La expresión inglesa smoking, entendida como prenda de vestir preferentemente masculina, se ha trasladado al español como esmoquin, un término que el diccionario de la Real Academia Española (RAE) acepta para identificar a la vestimenta de etiqueta que, si bien es un poco menos formal que el frac, no deja de ser un atuendo reservado para ceremonias y fiestas de gran nivel y solemnidad.

Un acto oficial, un cóctel, un evento al cual asisten importantes personalidades y una ceremonia de premiación suelen ser ocasiones adecuadas para el uso de un esmoquin. Claro que no sólo los adultos los lucen: también hay diseños de esmoquin adaptados al tamaño de niños de corta edad y propuestas para que los jóvenes y los ancianos puedan mostrarse elegantes con un esmoquin.

Hay smoking a medida y smoking que se alquilan, dos opciones que varían en función de la intención y el poder adquisitivo del interesado en tener ese conjunto. Hoy en día, como se advierte al analizar el mercado actual, es posible encontrar a nivel internacional diferentes marcas, diseños, materiales y colores que amplían la oferta y la diversidad en materia de smoking.

De buscar alternativas para causar impacto y lograr un estilo propio mediante un smoking, se podrán tener en cuenta conjuntos de terciopelo, smoking blancos, smoking de seda o apostar por un smoking a lunares (como el original diseño desarrollado por Dolce&Gabbana que lució el futbolista argentino Lionel Messi para asistir a la ceremonia de entrega del Balón de Oro 2012), por mencionar otras referencias.

Después de haber definido en líneas generales el concepto de responsabilidad y de haber mencionado cuestiones referentes a las responsabilidades civiles, llega el momento en Tipos.com.mx de ofrecer información sobre la responsabilidad de carácter social.

Esta expresión, según se deduce de la práctica, engloba a todos aquellos compromisos, obligaciones y deberes que tienen, en conjunto, los integrantes de una comunidad. Como una sociedad está compuesta por numerosos sectores y cada grupo posee particularidades que los distinguen de los demás, resulta interesante saber que, en este marco, las responsabilidades también se segmentan de acuerdo a sus alcances y desarrollos.

Existe, por citar una modalidad, una responsabilidad social en materia de salud, tanto desde el plano público como desde el privado. En este contexto, se busca implementar políticas de prevención y promover prácticas saludables que beneficien a los seres humanos sin dañar el medio ambiente.

Asimismo, se puede distinguir a la responsabilidad social corporativa (también conocida como Responsabilidad Social Empresarial – RSE), un área que se enriquece a partir de contribuciones voluntarias por parte de los empresarios para conseguir no sólo beneficios para sus negocios sino también mejoras para la comunidad a nivel humano, financiero y/o ecológico.

Por otra parte, es posible reconocer a la responsabilidad social de los medios, un concepto que hace hincapié en el compromiso que deben (o deberían) tener tanto los medios de comunicación como los comunicadores a la hora de informar ya que, si bien existe la libertad de expresión, esta actividad y rubro inciden en la opinión pública: por lo tanto, se debe ser responsable al usar esta herramienta y al ejercer el derecho a informar.

Mucha información se desprende del concepto de sistema, por eso este vocablo aparece con frecuencia en Tipos.com.mx. En este espacio, como sabrán si han tenido oportunidad de leer otros artículos, ya hemos hecho referencia a los sistemas de información, a los sistemas operativos y a los sistemas de producción, pero a fin de ofrecerles datos de interés que les permitan ampliar sus conocimientos aún tenemos categorías por abordar.

En esta ocasión, tal como se adelanta desde el título, la idea es contar qué son y cómo se clasifican los sistemas de control. Con sólo analizar los conceptos de la expresión, se puede advertir que la frase alude a los mecanismos que permiten anticipar un cierto resultado al servir como contención e inspección de otras acciones o procedimientos. En la actualidad, según se desprende de la realidad, son varias las áreas en las cuales se aplican sistemas de control para minimizar la chance de inconvenientes imprevistos y conseguir un marco de situaciones ya previstas y, por lo tanto, esperadas.

