Quienes realizan facturas o emiten comprobantes saben de qué se tratan los talonarios, pero como no todas las personas saben con precisión en qué consiste este concepto y cuántas clases de talonarios existen, hoy en Tipos.com.mx vamos a ofrecer información general al respecto.

En primer lugar, resulta interesante recordar que este término deriva de talón y está relacionado a las libranzas. Así, entonces, además de servir como adjetivo para describir a todo lo que esté vinculado a los talones brinda la posibilidad de individualizar los recibos, billetes, documentos y cheques que forman parte de un cuadernillo en el cual las copias quedan encuadernadas porque sirven de comprobantes.

Cuando uno se pone a investigar qué son y cómo son los talonarios no tarda en advertir la existencia de diferentes variedades de talonarios. Hay, por citar algunas referencias, talonarios de rifas que pueden diseñarse en función de las necesidades del organizador del sorteo (hay talonarios en blanco y negro, en color, de tamaños diversos y con datos que pueden variar entre un documento y otro); talonarios de facturas (tipo A, B, C, etc); talonarios con cupones de descuento (válidos para restaurantes, cines, hoteles, comercios); talonarios de entradas para eventos (a menudo son bonos contribución para recaudar fondos); talonarios de cheques; talonarios de pagos y talonarios de taxis, entre otras.

Tal como se deduce al analizar los datos del párrafo anterior, se trata de un concepto de amplio alcance que identifica a un elemento que sirve como recurso en numerosos ámbitos y es útil en diferentes circunstancias.

La palabra en español ‘tacha’, con varias acepciones incluidas en el diccionario de la Real Academia Española (RAE), deriva del vocablo francés tache.

En la vida cotidiana, solemos relacionar a este término con el acto de tachar (“Si tacha otra vez mi nombre en su agenda, juro no hablarle nunca más”) pero son muchas otras las definiciones oficiales.

Una tacha puede ser un elemento diminuto similar a una tachuela o clavo; un defecto o falla que hace imperfecto a algo; un motivo respaldado por las leyes para desestimar, en una causa, la declaración de algún testigo. En ciertos países, además, se menciona como tacha al equipo utilizado al fabricar azúcar que permite evaporar el jarabe en vacío hasta el punto de lograr que la masa se cristalice. Asimismo, existen tachas viales reflectivas para demarcar zonas.

Si interpretamos a las tachas como un recurso para decorar ropa, accesorios (colgantes, carteras, bolsos, etc) o calzado, entonces podremos llegar a distinguir múltiples propuestas. Hoy en día, el mercado ofrece personalizar prendas con tachas autoadhesivas, tachas aptas para costuras, tachas de colores, tachas de formato cónico con terminación en punta y tachas con strass, entre muchas otras que le aportan diversidad al rubro.

Otro dato interesante a tener en cuenta es que existen tachas para ropa con diferentes formas, tales como cuadrados, círculos, estrellas, corazones, calaveras y hasta animales. Así, entonces, hay a disposición una amplia variedad de tachas para satisfacer las pretensiones de toda clase de personas que desean que las tachas sean parte de su look.

El acto y consecuencia de tasar (es decir, de estipular de modo oficial el precio mínimo o máximo de algo) se define como tasa. Esta palabra (que suena parecido y hasta tiene una diferencia de una letra con taza pero no tiene similitudes con este término en materia de significado) también se aprovecha para describir el vínculo entre un par de magnitudes y, en Derecho, identifica a un tipo específico de tributo.

Se trata, como se advierte al repasar los usos prácticos de esta noción, de un concepto de múltiples aplicaciones. En suelo chileno, por mencionar un caso puntual, se hablaba en otros tiempos de la Tasa de Gamboa, la Tasa de Esquilache y la Tasa de Santillán, todas tasas que se aplicaban sobre los trabajos indígenas.

