Tipos de tacto


En el vocablo latino tactus se origina el concepto de tacto. Esta palabra, además de identificar al sentido que nos permite a los seres humanos tocar y captar sensaciones a partir de nuestras manos, describe al modo de actuar o conducirse frente a un hecho delicado (“El maestro no tuvo tacto para manejar el problema entre los alumnos”, “¡Qué falta de tacto! ¿Cómo vas a preguntarle por su ex novio en presencia de su actual pareja?”) y le sirve a los médicos para hacer referencia a la técnica de exploración corporal que se lleva a cabo con uno o más dedos.

TactoVarias son las aplicaciones prácticas de esta noción, que también da origen a expresiones como “tacto social” (condición que se tiene al interactuar en sociedad, donde se requiere actuar con cortesía y educación), “tacto de codos” (arreglo que se realiza con la complicidad de diversas personas para obtener un beneficio o favorecer una situación) y “tacto rectal” (método que le permite al profesional de la salud detectar de manera precoz ciertas patologías relacionadas a la zona pélvica).

De hacer foco en el sentido del tacto, por otra parte, podremos advertir que existen dos modalidades de aprovecharlo ya que a veces hacemos uso del tacto fino (detallado, nos permite identificar y apreciar las particularidades de los objetos que uno toca con uno o más dedos de la mano) mientras que, en otras circunstancias, apelamos al tacto grueso (roce de piel que al carecer de profundidad no permite percibir texturas, formatos, dimensiones ni otras variables precisas).