Cuando se bordea con líneas una figura o contorno de algo, se logra un delineado.

Gran parte de las mujeres y algunos hombres suelen delinear sus ojos, ya sea por razones estéticas o artísticas. Incluso se acostumbra delinear los ojos de los niños para fiestas de disfraces y actuaciones sobre un escenario.

Asimismo, hay quienes realizan delineados de labios para resaltar la zona y otorgarle un volumen seductor a la boca (en especial, cuando se tienen labios muy delgados y finos) y otros que marcan sus cejas con un delineado sutil que de idea de naturalidad y evite de este modo la apariencia superficial.

De prestar atención a las aplicaciones prácticas de los delineados descriptos líneas arriba, podremos descubrir que estos diseños sobre el rostro pueden ser realizados en negro o en diferentes gamas de colores, como así también existe la posibilidad de sumarle productos especialmente elaborados para el rostro humano que aporten brillo y glamour sin dañar la piel. El secreto de esta técnica es respetar las formas originales de ojos, boca, cejas a la hora de llevar a cabo el delineado y poder, de este modo, destacar rasgos sin excederse con el maquillaje.

Más allá de los delineados en diferentes zonas del rostro, es posible descubrir delineados en dibujos artísticos. Existen, por ejemplo, publicaciones repletas de gráficos para colorear, donde sólo se observan contornos, es decir, figuras delineadas. Pueden ser personajes, edificaciones, figuras abstractas, etc: las alternativas son infinitas porque todo surge de la creatividad de su autor. Es posible encontrar, en este marco, delineados suaves casi imperceptibles y delineados logrados con trazos fuertes y gruesos, que le otorgan a la imagen más precisión y detalles.

El concepto de cutis suele asociarse a la piel, en especial a la que se encuentra en el rostro humano. Algunos hombres y gran parte de las mujeres suelen proteger y cuidar el aspecto de la zona facial con productos cosméticos que retrasan la aparición de arrugas y humectan el cuerpo.

Cuando en la cara se advierte un exceso de grasa y una apariencia brillosa que resulta aceitosa al tacto, se hace alusión al cutis graso. Más allá de que este cuadro es habitual en adolescentes a raíz de las alteraciones hormonales, a toda edad se puede tener cutis graso por no descansar bien, padecer estrés y ansiedad y no adoptar hábitos alimenticios saludables.

Otros individuos, por su parte, luchan a diario con tratamientos y tips (se suelen tener en cuenta las exfoliaciones, las mascarillas hidratantes, etc) que les permitan mejorar el estado de su cutis áspero, donde la piel se ve seca, descamada y poco saludable.

También es frecuente el caso de gente con cutis mixto, es decir, que posee en su rostro partes grasas y otras zonas resecas. Para controlar el exceso de grasa y lograr una piel suave, radiante, lisa y luminosa hay que mantener la zona bien hidratada, tonificada y equilibrada para quitar las células y neutralizar los brillos.

De no existir en la piel del rostro imperfecciones (manchas, acné, cicatrices) y lucir humectada, vital y fresca, en cambio, adquiere relevancia la expresión “cutis de porcelana”, un privilegio que muy poca gente consigue disfrutar pero que es resultado de una vida sana y dedicación al cuidado del cuerpo.

Al acto de deglutir (es decir, de ingerir sustancias sólidas o líquidas, masticarlas y tragarlas para hacerlas pasar de la boca a la faringe y esófago y, luego, hasta el estómago) se lo define como deglución.

Se trata de un proceso donde tienen lugar una serie de contracciones ordenadas de los músculos generada por un reflejo. Cuando los movimientos de los músculos faciales no son coordinados ni voluntarios, entonces se desencadenan cuadros de deglución atípica. Esta situación puede surgir en mayor medida en personas en las cuales predomina la respiración por la boca, se ha utilizado el chupete o tetilla del biberón por más tiempo del aconsejado, prevalece la alimentación blanda o tienen el hábito de comerse las uñas.