De buscar otras utilizaciones, entonces adquirirán relevancia las ideas de tasas de granos (focalizada en el control de precios); de tasa de fecundidad, tasa de fertilidad, tasa de natalidad y tasa de mortalidad (entre otras donde funciona como un coeficiente útil a nivel demográfico); tasa de interés, tasa de desempleo, tasa de cero riesgo, tasa de descuento, etc (en el plano económico); de tasa de supervivencia (dato que se maneja en el ámbito de la salud y se subdivide a su vez en las categorías de tasa de supervivencia actuarial o global a cinco años y de tasa de supervivencia específica o relativa a cinco años); de tasas de transferencia (expresión aprovechada por los expertos en Telecomunicaciones e Informática para hacer alusión a la velocidad en la cual se transfieren los datos en un sistema de transmisión digital) y de tasas de escurrimiento (propia del área de la Hidrología).

A diario, mucha gente hace referencia al talento que tiene alguien para una determinada actividad o tarea. Incluso, nosotros mismos a menudo nos reconocemos talentos y hacemos referencia a esa noción de la cual no todos conocen su origen o significado concreto. Por esa razón, dada la popularidad de esta palabra, hoy centraremos la información en sus definiciones y aplicaciones con el propósito de ayudarlos a ampliar sus saberes generales.

En primer lugar, resulta oportuno a modo de introducción señalar que talento es un vocablo que deriva de talentum, un término del latín que a su vez procede de una locución griega.

El concepto de talento, a juzgar por los datos volcados por la Real Academia Española (RAE) en su diccionario, sirve para describir las aptitudes, las capacidades innatas y la inteligencia de un ser humano. Asimismo, se trata de una expresión que permite hacer referencia a una antigua moneda de romanos y griegos.

De abordar esta palabra desde la perspectiva de las habilidades, entonces se puede distinguir entre talentos deportivos (si un joven evidencia una destreza extraordinaria en el manejo de la pelota y se convierte así en un futbolista exitoso, por ejemplo), talentos artísticos (si alguien pinta o canta de manera asombrosa), talentos laborales (se manifiestan en entornos de trabajo en los cuales alguien demuestra capacidad para el trabajo en equipo y tiene facilidad para resolver ciertas cuestiones), talentos científicos (aquellos que poseen quienes se dedican a alguna ciencia) y talentos artesanales (idoneidad para las artesanías), por mencionar algunos a modo de referencia.

Nos acompañan en nuestros desayunos y meriendas, así como también cuando necesitamos tomar una infusión por tener frío o sentirnos mal… Para conocer mejor la oferta en materia de tazas (de estos productos se trata este artículo, tal como se anuncia desde el título), nada mejor que prestar atención a los párrafos que se encuentran a continuación.

Las tazas, como sabrán, son vasijas de tamaño pequeño dotadas con un asa que, a diario, utilizamos para tomar café, té, leche y hasta caldos, por mencionar algunas opciones. Para cada líquido, existe un formato y medida de taza en particular, un dato que invita a conocer en detalle las particularidades de estos objetos que, además, son aprovechados como referencia en la gastronomía. ¿Quién no leyó, alguna vez, una receta que indicara 1 taza de harina, 2 tazas de azúcar, 1 taza de agua, etc?

Materiales, medidas, formas y diseños son parte de las variables que influyen en la diversidad de estos elementos. Si uno analiza rápidamente las alternativas comerciales o revisa qué clase de tazas posee en su propio hogar, podrá reconocer diferencias entre las tazas de té y café, así como individualizará a las tazas lisas de un solo color frente a las tazas con apariencia de animales.

Hay, para complementar el rubro, tazas para recién casados (ideadas de forma tal que una taza, por su dibujo o la leyenda que lleva impresa, requiere la otra para no quedar por la mitad), tazas infantiles que impiden que los líquidos se vuelquen, tazas de vidrio transparente, tazas de porcelana, tazas de cerámica, tazas tecnológicas que modifican su apariencia en contacto con un líquido caliente… Como resulta evidente, al buscar una taza es posible ver satisfecha toda clase de preferencias o necesidades.

