues con detalles del rock and roll, en tanto, ha dado origen al denominado blues rock.

Las embarcaciones pequeñas y ligeras que, por lo general, se construyen con una sola pieza y no presentan diferencias de estructura entre la proa y la popa se conocen como canoas. En función de los materiales utilizados, su diseño y otras particularidades se clasifica a estas unidades de diferentes maneras. A continuación, varias descripciones útiles para ampliar nuestros conocimientos.

En suelo mexicano, por ejemplo, se define como canoa trajinera a aquella que se destina al transporte de carga a través de los lagos ubicados en el Valle de México.

Al hacer foco en la construcción, en cambio, podremos reconocer a las canoas primitivas desarrolladas de manera artesanal con distintas clases de madera y a otras fabricadas con aluminio para lograr resultados más ligeros y resistentes aunque, en este caso, se requiere rellenar las terminaciones con materiales de flotación para evitar que se hundan. Asimismo, hay canoas de plástico.

Analizar el diseño, por otra parte, nos brindará la posibilidad de distinguir entre canoas de Batanga (así se conoce al armazón que se utiliza para estabilizar embarcaciones) y canoas polinesias de vela (incluyen un palo o madero en el cual se sujeta una vela de mariposa).

Otro detalle a tener en cuenta es cómo se aprovechan las canoas: algunas, como hemos mencionado líneas arriba, se utilizan con fines comerciales para trasladar mercancías, pero también hay canoas que se usan en marcos deportivos (para competencias, por ejemplo) y otras que, simplemente, se destinan a usos recreativos (para pasear por un lago disfrutando el paisaje, probar suerte con la pesca en aguas tranquilas, etc).

Los acontecimientos fatídicos que generan un desastre con consecuencias que pueden abarcar desde pérdidas materiales hasta muertes se consideran catástrofes.

Hay muchas razones y contextos en los cuales se producen este tipo de cuadros, por eso es importante saber las características de cada uno a fin de clasificarlos de manera apropiada.

Las catástrofes naturales, por ejemplo, son aquellas que se desencadenan como consecuencia de la intensidad de un fenómeno de la naturaleza. Pueden ser movimientos sísmicos que provoquen avalanchas, volcanes en erupción, huracanes que destruyan todo a su paso, inundaciones surgidas por lluvias excesivas, etc.

Las catástrofes aéreas, en tanto, se desencadenan por incidentes que involucran a alguna aeronave, que puede colisionar en tierra o estrellarse en vuelo. Los motivos por los cuales puede producirse este episodio son muchos: errores humanos, fallas mecánicas, atentados, etc.

De buscar más posibilidades, podremos hacer foco en las particularidades de las catástrofes sociales, eventos que evidencian daños (temporales o permanentes) a nivel cultural dentro de una civilización. En otras palabras, son colapsos a los que se llega por efectos medioambientales (deterioros de monumentos por terremotos, inundaciones, etc) o por desastres que afectan a la población (hambrunas, pandemias, guerras), entre otras causas.

El conjunto que engloba a las catástrofes nucleares, por su parte, abarca desastres generados por explosiones de bombas atómicas o de una central nuclear, una fuga de materiales radiactivos, un accidente nuclear o bien una guerra nuclear. A raíz de estos eventos con consecuencias considerables, las áreas perjudicadas evidencian un gran nivel de contaminación, razón por la cual se aconseja despoblar la zona para que las personas y animales no queden expuestos a esas circunstancias.