De acuerdo a cómo funcione, se comporte y se ponga en marcha cada estructura de control, se pueden identificar múltiples alternativas, entre las cuales aparecen los sistemas de control de lazo abierto (aquellos donde los controladores no se retroalimentan y sólo se trabaja sobre el punto de entrada, razón por la cual no se logra tener un control preciso sobre la señal de salida) y los sistemas de control de lazo cerrado (son más complejos que los anteriores y puede ejemplificarse al poner el foco de atención en el funcionamiento y acción del termotanque que podemos usar en nuestros hogares, por ejemplo, para tomar una ducha).

En caso de considerar otros aspectos relacionados a la implementación, diseño, alcance y funcionalidad de los sistemas de control, entonces podremos identificar sistemas causales y no causales; sistemas con una única entrada y una única salida; sistemas con una entrada y múltiples salidas; sistemas con múltiples entradas y una única salida o bien sistemas de control en los cuales se observan tanto varias entradas como múltiples salidas.

Si uno profundiza sus conocimientos y asimila conceptos técnicos, también tendrá la posibilidad de saber cómo son los sistemas lineales y no lineales, los sistemas de tiempo continuo y los sistemas de tiempo discreto, por mencionar otras opciones.

Hay procesos que no siempre se pueden realizar en nuestros hogares o bien requieren conocimientos específicos para poder llevarse a cabo con éxito. De todas maneras, también hay otras actividades que sí pueden concretarse si uno sabe con anticipación cómo proceder a fin de lograr el resultado buscado.

Frente a una mezcla de dos o más sustancias, por citar una posibilidad, puede ocurrir que exista el deseo o la necesidad de separar dichos materiales: por esa razón, hoy en Tipos.com.mx hemos querido hacer referencia a las múltiples modalidades que permiten separar compuestos o mezclas a fin de que ustedes puedan aprender o recordar qué métodos son efectivos para este propósito de separación.

En primer lugar, se puede proponer como plan de división de mezclas a la decantación, una opción ideal para separar un sólido de un líquido o bien a dos líquidos con diferentes densidades. Este sistema, según se deduce de la práctica, se utiliza con frecuencia en las aguas residuales tratadas para evitar contaminación.

La tamización es otra alternativa. En este caso, interviene un par de sólidos con tamaños distintos, entonces a través de un tejido podemos lograr que las partículas más pequeñas desciendan y queden separadas de las partículas más grandes, tal como puede ocurrir si trabajamos con una mezcla de harina y granos de arroz.

De profundizar al respecto, encontraremos que hay medios de separación tanto químicos como mecánicos y que existen muchas formas para separar materiales, incluso con la posibilidad de poder trabajar con procedimientos combinados.

La destilación, la evaporación, la cristalización, la filtración y la separación magnética son otros métodos a tener en cuenta al analizar la posibilidad de realizar una separación de mezcla.

Los médicos diagnostican sinusitis cuando detectan en un paciente un cuadro inflamatorio de los senos paranasales y de la mucosa de la nariz. Este panorama, dicen los expertos, puede deberse a una reacción alérgica, a una infección de origen viral o bacteriano o bien a una mezcla de factores.

Las secreciones continuas, la tos, las obstrucciones nasales, la fiebre y dolor en distintos puntos del rostro son parte de los síntomas que experimenta la persona que padece sinusitis.

Según cuánto se prolongue esta afección, se tratará de un cuadro de sinusitis agudo (el cual no se extiende por más de cuatro semanas); de una sinusitis subaguda (si se mantiene entre cuatro y doce semanas) y se clasificará como crónica si la situación persiste a lo largo del tiempo. En este último caso, adquieren relevancia otras dos categorías: una es la de sinusitis crónica hiperplásica (si aparecen pólipos nasales) y la otra, la de sinusitis crónica sin pólipos.

Cabe resaltar, además, que es común la aparición de sinusitis tras el desarrollo de un cuadro de rinitis, razón por la cual es habitual que se emplee en la mayoría de los casos la expresión rinosinusitis. En función de los resultados que arrojen los estudios a los cuales se somete al paciente para determinar qué tiene la persona que consulta al profesional, cuál es el origen de la patología y con qué particularidades se presenta el cuadro, además de los diagnósticos mencionados líneas arriba se podrá ratificar o descartar si se trata, por ejemplo, de una rinosinusitis fúngica alérgica.

