Tipos de miel


Con frecuencia solemos recordar que las abejas fabrican miel, pero no siempre sabemos con exactitud de qué se trata ese producto, cómo surge y cuántas variantes posee. Por esa razón, en esta oportunidad nos encargaremos de definir y de describir a la miel, una sustancia dulce que además de servir como alimento tiene usos terapéuticos y resulta útil como conservante.

El proceso de fabricación comienza al recoger el néctar de las flores que, tiempo después, las abejas mezclan en su estómago con una enzima. El resultado lo expulsan por su boca y queda en los panales, donde se destina a la alimentación de las crías.

Al analizar este fluido con el que se pueden elaborar delicias gastronómicas, es posible advertir que hoy en día se pueden identificar varios tipos de miel. Dentro del grupo obtenido de las flores, por citar un caso concreto, se puede hallar la miel monofloral (aquella que surge del néctar obtenido de una única especie vegetal); la miel multifloral (aquella que presenta diversas proporciones de néctar recolectado de flores distintas) y la miel del desierto (sustancia especial que no está disponible en todas las zonas por razones geográficas). Asimismo, existe la miel de mielato (también conocida como miel de rocío), la cual surge cuando las abejas almacenan secreciones dulces de insectos que chupan savia.

Tampoco se pueden dejar de citar a la miel cristalizada (aquella que ha cambiado su aspecto original por haberse solidificado a raíz de su exposición a temperaturas menores a 25 grados centígrados) ni a la miel de avispa (variante que se produce con ciertas especies de avispas y se reserva para ser consumida por el hombre, aunque en algunas ocasiones el resultado es tóxico y/o venenoso).