La idea de partido sirve, en idioma español, para hacer referencia a cuestiones que, según el contexto en el cual se emita el mensaje, pueden estar relacionadas al deporte, a la política, a una división geográfica o al ámbito lúdico, entre otras áreas.

De consultar el diccionario de la Real Academia Española (RAE) para averiguar con precisión cada una de las definiciones que se le atribuye a este concepto, podremos aprender que, además de describir a un objeto, lapso de tiempo o jornada segmentado en dos o más partes (“Este jarrón se ha partido”, “Cumplo horario partido: a la mañana estoy en la oficina y a la tarde trabajo en el local”), identifica a una agrupación de gente nucleada en una misma organización donde hay propósitos en común.

Asimismo, se puede decir que la competencia o el desarrollo de un desafío que invite a los participantes a jugar, también se reconoce como partido (“Ezequiel ganó el partido de truco”, “Los chicos organizaron un partido de fútbol para el próximo domingo”, “Si jugamos al Playstation y lográs ganarme dos partidos seguidos, yo pago la cena”).

Ante las múltiples acepciones, entonces, es posible emplear el vocablo para hablar de un partido político (como lo son, en sus respectivos países, el Partido Popular, el Partido Acción Ciudadana y el Partido Obrero Revolucionario, por citar algunos), de un partido relacionado a los deportes (tenis, hockey, fútbol, etc.) y de una división administrativa que permita individualizar a una cierta superficie geográfica (Partido de San Isidro, Partido de Lomas de Zamora).

Se conoce con el nombre de ósmosis a un fenómeno de carácter físico que permite que, pese a la existencia de una membrana de características semipermeables, un disolvente pueda atravesar esa barrera y llegar hasta otra disolución con distinto nivel de concentración respecto a la solución original. En el lenguaje cotidiano, este concepto relevante para los expertos en Física se emplea para describir casos de personas influyentes entre sí, en especial en materia de ideas o pensamientos.

Si uno profundiza en los alcances que posee este término enmarcado en cuestiones físicas no tardará en advertir que existen diferentes modalidades para concretar el proceso conocido como ósmosis.

De alterar el nivel de presión en la zona de la membrana donde se localiza la solución más concentrada, por ejemplo, se producirá un caso de ósmosis inversa porque el resultado se contrapondrá al de la ósmosis tradicional. Valiéndonos de este método, por lo tanto, podemos llegar a volver potable el agua marina ya que, con presión ejercida, el líquido se segmentará y quedará, por un lado, la sal y por otro, el agua.

De forma similar se arriba a la ósmosis forzada: en este caso, no se hace uso de la presión sino de sales que permiten lograr la separación de una solución sin influir sobre las propiedades de los productos finales.

Otra alternativa que se considera en este contexto es la llamada ósmosis por presión retardada, en la cual se trabaja tanto con agua de mar como de río para separar las sales y aprovechar, al mismo tiempo, la energía del procedimiento.

El vocablo latino paralysis derivó, con el paso de los años, en parálisis, una palabra que en idioma español hace referencia a cualquier tipo de cese de actividades, procesos y movimientos. Los médicos, en particular, hablan de parálisis frente a pacientes en los cuales se ha producido una limitación motriz o bien se ha detectado la imposibilidad absoluta de mover alguna parte de su organismo.

De acuerdo a las características y orígenes de cada parálisis que se analice, se pueden reconocer varias categorías que los expertos en Medicina crearon para ajustar cada diagnóstico y, de este modo, tener una visión clara de cada panorama.

Así, entonces, se pueden identificar algunas parálisis de raíz neurológica que se definen como centrales, tal como ocurre con la tetraplejía y la hemiplejia, y otras que inciden sobre alguno de los nervios (como ocurre con las parálisis del nervio mediano y las parálisis radiales) y se consideran de tipo periférico.

Además de las mencionadas, pueden presentarse cuadros de parálisis agitante (una dolencia progresiva y de carácter crónico que afecta en especial a personas de edad avanzada), parálisis infantil (tal como se define a una enfermedad de elevado poder de contagio y origen infeccioso que suele presentarse en la infancia pero también en otras etapas de la vida) y una parálisis generalizada ocasionada por la sífilis.

De indagar en los alcances de una cierta parálisis, en cambio, se podrá establecer si el caso estudiado responde a una parálisis localizada o una parálisis funcional, y si es un inconveniente temporal o permanente.

Como a lo largo de su existencia toda persona adopta, en función de cómo ha sido criada y los principios a partir de los cuales la educó su familia, diversas clases de valores que condicionarán sus actos y marcarán una forma específica de conducirse en la vida, en Tipos.com.mx hemos decidido hacer una primera aproximación general al concepto de valor para, a partir de allí, comenzar a presentarlos por separado.

Por eso, después de haber hecho referencia a las diferentes clases de valores morales que rigen a escala universal llega el turno de mencionar las características de los valores éticos.

Al respecto, hay que decir que, al igual que los valores de carácter moral, los valores éticos son imprescindibles para vivir de manera digna y relacionarse con los demás a partir de conductas rectas y conformes a lo que se entiende por buen comportamiento.

