El concepto de retículo (palabra con origen en el vocablo latino reticŭlum) está presente en los campos de la Matemática, la Zoología y la Biología. De acuerdo al ámbito en el cual se lo emplee, por lo tanto, puede describir a un tejido organizado con la estructura de una red; a un grupo de al menos un par de líneas o hilos cruzados que se ubican en el foco de un dispositivo óptico (que puede ser desde una lupa o microscopio hasta un visor telescópico de un rifle) o a la segunda cavidad que se reconoce dentro del estómago (segmentado en cuatro partes) de un rumiante.
Los expertos en Matemática, por su parte, hablan de retículo frente a una estructura de carácter algebraico donde existen dos operaciones binarias o frente a un grupo ordenado de manera parcial en el cual se cumplen ciertas propiedades. En este contexto, puede hablarse de retículos particulares, retículos modulares y de retículos distributivos, por citar algunas alternativas.
Los profesionales de la Biología, en cambio, contemplan la idea de retículo endoplásmico o endoplasmático, una expresión que alude a una serie de conductos y áreas membranosas localizadas en la parte interna de las células vegetales y animales, y encargadas de sintetizar y transportar sustancias. El retículo endoplasmático rugoso (orgánulo de las células eucariotas que contiene ribosomas y también suele mencionarse bajo la denominación de retículo endoplasmático granular) y el retículo endoplasmático liso (carente de ribosomas en su membrana, compuesto por sáculos membranosos, tubos de apariencia aplanada y cisternas) son parte de este grupo.