Con origen en el vocablo en latín tectum, la palabra techo se utiliza en idioma español para hacer alusión a múltiples cuestiones. Su interpretación más común la relaciona a las cubiertas que cierran un ambiente en un hogar o construcción (“Hay una rajadura en el techo de la cocina”, “El techo de la habitación está recién pintado”), pero también se lo aprovecha como sinónimo de hogar, domicilio o vivienda (“Ahorré toda mi vida para tener un techo propio”).

Por otra parte, el techo de algo puede ser su límite más elevado (“Las autoridades fijaron un techo a la negociación salarial”). Desde la perspectiva de los meteorólogos, un “techo de nubes” se advierte frente a un cielo cubierto al hacer foco en la altitud de la base de la línea inferior de las nubes. En el campo aeronáutico, en cambio, aparece con frecuencia la idea de “techo de vuelo”, expresión que indica la mayor altitud que, en determinadas circunstancias, puede llegar a alcanzar una aeronave.

Como queda en evidencia al buscar información sobre definiciones y aplicaciones de este concepto, múltiples son los sentidos que se le puede dar a esta noción, que a la vez se subdivide en numerosas categorías según a qué elemento o cuestión haga alusión.

Sin entrar en detalles que dificulten la comprensión de este texto, podemos señalar la existencia de techos de paja, techos de chapa, techos de madera, techos de acrílico y techos de plástico, entre otros materiales que permiten darle una terminación a diferentes clases de edificaciones.

A los tanques se los puede mencionar en una conversación o texto como sinónimos de carros de combate o bien como descripción para algo o alguien que tiene dimensiones considerables, presenta un importante grosor o se muestra fuerte o voluminoso.

Asimismo, este término con múltiples interpretaciones puede referirse a un depósito instalado sobre una estructura dotadas con ruedas para poder transportarlo; a un receptáculo de grandes proporciones (que por lo general se mantiene cerrado) donde se almacenan gases o sustancias en estado líquido y al espacio de los vehículos donde se deposita el combustible (tanques de nafta).

Los carros que se utilizan en un marco bélico, en función de sus características, pueden clasificarse como tanques pesados, medios y ligeros. También es posible reconocer en este contexto a los tanques lanzallamas, a los tanques anfibios y a los tanques modernos, entre muchos otros. Si se tiene en cuenta el lugar de procedencia de cada vehículo, entonces se podrá hacer referencia a los tanques soviéticos, tanques estadounidenses, tanques franceses, tanques alemanes, etc.

Fuera de esta interpretación, según se deduce de la práctica, es posible hacer foco en los tanques de agua, en los tanques de almacenaje (los cuales, a su vez, se subdividen en tanques de almacenamiento de hidrocarburos, ferrotanques y carrotanques), a los tanques mezcladores o agitadores (dentro de los cuales se mezclan diferentes componentes) o a los tanques regadores, por mencionar parte de otras categorías que permiten apreciar el amplio alcance de esta noción que en Cuba suele asociarse a la idea de cárcel o prisión (tanques de presos) y, en México, se aprovecha como sinónimo de piscina.

Los amantes de las pastas encuentran en los tallarines una opción interesante para satisfacer su apetito. Estos fideos, según se advierte al buscar información detallada sobre ellos, son largos, en forma de tira y pueden elaborarse con diversos ingredientes, dando lugar a apariencias, sabores, grosores, texturas y platos diversos.

Muchas salsas y acompañamientos pueden ser parte de un menú que incluya tallarines (palabra que tiene su origen en el vocablo en italiano tagliarini). Los menos exigentes tal vez se conformen con tallarines con manteca y queso, pero también existe gente dispuesta a deleitarse con tallarines al fileto, tallarines con salsa blanca, tallarines caseros con estofado, tallarines con salsa rosa, tallarines a la boloñesa, tallarines con mariscos o con tallarines con salsa cuatro quesos, por mencionar algunas opciones que suelen consumirse a nivel internacional tanto en los hogares como en los restaurantes. Asimismo, hay en este rubro fideos especiales de tipo tallarín (que, al igual que todos los demás, pueden cortarse a cuchillo de forma manual o ser pasados por máquina) que son aptos para celíacos.

