Función es una palabra derivada del latín functĭo que posee múltiples significados. La enumeración oficial publicada por la Real Academia Española da cuenta que el término se aplica tanto a la capacidad de actuar propia de máquinas, instrumentos y de los seres vivos y cada uno de sus órganos, como a la tarea específica de empleados, empresas e instituciones y a la representación de una obra teatral o la proyección de una película.
De este modo, se abren numerosas posibilidades para comprender y aplicar este concepto que, por ejemplo, está contemplado en el lenguaje matemático, en el de programación y en el de la arquitectura.
Las funciones matemáticas abarcan un grupo extenso donde hay espacio para la función sobreyectiva; inyectiva; biyectiva; inversa; acotada; par e impar; monótona; trigonométrica (aquella relacionada al análisis de los triángulos), periódica y la cóncava o la convexa, entre muchas otras, así como se habla de función pública para hacer mención al rol que el Estado asume y debe cumplir ya sea de manera directa o indirecta a través de la administración pública.
Con el paso del tiempo, también se adoptó la noción de función para describir a un principio de diseño funcionalista que sostiene que la forma de cualquier construcción debería basarse y ser eficaz para la finalidad de la obra.
La función técnica, la función social, las funciones del lenguaje (segmentadas en funciones expresivas, apelativas, poéticas y metalingüísticas, entre otras) y la función orgánica son otras expresiones que le otorgan un valor más específico y amplio a la palabra función.