Un piso es el suelo que se coloca en caminos, construcciones edilicias y calles para facilitar traslados y ayudar a que los desplazamientos de personas, animales y medios de transporte sean seguros y cómodos. También, dice la Real Academia Española (RAE), es un concepto que se usa para hacer alusión a cada parte que constituye el todo de un objeto o elemento (como sucede al hablar de una “torta de dos pisos” o bien de un “ómnibus de dos pisos”) y para mencionar un departamento de grandes dimensiones que ocupa toda una planta dentro de un edificio (“Mi sueño es comprar un piso sobre Avenida Del Libertador”).
Si pensamos en las clases de piso que uno puede encontrar en un hogar, entonces se podrá comenzar a hablar de pisos flotantes, pisos de madera o pisos de cerámica. De buscar opciones más específicas para espacios determinados, en cambio, adquirirán relevancia los pisos antideslizantes, los pisos ignífugos y los pisos luminosos.
Asimismo, quienes analizan el clima y estudian los factores que pueden influir sobre él acostumbran citar la idea de piso térmico (también conocido como piso climático), al cual dividen según sus particularidades en los niveles de piso macrotérmico, piso mesotérmico, piso microtérmico, piso páramo y piso gélido.
Cabe resaltar por último que hay en el mundo múltiples expresiones originadas a partir de este término, tal como sucede por ejemplo en territorio español con la idea de “piso franco”, la cual suele emplearse para hacer mención a una casa clandestina donde se llevan a cabo actividades ilegales.