De analizar la composición de estos fideos, por otra parte, es posible encontrar otras variantes que le aportan diversidad a esta opción que seduce tanto a niños y jóvenes como a adultos y a ancianos. Tallarines al huevo, tallarines verdes, tallarines de morrón, tallarines anaranjados elaborados con calabaza… como resulta evidente, se trata de un alimento que puede prepararse con diferentes materias primas y sorprender con sabores poco comunes para evitar el acostumbramiento y adaptarse a las exigencias de toda clase de consumidor.

Se conoce como talco a un mineral que, según quienes conocen en detalle sus propiedades y características, resulta suave al ser tocado, tiene apariencia verdosa, es blando y no resulta fácil de fundir.

De buscar información e instruirse acerca de la composición y las utilidades que presenta este producto muy popular a nivel mundial, es posible aprender datos interesantes acerca de este elemento y descubrir múltiples variantes de presentación del talco.

Hay, por mencionar casos puntuales, talcos destinados a la higiene personal con o sin perfume, talcos con acción antimicótica y talcos elaborados de modo casero. Asimismo, hoy en día es posible encontrar en el circuito comercial talcos hipoalergénicos ideales para quienes tienen piel sensible; talcos insecticidas de uso tópico para mantener a los animales a salvo de pulgas, garrapatas, mosquitos y piojos; talcos cosméticos; talcos industriales (útiles para fabricar papel y pinturas, para añadir a los plásticos y gomas, para desarrollar ciertos trabajos de cerámica, etc) y talcos refrescantes, por citar algunos otros a modo de referencia.

Como podrán advertir al repasar los párrafos anteriores, muchas son las presentaciones y alternativas que se desarrollan a diario en materia de talco para poder satisfacer las necesidades y exigencias de toda clase de consumidor. Al respecto, no se puede dejar de recordar que, en la vida cotidiana, un tipo especial de talco se destina al cuidado de la piel de los bebés, mientras que otras clases se utilizan para mantener frescos y evitar la transpiración de los pies en personas de todas las edades.

Muchas cajas de uso general, productos utilizados en el ámbito de la cocina, frascos, botellas y huecos en los cuales se guardan o localizan cosas están protegidos, resguardados o cerrados con tapas. Esta palabra, como sabrán, también se extiende al plano editorial y a las publicaciones impresas ya que se suele hablar de tapas a la hora de hacer alusión a portadas de revistas o libros.

Asimismo, según se deduce de la teoría, es posible aprovechar la noción en Gastronomía (para identificar a una clase de corte de carne vacuna, a la masa que se emplea para hacer empanadas y a una especialidad de ciertas cocinas que se sirve como aperitivo, sobre todo en suelo español) y Geografía (por ser Tapa el nombre de una ciudad perteneciente a la República de Estonia). Por otra parte, hay quienes dicen que en Macedonia y Bulgaria posee mucha popularidad un juego similar al Backgammon que se identifica como Tapa.

Al analizar las aplicaciones y alcances de este término, quedan al descubierto numerosas categorías que permiten conocer más en detalle los usos de esta palabra. Frente a publicaciones impresas, por mencionar una alternativa puntual, es posible discriminar entre obras de tapa dura (el encuadernado tiene una portada y un lomo rígidos) y obras de tapa blanda (más rústica, liviana y fácil de maniobrar respecto a la otra opción).

Más allá de las definiciones y clasificaciones mencionadas líneas arriba, resulta interesante tener presente que tapa es, por otra parte, una conjugación del verbo tapar: “Debo cortar mi cabello, ya me tapa los ojos y los hombros”, “Por vergüenza, mi hija cada vez que la reto se tapa la cara”.