El queso es un producto muy presente en la gastronomía típica de diversos países. Este alimento que se obtiene dejando madurar la leche cuajada procedente de diversos mamíferos, puede disfrutarse con distintos sabores de acuerdo a los métodos de elaboración que se hayan utilizado en cada caso.
Para conocer más sobre este comestible cuyo nombre deriva del vocablo latino casĕus y ayudarlos a ampliar sus conocimientos al respecto, en esta oportunidad mencionaremos múltiples variedades de queso.
De tratar de reconocerlos por su lugar de nacimiento, por ejemplo, será importante considerar cada denominación de origen para poder distinguir, por citar una posibilidad, al queso manchego frente al queso parmesano.
Asimismo, resulta interesante tener en cuenta que el sabor cambia de acuerdo a qué leche se ha empleado. Sobre este punto, es importante destacar que los quesos pueden elaborarse a base de leche de vaca, de oveja o de cabra, entre otros animales.
Para sumar diversidad a este producto lácteo, no se puede dejar de mencionar tampoco la existencia de quesos frescos, quesos curados, quesos cremosos y de quesos azules, cada uno de los cuales es resultado de un proceso particular donde se tienen en cuenta no sólo las materias primas sino los factores que pueden influir para lograr la consistencia y el sabor esperados (técnicas de conservación, medidas de almacenamiento, etc.).
De analizar los ingredientes de ciertos platos tradicionales muy consumidos en la actualidad (como la pizza, determinados sandwiches, la milanesa napolitana, las quesadillas, las pastas rellenas, ciertas tortas, etc.) se podrá determinar que el queso mascarpone, el queso camembert, el gouda, el emmental, el queso brie, el queso crema, la mozzarella, el roquefort y el queso cheddar son algunas de las variedades más populares a nivel mundial.