El aparato que suele formar parte del equipamiento de un laboratorio y que le permite a los científicos observar objetos de dimensiones diminutas se denomina microscopio.
Este instrumento que funciona como una lupa de gran potencia y precisión posee diversas características de acuerdo a sus componentes, funcionamiento y finalidades de uso. Por esa razón, en Tipos.com.mx investigamos al respecto para poder ofrecerles información concreta acerca de los múltiples tipos de microscopios que han surgido a lo largo de la historia y que, hasta el día de hoy, permiten examinar células, bacterias y toda clase de partícula minúscula.
Existen, por ejemplo, los microscopios electrónicos. Estos equipos, según quienes los conocen de cerca, funcionan a fuerza de radiación electrónica (no utilizan luz) y ofrecen aumentos superiores a los que se logran con los dispositivos convencionales. Dentro de este grupo se enmarcan las versiones electrónicas de transmisión y la de barrido.
Asimismo, hay opciones solares (que aprovechan la luz del sol y la concentran en, por lo menos, un lente), microscopios ópticos (también llamados de campo claro) y otros conocidos como petrográficos que se emplean específicamente para identificar y evaluar la cantidad y tipo de minerales presentes en las rocas recolectadas para su examinación.
Como la oferta en materia de microscopios es amplia, a los mencionados hay que agregarles otras alternativas de gran utilidad, como los microscopios simples y compuestos; los microscopios de luz polarizada; los de luz ultravioleta; los confocales; los microscopios de efecto túnel; los microscopios de fuerza atómica; los microscopios virtuales; los microscopios de antimateria; los de tipo nuclear; los reflectores y los telegramáticos.