Se define silo a la construcción o sitio en el cual se conservan, sin condiciones de humedad, semillas, forrajes y diversas clases de granos. Este término, en un contexto general, identifica también a cualquier espacio oscuro y de gran profundidad que se localiza debajo de la superficie terrestre, así como al depósito (también subterráneo) de misiles.

De acuerdo a los expertos, los silos más comunes que se emplean en Agricultura poseen formato cilíndrico y suelen estar fabricados con metales, maderas u hormigón armado. De todas maneras, resulta interesante tener en cuenta que no existe un único tipo de silo, sino que varían tanto las estructuras como los materiales que se depositan en él.

Así, entonces, se pueden reconocer a los silos de grano y a los silos de materia verde, además de tener la posibilidad de identificarlos con mayor exactitud a partir del almacenamiento. Se habla, en este marco, de silos de alfalfa y de silos de maíz, más allá de la clasificación de las estructuras, que da lugar a expresiones como las de silos de bolsa (sacos de tamaño considerable cuya descarga se realiza con un cargador con palanca, este sistema no demanda grandes inversiones de dinero y resulta útil para cualquier periodo de cosecha), silos de torre (muy habituales en poblados australianos, donde se agrupan los granos procedentes de varios pueblos para luego transportarlos hasta algún puerto que permita su exportación) y silos de búnker (tal como se define a ciertas trincheras de apariencia esférica dotadas con un tubo que conecta con una planta de procesamiento en las cuales la descarga se lleva a cabo con tractores).

El concepto de sinestesia, a juzgar por las aplicaciones prácticas de este término, puede abordarse desde una perspectiva psicológica, desde el campo de la retórica, desde una visión artística (y valerse de él tanto en la Pintura como en la Literatura y en la Música) o bien desde la Biología.

De acuerdo a la teoría, el vocablo puede describir al efecto secundario que surge en una parte corporal a raíz de otro estímulo detectado en otro sector del organismo, así como también puede identificar a una sensación subjetiva que se hace evidente por la estimulación de un cierto sentido. Asimismo, esta palabra da nombre a una figura retórica o tropo basado en la unificación de realidades o imágenes derivadas de diferentes campos sensoriales.

Tras repasar diversas definiciones atribuidas a esta noción, estamos en condiciones de profundizar en esta idea para contar, por ejemplo, que alguien señalado como sinestésico tiene la capacidad, a raíz de la estimulación de una droga psicodélica por mencionar una posibilidad, de visualizar sonidos (es decir, de combinar los sentidos de la vista y del oído) y de estimular su sentido del gusto al usar el tacto para evaluar la textura de un elemento. Asimismo, esta clase de individuos puede oir tonalidades cromáticas.

Según los expertos, existen múltiples clasificaciones para este efecto. Así, entonces, se puede catalogar a la sinestesia como léxico a gusto (es decir, al pronunciar un término se experimenta el sabor de ese vocablo), hablar de una sinestesia de grafema en color (relacionar ideas, números, símbolos o caracteres con un color determinado) o bien definir la sinestesia como música en color (cuando el individuo logra visualizar distintos colores en función de una melodía).

La idea de sesgo guarda relación con el verbo sesgar (es decir, torcer o cortar una cosa), pero la aplicación e interpretación de este concepto es diversa. Como adjetivo, además de describir a algo que ha sido quebrado o inclinado, permite aludir a aquello que se muestra pacífico o con quietud, así como al semblante serio o con expresión arrugada. Asimismo, la noción se utiliza para identificar al rumbo de una negociación o bien al quiebre que sufre un negocio si su raíz es dudosa o conflictiva.

De analizar el campo de aplicación de este vocablo, entonces podremos advertir que la palabra es parte de la Matemática, de la Electrónica, de la Astronomía, del área relacionada a la Información y de la Psicología.

