No hace falta consultar un diccionario para saber que un robo es un delito relacionado a la sustracción de dinero u objetos. De todos modos, hoy hemos querido abordar este concepto para describir todas las modalidades que existen al respecto, ya que cualquiera de nosotros puede ser víctima de uno o más ladrones.

En ciertas ocasiones, como sabrán muchos de ustedes por haber atravesado esta desagradable experiencia, los robos se producen cuando los dueños de casa no se encuentran en la vivienda (dato que los delincuentes obtienen tras estudiar los movimientos de los integrantes del hogar). Lamentablemente, también puede ocurrir que el robo se produzca en un marco de excesiva violencia donde las víctimas no sólo pueden sufrir golpes y amenazas sino que, incluso, pueden perder la vida o resultar heridas de gravedad por recibir disparos de armas de fuego.

Con sólo recordar hechos de inseguridad que hayan tenido repercusión en algún medio de comunicación o repasar situaciones vividas por uno mismo, familiares o amigos, uno ya puede determinar la existencia de robos contra la propiedad, robos de automóviles, robos a mano armada, robos a entidades bancarias, robos a comercios, robos seguidos de muertes y robos menores (como puede ser la sustracción de una cartera o llevarse alguna mercadería sin pagar), entre otros delitos que pueden ser cometidos por personas mayores o por menores de edad.

Asimismo, la expresión “robo de identidad” se utiliza para describir lo que ocurre cuando alguien se apropia de los datos personales de otro individuo para hacerse pasar por él y así cometer múltiples daños y perjudicar desde todos los puntos de vista posibles a la víctima de esta usurpación.