Las degluciones atípicas se caracterizan por incluir estiramientos de la cabeza al masticar y tragar, interposiciones linguales que generan mordidas abiertas, ruidos al momento de tragar y dejar residuos en el área bucal después de la deglución. En niños pequeños se advierte, desde el momento del nacimiento, una deglución visceral que evoluciona a medida que se incorporan sólidos a su alimentación y se ejercitan los músculos faciales.

Quienes evidencian una deglución faríngea lenta, por su parte, pueden ser sometidos a la técnica de la deglución supraglótica, donde el individuo debe ser capaz de contener la respiración, deglutir y toser para dejar limpia la faringe. Si se trata de un paciente con un cierre glótico ínfimo, entonces se apela a la deglución supersupraglótica, donde se le solicita hacer fuerza antes de iniciar el proceso de deglución.

En muchos ámbitos está presente el concepto de demanda. Esta palabra, a nivel general, se interpreta como sinónimo de requerimiento, solicitud o petición pero en los planos económico, geográfico y químico los significados son diferentes. Por esa razón, resulta interesante conocer las categorías en las cuales se divide, en cada contexto, la idea de demanda.

En un laboratorio se puede trabajar, por ejemplo, sobre muestras en estado líquido para poder determinar el nivel de demanda química y/o biológica de oxígeno que poseen. Los expertos en Geografía, por su parte, ubican en territorio español localidades bautizadas como Sierra de la Demanda y Monterrubio de la Demanda.

En cuestiones económicas y financieras, en tanto, adquieren relevancia expresiones como la curva de demanda (herramienta gráfica importante para establecer un equilibrio entre la oferta y la demanda de bienes por parte de los consumidores), crisis de demanda (generada a partir de un desequilibrio evidenciado en el mercado y que repercute en la demanda), demanda en el mercado de trabajo (solicitudes de empleo y puestos de trabajo) y demanda agregada (cantidad de servicios y bienes a los que se accede a un precio específico), por indicar algunas a modo de referencia.

Los abogados, en cambio, abarcan en su vocabulario técnico nociones como las de demanda reconvencional (acción judicial que lleva adelante el demandado a modo de respuesta hacia la demanda inicial que lo involucra), demanda judicial (acción de inicio procesal) y contestación de la demanda (herramienta procesal que le permite al demandado exponer sus explicaciones y defensas ante la acusación de la demanda).

Se dice que la debilidad se evidencia en los seres vivos cuando éstos carecen de fuerza, energía o vigor, ya sea a nivel físico como emocional. Esta palabra, además, permite hacer referencia al enorme afecto que se puede tener por alguien y a la pasión que hace que algo o alguien se vuelva irresistible para uno y que condicione por este motivo a la propia fuerza de voluntad. Por ejemplo: “Tengo debilidad por mi sobrina, satisfago todos sus caprichos, no sé decirle que ‘no’”, “Siento una gran debilidad por los postres, no me puedo resistir a ellos”.

Si analizamos las categorías que extienden y diversifican el uso del concepto de debilidad, saldrán a la luz múltiples alternativas con definiciones muy diferentes entre sí.

Es posible, por ejemplo, reconocer a la debilidad muscular que se advierte como consecuencia de una alimentación deficiente, una intoxicación o una enfermedad, por señalar tres de las causas más comunes.

La debilidad abordada a escala general, donde el individuo o animal se ve frágil e inestable, puede ser generalizada o localizada. También puede ocurrir que se trate de una debilidad subjetiva (un cuadro que lleva a la persona a sentir que ha perdido sus fuerzas por tener agotamiento, cansancio y problemas que lo agotan pero sin que ello signifique una pérdida real) o que, en efecto, no se tenga fuerza física y se trate de una debilidad objetiva.

Asimismo, es posible diferenciar a la debilidad progresiva (producto de enfermedades y el inevitable paso del tiempo) frente a la debilidad repentina (que aparece de manera abrupta también como síntoma de una cierta patología pero que no se prolonga con el paso del tiempo).