Las clasificaciones, por lo tanto, son numerosas y le aportan diversidad al término ‘sesgo’. Existe, por ejemplo, el sesgo estadístico (el cual marca la diferencia que hay entre el valor numérico de un parámetro que se analiza y su esperanza matemática) así como el sesgo de reloj hace referencia a la desviación que se advierte en ciertos dispositivos utilizados para medir el tiempo. El sesgo cognitivo, por su parte, es un efecto de índole psicológica que genera un desvío en cómo se procesa aquello que se percibe, razón por la cual la persona pierde la capacidad de razonar con lógica y de comprender por completo la realidad.

Otras clases de sesgos: sesgo de Malmquist, sesgo de información científica, sesgo muestral, sesgo de memoria, sesgo de confirmación, sesgo de correspondencia, sesgo de autoservicio y sesgo de selección.

El concepto de seta se suele utilizar, en la mayoría de los casos, para identificar a todas las clases de hongos que poseen aspecto de sombrilla, pero no es la única acepción reconocida para este término. Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), también esta palabra puede funcionar como sinónimo de seda o servir para mencionar la parte derretida de una vela.

Entendidas como parte del reino Fungi, se pueden describir como ciertas estructuras que producen algunas variedades de hongos y que sobresalen por su capacidad para generar esporas.

De analizarlas a partir de su modo de alimentación, se puede hablar de setas parásitas (se nutren de seres vivos, razón por la cual se encuentran en troncos de árboles y plantas), de setas saprófitas (se alimentan a partir de materiales orgánicos presentes en suelos húmedos) y de setas simbióticas (aquellas que viven en conjunto a otro organismo).

Si centramos la atención en cómo las setas producen esporas, entonces se podrá hacer alusión a los hongos ascomicetos (las esporas se generan en una estructura conocida como asca) y a los hongos basidiomicetos (las esporas surgen en el basidio).

Claro que, a nivel general, es más sencillo reconocer a las setas de acuerdo al valor, la utilidad y los efectos que poseen sobre el ser humano. En este contexto, se suelen identificar a las setas comestibles, a las setas tóxicas (no aptas para ser consumidas por su carácter venenoso), a las setas alucinógenas y a las setas que, si bien no son tóxicas, no suelen ser empleadas con fines gastronómicos.

En Tipos.com.mx ya hubo oportunidad de definir a los sensores y contar particularidades de los sensores de movimiento, pero todavía quedan datos interesantes para ofrecer acerca de esta temática. Como el título de este artículo lo indica, la idea es presentar en esta ocasión detalles sobre los sensores de temperatura y señalar qué variedades hay al respecto.

En primer lugar, hay que recordar que se conoce como sensor de temperatura al dispositivo capaz de reaccionar frente a un estímulo térmico, el cual, una vez detectado, se traduce en señales de carácter eléctrico decodificadas y procesadas por el equipo al que pertenece el sensor en cuestión.

Los expertos que conocen estas piezas y las utilizan con diferentes fines describen varias clases de sensores de temperatura. Uno de ellos se denomina termistor y funciona a partir de la variación de la resistencia eléctrica que, frente a la temperatura, manifiesta un semiconductor. Estos elementos, que se fabrican con distintos formatos y estilos, pueden ser de tipo NTC (sigla que equivale a la expresión en español “Coeficiente de Temperatura Negativo”) o PTC (“Coeficiente de Temperatura Positivo”).

Otra alternativa es el RTD, tal como se identifica a un detector de tipo resistivo en el cual se altera la resistencia de un conductor que entra en contacto con una fuente térmica. Asimismo, es posible encontrar la opción del termopar, nombre que recibe el dispositivo que es capaz de efectuar la medición de una temperatura valiéndose de fuerzas electromotrices que se desprenden del calor presente al soldar un par de metales diferentes. De esta última modalidad de sensor de temperatura existen múltiples variedades y versiones, entre las cuales aparecen los termopares tipo E (aconsejados para actividades criogénicas), tipo K (resistentes a la oxidación) y tipo B (ideales para medir temperaturas por encima de los 1.800º centígrados).