Hay, en este marco, valores éticos de índole fundamental (como la responsabilidad y el sentido de Justicia) y otros derivados a partir de estos preceptos básicos que pueden, en función del alcance que posean y los principios que contemplen, clasificarse como públicos (los cuales tienen influencia en los lazos sociales y animan, por ejemplo, a ser solidarios, a tener una conducta respetuosa hacia el medioambiente, a valorar la libertad, a garantizar la libertad, etc) o como valores éticos de carácter personal (conjunto de criterios que permiten apreciar la escala de valores de un cierto individuo en función de sus comportamientos a nivel amistad o al interactuar en un marco profesional, por citar algunas posibilidades).

La palabra ‘oposición’ deriva del vocablo latino oppositĭo y se emplea en diversos ámbitos para hacer referencia a un gran número de cuestiones.

Si bien, en líneas generales, este concepto remite al acto y consecuencia de oponer o de oponerse a algo, existen muchos otros significados que permiten ampliar su alcance.

La idea de oposición, dice el diccionario de la Real Academia Española (RAE), también se utiliza para hacer mención a la ubicación que puede tener un objeto respecto a otro al que se enfrenta u opone y para reflejar el antagonismo que se puede plantear entre dos elementos o cuestiones.

Asimismo, son oposiciones los procesos de selección basados en pruebas o exámenes que permiten evaluar a los candidatos o aspirantes a un determinado puesto laboral; las resistencias que se generan frente a un dicho o accionar y las agrupaciones o fuerzas políticas que, en un determinado territorio, confrontan con quienes gobiernan la nación.

De investigar con mayor profundidad las aplicaciones de este término, no se tardará en advertir que se habla de oposición en ámbitos tan distintos entre sí como la Astronomía, el Ajedrez, la Lingüística y la Política.

En base a las referencias citadas en los párrafos anteriores, es posible reconocer distintas categorías que le aportan una mayor exactitud a la expresión según el contexto donde se aplique. Así, por lo tanto, se puede hablar de oposiciones fonológicas (relacionadas a los sonidos similares entre dos o más palabras), de Oposición Liberal (frase que refiere a la alianza de sectores opuestos al gobierno de Chile en el marco de la República Conservadora) y de oposiciones planetarias (para hablar de la localización de un par de astros que, frente a nuestro planeta, se ubican en dos lugares del cielo que, a nivel diametral, se oponen), entre otras.

El concepto de oruga (vocablo que halla su origen en el latín urūca) tiene, según se advierte al consultar el diccionario de la Real Academia Española (RAE), múltiples acepciones.

Si bien es común asociar el término en primer lugar a las larvas de los insectos que pertenecen a la familia de los lepidópteros (grupo donde aparecen las mariposas y las polillas, entre otros insectos), en la práctica también se define como oruga a una clase de planta que posee carácter anual y se enmarca en el grupo de las crucíferas. Este tipo de vegetación suele crecer cerca de áreas cultivadas y sus hojas son aprovechadas con frecuencia para condimentar comidas. La salsa que se logra al mezclar estas hojas con vinagre, miel y pedacitos de pan tostado también se ha bautizado como oruga.

Lejos de concluir aquí las acepciones atribuidas a esta palabra, hay que decir además que, para los mecánicos, la oruga es un sistema basado en un módulo encadenado que se sujeta a las llantas de los rodados de gran peso para permitir su desplazamiento por superficies irregulares.

Por otra parte, para terminar de conocer mejor todos los significados que posee la noción de oruga resulta interesante mencionar a la Oruga Azul (tal como se conoce a uno de los personajes que forma parte de “Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas”) y a la oruga de mar (una clase de planta muy popular en suelo europeo, en especial en áreas cercanas a la costa).

Los expertos en Física y en el área de la Electrónica, entre otras áreas, definen como oscilador a todos aquellos equipos que, ya sea de modo eléctrico o mecánico, generan oscilaciones.

Estas maquinarias que pueden tener múltiples aplicaciones se caracterizan por producir en campos electromagnéticos o medios materiales perturbaciones o alteraciones que, según cada caso, pueden ser periódicas o discontinuas.

Como son variados los usos que se les da a los osciladores, existe una amplia gama de alternativas al respecto que varían en su composición y modo de trabajo. Hay circuitos, por ejemplo, que constituyen osciladores de tipo electrónico, mientras que otros poseen alimentación eléctrica.

Asimismo, hay sistemas que se definen como osciladores armónicos (los cuales se caracterizan por trazar oscilaciones sinusoidales tras perder el eje de equilibrio, como ocurre cuando un objeto se cuelga de un resorte) y otros que se identifican con el nombre de osciladores de cristal (productos que dependen de un resonador piezoeléctrico para realimentarse).

De investigar más al respecto, se podrán conocer las particularidades de los dispositivos conocidos como osciladores RF; descubrir las ventajas de los osciladores de puente de Wien; apreciar las características de los modelos bautizados como Pierce; evaluar los beneficios de los osciladores de cavidad y analizar las variedades que se enmarcan dentro del conjunto de los osciladores LC (donde aparecen el circuito Colpitts, el dispositivo de alta frecuencia Hartley, el diseño presentado bajo el nombre de oscilador Vackar, el oscilador Seiler y el Clapp), entre otras opciones que diversifican la oferta en materia de osciladores.