A escala mundial pueden identificarse distintas clases de cultivos, dentro de los cuales aparecen los cultivos agrícolas que ya describimos en otro artículo de Tipos.com.mx. Hoy, con el propósito de agregar información sobre el tema, haremos foco en las particularidades de los cultivos hidropónicos.

Se trata de una técnica que propone cultivar a partir de disoluciones minerales o medios inertes evitando así a los tradicionales suelos agrícolas.

Este método, conocido también por la denominación de cultivo sin suelo, permite cultivar una amplia variedad de alimentos, entre los que se pueden encontrar fresas, tomates, espinacas, lechugas y pepinos.

Si bien la mayor parte de los cultivos hidropónicos surgen a gran escala para uso comercial o industrial, en los últimos tiempos se ha apelado a cultivos hidropónicos de menor escala en jardines, terrazas y patios particulares, destinados a satisfacer las necesidades alimenticias de la familia que los desarrolla.

Un dato interesante a tener en cuenta es que se pueden desarrollar cultivos hidropónicos haciendo siembras directas por medio de la distribución de semillas en los sustratos (logrados con sólidos que pueden ser orgánicos o inorgánicos según la elección de quien lleve a cabo el proyecto) o bien aprovechar la técnica tras un trasplante de plantas previamente desarrolladas en semilleros.

De buscar más precisiones acerca de estos procedimientos, encontraremos las modalidades de cultivos hidropónicos automatizados, cultivos hidropónicos dispuestos en forma vertical (para aprovechar la altura de las paredes y así ahorrar espacio, entre otras ventajas), cultivos hidropónicos rotatorios y cultivos hidropónicos orgánicos, por señalar algunas a modo de referencia.

Varias son las interpretaciones reconocidas de manera oficial para el concepto de dardo.

A nivel general, suele definirse como dardo a la especie de lanza finita y tamaño pequeño que se arroja con la mano hacia un blanco. Hay quienes, por su parte, describen como dardo a los dichos o comentarios con contenidos agresivos o satíricos, mientras que otros aprovechan la noción como sinónimo de mújol (un tipo de pez que habita las aguas del Mediterráneo).

Hay, como se advierte al investigar los alcances de este vocablo, numerosas clases de dardos. Algunos de ellos se utilizan para jugar y competir en dianas. Hay, en este marco, dardos de punta de acero (reservadas para las dianas tradicionales o de pelo), dardos electrónicos o elaborados con puntas de plástico (ideales para dianas electrónicas) y dardos de cerbatana (piezas diminutas, se arrojan a una distancia mayor respecto a las opciones anteriores).

Cuando se trata de un arma capaz de mantener, por cierto tiempo y distancia, un vuelo estable, se hace alusión a proyectiles similares a las jabalinas pero con plumas en la cola para estabilizar y flexibilizar el lanzamiento, a otros que tienen una punta de hierro y fueron utilizadas entre la Edad de Bronce y la época medieval y a un arma muy popular durante la Edad de Piedra que se basa en una piedra con mucho filo.

Un último dato sobre esta palabra: también se pueden encontrar personas bautizadas con el nombre de Dardo, como ha ocurrido con el político, docente y periodista argentino Dardo Rocha (cuyo nombre real era Juan José Carlos Jacinto Dardo Rocha y Arana).

El acto de degustar se conoce como degustación. Se trata de experiencias que apuntan a dar a conocer entre los consumidores y especialistas un cierto comestible o bebida. Al dar de probar de manera gratuita un jugo, una galleta o una propuesta similar, más gente conoce la marca y puede comprar el producto si fue de su agrado.

Las degustaciones pueden tener lugar en eventos específicos (como una feria o un concurso) o en stands dispuestos en shoppings, centros comerciales, supermercados, fiestas, etc.

