Desde hace varios años, una gran cantidad de personas distribuidas por el mundo disfrutan los diferentes modelos que la empresa Apple Inc. lanza cada cierto tiempo para renovar el interés general por la línea de reproductores portátiles de audio conocida como iPod.
Dada la renovación constante de estos equipos capaces de reconocer y reproducir archivos en numerosos formatos, ya casi nadie por ejemplo utiliza en la actualidad el iPod Classic (con diseño metalizado, pantalla LCD a color y una capacidad de almacenamiento de hasta 160 GB, entre otros rasgos distintivos) que dejó de comercializarse en 2014 a partir de los lanzamientos del iPhone 6 y del iPhone 6 Plus. Un año más tarde, salió al mercado la octava generación de iPod Nano, nacido en septiembre de 2005: por ese entonces solo podían elegirse los diseños en blanco o en negro y tres capacidades, detalles que se fueron ampliando a medida que estos equipos se modernizaron.
El iPod Shuffle carente de pantalla pero capaz de almacenar archivos en una memoria flash e ideal por su tamaño y formato para llevarse como llavero USB, el iPod Hi-Fi con diseño blanco y la salida de altavoces en negro que salió al mercado a comienzos de 2006, el iPod Touch que se presentó en sociedad a mediados de 2007 y el iPod Mini que dejó de fabricarse en 2005 tras la aparición del ya mencionado iPod Nano son otros de los productos que ganan relevancia cuando uno repasa la historia de este dispositivo tecnológico con múltiples funcionalidades.