Identidad (del latín identĭtas) es un término que posee múltiples acepciones (tales como el de ser una cualidad de idéntico, el de ser para la matemática una igualdad algebraica y el de dar nombre al hecho de ser alguien o algo que se supone o se busca) pero que, en líneas generales, se reconoce como al conjunto de rasgos propios de un individuo o colectividad que los caracteriza frente a los demás.
Hoy en día, el concepto puede ser utilizado para presentar a diversos movimientos políticos o sociales (como, por ejemplo, Identidad Cristiana y el grupo Identidad, Tradición, Soberanía), bautizar obras literarias, series o películas (“Señas de identidad”, “Tercera identidad”, “Identidad sustituta”, “Televisión por la Identidad”), para enriquecer el lenguaje propio de la economía (Identidad Corporativa), para desarrollar ideas propias de la filosofía y para dar a conocer realidades desde el punto de vista de la psicología, entre otras alternativas.
Los ciudadanos argentinos y los extranjeros que residan de forma temporal o permanente en territorio argentino, por ejemplo, suelen exhibir al hacer trámites o al identificarse frente a alguna autoridad un documento formal que se conoce bajo el nombre de Documento Nacional de Identidad, el cual reemplazó a las antiguas libretas cívicas y de enrolamiento.
Al mismo tiempo, se apela a la noción de identidad desde disciplinas científicas para construir las expresiones de “identidad de género” y de “identidad sexual”. Cabe destacar que la idea mencionada en primer lugar busca hacer referencia al género con el que un ser humano se identifica, es decir, a la conciencia que se adquiere sobre la individualidad como varón o mujer, mientras que la identidad sexual conjuga la psicología y la biología porque se basa en la realidad física y no en cómo se siente el individuo a nivel de género.