Son frecuentes, por señalar un caso puntual, las degustaciones (o catas) de vino, donde además del sentido del gusto entran en juego la vista, el tacto y el olfato. Asimismo, es posible participar en una degustación de quesos (organizada de forma tal que primero se aprecien los sabores más suaves y, después, los más intensos), en una degustación de café (por el lanzamiento de una marca o sabor, por ejemplo), en una degustación de helados (una actividad que puede incluirse, por proponer una alternativa, en el programa de una exposición o feria del sector) o en una degustación de sushi (como parte de un circuito gastronómico o de la inauguración de un local).

Las personas veganas, por su parte, suelen aprovechar degustaciones gratuitas de comidas elaboradas con ingredientes que no poseen procedencia animal. En este caso, además, se busca llegar a sectores de la población que no han adoptado aún la modalidad de nutrición saludable que evita productos derivados de animales para demostrarles que la dieta vegana, donde se prioriza el respeto por la vida, es variada, sana y rica.

Custodia tiene, a diario, mucha gente: desde los presos que son vigilados y escoltados por alguien de la fuerza de seguridad para evitar fugas hasta las personalidades adineradas y famosas (un político en actividad, una estrella de rock). Asimismo, se apela a la custodia durante el transporte de caudales, para garantizar el bienestar de un testigo protegido de una causa judicial y para resguardar a gente que podría ser objeto de ataques por denunciar cuestiones complicadas o tener a cargo una causa judicial de gran importancia, por ejemplo.

Las aplicaciones son numerosas, pero lo interesante de este término es que está sujeto a múltiples interpretaciones y clasificaciones, incluso abarcando a la religión católica. Dentro del catolicismo, se define como custodia al objeto confeccionado en plata u oro en el cual se expone ante los fieles la hostia consagrada.

Los expertos en Derecho de Familia, en cambio, aluden a la idea de custodia legal para describir la situación jurídica que se desencadena al emitirse una sentencia que deja a personas incapacitadas o menores de edad bajo responsabilidad, guardia y custodia de un mayor (que puede ser su madre, su padre u otro individuo según cada caso). En el marco de un divorcio o separación conyugal donde hay hijos, suele decretarse la custodia compartida excepto que existan razones que impidan o vuelvan a esta opción peligrosa para los menores.

Asimismo, se hace referencia a la custodia cuando una institución o persona cuida, atesora y conserva piezas o documentación valiosa. Por señalar una posibilidad: “Los manuscritos están bajo custodia de la biblioteca local”.

El acto y consecuencia de delirar se describe como delirio. Esta palabra, de origen latino, también se aprovecha en la vida cotidiana como sinónimo de disparate, locura o despropósito. Los expertos en Psicología, por su parte, hacen uso del término para identificar al estado de confusión que una persona evidencia al actuar de modo incoherente, repetir pensamientos ilógicos y experimentar alucinaciones.

De acuerdo a los expertos, hay pacientes que sufren delirios paranoides. Este cuadro, una especie leve de paranoia, incluye como parte de los síntomas conductas agresivas, egolatría y manías persecutorias. En los casos graves de psicosis, en cambio, se desarrollan delirios mesiánicos, donde el sujeto se cree un enviado de Dios o de un Ser Supremo para erradicar el mal.

El delirio erotomaníaco, en tanto, es un trastorno inusual pero posible que lleva a quien lo padece a convencerse de que alguien de un nivel socioeconómico superior al de él se ha enamorado de él.

El delirio hipocondríaco, por otra parte, es un sindrome caracterizado por la fuerte creencia y una desmedida preocupación en padecer, ante cualquier síntoma menor, una grave dolencia o problema de salud.

Más allá de los cuadros descriptos, también existen los delirios persecutorios, los delirios no patológicos, los delirios extraños (como está considerado, por ejemplo, el delirio encapsulado) y los delirios celotípicos, entre muchos otros.

Diferente es la situación cuando se apunta a alguien por tener un “delirio de grandeza”, ya que esta expresión se reserva a la descripción de actitudes, comportamientos y hábitos de alguien que intenta mostrar un estatus o nivel más alto del que, en realidad, posee.