Los objetos voladores no identificados que, en ocasiones, se detectan en el espacio aéreo de cualquier rincón del mundo se suelen denominar ovnis. Este acrónimo es citado con frecuencia tanto por gente común como por especialistas en ufología para indicar la existencia de un elemento imposible de identificar y clasificar de modo normal.

Como sabrán muchos de ustedes, es habitual que al oir el concepto de ovni pensemos inmediatamente en los platos voladores que, según estamos acostumbrados a interpretar, son de origen extraterrestre. Sin embargo, existe un gran número de elementos que aún no han podido ser identificados y que, por lo tanto, permanecen catalogados como ovnis.

A lo largo de la historia, cuentan los expertos en la materia, se han analizado avistamientos de cuerpos sólidos con forma de esfera, así como también se observaron grandes figuras con apariencia de cigarro que llamaron la atención por la luz que irradiaban desde su interior. Asimismo, han existido ovnis de larga longitud que imitaban con su movimiento el desplazamiento de los gusanos y otros con formato triangular que despedían luces desde cada uno de sus vértices, por mencionar algunos casos puntuales.

Por otra parte, a nivel mundial se ha hablado mucho de los ovnis nazis. Al respecto, se puede decir que numerosas teorías y referencias bibliográficas, tanto de ficción como de no-ficción, indican que, en el marco de la Segunda Guerra Mundial, se construyeron imponentes aviones con tecnología de avanzada que, al no haber sido identificados, quedaron en la historia con el nombre de ‘ovnis nazis’.

El concepto de voluntariado, según se advierte al consultar el diccionario de la Real Academia Española (RAE), posee diferentes significados. Por un lado, describe a la agrupación de soldados voluntarios (pertenezcan, o no, a un mismo ejército) y a la incorporación voluntaria al servicio militar pero, a grandes rasgos, este término identifica a todo el grupo de individuos que, por propia voluntad y sin esperar una retribución monetaria a cambio de su labor, se unen para llevar a cabo un trabajo en común.

Como hay un gran número de razones que motivan un voluntariado, múltiples campos de acción y diferentes maneras de llevar a cabo una labor voluntaria, en esta oportunidad mencionaremos las alternativas existentes al respecto.

Si uno busca una tarea para canalizar su amor por la naturaleza y quiere colaborar en causas de defensa del medioambiente y ayudar a crear conciencia social en dicha materia, por ejemplo, puede desarrollar un voluntariado ambiental, mientras que si lo seduce la idea de sumarse en su país a una campaña que informe y concientice sobre temáticas como la discapacidad o la discriminación tiene la opción de llevar a cabo un voluntariado en acción social.

Lejos de limitarse a los mencionados líneas arriba, hay además voluntariados culturales, voluntariados deportivos y voluntariados que actúan en situaciones de emergencia, así como también es posible seleccionar una clase de voluntariado según la modalidad de trabajo y hacer referencia a opciones como el voluntariado activista o el asistencialista.

Cabe resaltar que hay otras clasificaciones reconocidas a nivel general para encuadrar al accionar voluntario de acuerdo a la estructura y al esquema de organización de cada agrupación. Así, entonces, aparecen las denominaciones de voluntariados formales o informales, los voluntariados presenciales o virtuales y los voluntariados temporales o continuos, entre otras.

El acto y consecuencia de osificar u osificarse (es decir, transformarse en una estructura ósea) se enmarca en el proceso conocido como osificación, el cual permite que se formen tejidos óseos en diversos rincones internos de los organismos.

En algunos seres, se produce durante la etapa de gestación una clase de desarrollo del esqueleto que se conoce como osificación endocondral y que tiene la particularidad de comenzar desde adentro del cartílago para concluir con el reemplazo total de éste por un tejido que, en vez de ser cartilaginoso, es de tipo óseo. Cuando la zona se empieza a osificar desde afuera para llegar hasta el centro del cartílago, en cambio, se habla de una osificación pericondral.

De no estar implicado un cartílago en este proceso, señalan los expertos, se hace referencia a la osificación intramembranosa, la cual es de vital importancia durante la formación de la estructura esquelética de los mamíferos. Este tipo de osificación, además, interviene en casos de cicatrización espontánea de una fractura de hueso y en el desarrollo primario de los huesos situados en la cabeza del ser humano.

Diferente a los demás procesos mencionados líneas arriba es el que se conoce como osificación heterotópica, un concepto identificado con la sigla ‘HO’ que describe al cuadro caracterizado por la formación de huesos en espacios del esqueleto donde no son comunes. Estas prolongaciones óseas, por lo general, surgen en la zona de los hombros, la cadera, los codos y las rodillas. Una vez definido el diagnóstico y analizado el panorama, el médico suele recomendar sesiones de fisioterapia y/o medicación para tratar el cuadro.