Función es una palabra derivada del latín functĭo que posee múltiples significados. La enumeración oficial publicada por la Real Academia Española da cuenta que el término se aplica tanto a la capacidad de actuar propia de máquinas, instrumentos y de los seres vivos y cada uno de sus órganos, como a la tarea específica de empleados, empresas e instituciones y a la representación de una obra teatral o la proyección de una película.

De este modo, se abren numerosas posibilidades para comprender y aplicar este concepto que, por ejemplo, está contemplado en el lenguaje matemático, en el de programación y en el de la arquitectura.

Las funciones matemáticas abarcan un grupo extenso donde hay espacio para la función sobreyectiva; inyectiva; biyectiva; inversa; acotada; par e impar; monótona; trigonométrica (aquella relacionada al análisis de los triángulos), periódica y la cóncava o la convexa, entre muchas otras, así como se habla de función pública para hacer mención al rol que el Estado asume y debe cumplir ya sea de manera directa o indirecta a través de la administración pública.

Con el paso del tiempo, también se adoptó la noción de función para describir a un principio de diseño funcionalista que sostiene que la forma de cualquier construcción debería basarse y ser eficaz para la finalidad de la obra.

La función técnica, la función social, las funciones del lenguaje (segmentadas en funciones expresivas, apelativas, poéticas y metalingüísticas, entre otras) y la función orgánica son otras expresiones que le otorgan un valor más específico y amplio a la palabra función.

La droga, precisa la Real Academia Española, es aquella sustancia mineral, vegetal o animal que se utiliza en la medicina a fin de aliviar síntomas y/o combatir enfermedades, aunque con el paso del tiempo también se asoció el término a una noción menos beneficiosa: la que habla de un preparado de efecto estimulante, narcótico o alucinógeno.

Ante la amplitud de su significado, es posible dividir al vocablo en grandes grupos y profundizar las clases existentes por medio de subcategorías. De este modo, por ejemplo, es posible marcar una diferencia inicial que separe a las drogas legales (aquellas avaladas por la medicina y recetadas por un profesional) de las ilegales (las cuales se encuentran en el mercado negro y se comercializan de modo ilícito).

Otra categorización, en cambio, las define como drogas duras (conjunto formado por sustancias de fuerte poder adictivo como la cocaína y la heroína) y drogas blandas (grupo de bajo o escaso grado de adicción que contempla a los derivados del cannabis). Las drogas comunes, por su parte, son aquellas de uso común que son toleradas a nivel social, tales como el alcohol y el tabaco.

También existe una medicación psicoactiva que se conoce con el nombre de droga de la verdad ya que se utiliza para obtener información por parte de un individuo negado o imposibilitado a brindar datos. Distinto es el caso de las drogas inteligentes (smart drugs), las cuales no son adictivas ni provocan efectos adversos y contribuyen, según los expertos, a mejorar la salud y el rendimiento intelectual.

El concepto de fuerza abarca diversos ámbitos ya que posee un significado amplio y, por lo tanto, hace referencia a situaciones y propiedades distintas. De este modo, mientras alguien lo puede entender como sinónimo de vigor o capacidad para mover algo con peso o resistir un empuje, otro lo puede interpretar como el esfuerzo de una persona para superar obstáculos y dificultades.

De igual manera, puede resaltarse que, así como para la Física la fuerza posee determinados sentidos, para el ámbito de las Ciencias Sociales, Políticas y del Derecho también tiene otros.

Existen, por lo tanto, expresiones técnicas y especializadas derivadas del vocablo como lo son la fuerza central, la centrípeta, la de empuje horizontal, la conservativa, la gravitatoria, la fuerza electromagnética, la fuerza nuclear, la elástica, la electrostática y la fuerza de rozamiento, por citar sólo algunas de las categorías que enriquecen al concepto.

Sin llegar a profundizar en el mencionado término también es posible reconocer nociones como las de fuerza centrífuga (fuerza ficticia que se hace presente al describir el movimiento de un cuerpo en un sistema de referencia en rotación), fuerza G (medida intuitiva de aceleración), fuerza muscular (aquella que se genera a partir de la contracción de los músculos del cuerpo), fuerzas armadas (las pertenecientes al Estado y segmentadas en fuerza aérea, naval y terrestre), fuerza de seguridad, fuerza pública (grupo con autoridad para garantizar el orden en la vía pública) y fuerza de voluntad (energía y capacidad de alguien para superar todo tipo de inconvenientes).

El vocablo en latín ambĭens ha dado origen al concepto de ambiente, un término que puede aplicarse al aire o atmósfera (definición que ha impulsado la idea de medio ambiente para hacer referencia al entorno que agrupa a los seres vivos y marca el perfil de una sociedad o comunidad) o ser utilizado para mencionar una condición o circunstancia física, social y/o económica de un determinado lugar, episodio, colectividad o época.

Según el contexto o el uso que se le dé a la palabra, la noción puede ser de distintos tipos. Una clase de ambiente, por ejemplo, es el vinculado a los hogares ya que las casas y departamentos se suelen segmentar por número y tipos de ambientes.

El ambiente natural, por otra parte, es aquel lugar que no ha sido modificado por el hombre y que, por lo tanto, conserva toda la pureza y conservación de la naturaleza, mientras que se habla de ambiente de trabajo cuando se busca describir las condiciones y realidades que surgen en la esfera laboral.

Otro grupo que enriquece al concepto es el de ambiente rural, un segmento que abarca a los territorios casi despoblados con paisajes campestres que se diferencia del ambiente urbano por carecer del nivel de desarrollo y beneficios de las ciudades.

El ambiente acuático, el ambiente terrestre, el ambiente aéreo, el ambiente antártico, el ambiente minimalista, el rústico y el costero son otros subtipos que enriquecen al lenguaje y aportan especificaciones que permiten identificar con precisión a alguna rama contemplada en el concepto más amplio de la palabra ambiente.

En el ámbito informático suele utilizarse con frecuencia el concepto de base de datos, una herramienta que está entendida como el conjunto organizado de referencias que le permite al usuario acceder a la información de forma rápida y sencilla.

Las bases de datos se aplican de diversas maneras, poseen múltiples propósitos y reúnen características diferentes entre sí, razón por la cual se han desarrollado numerosas categorías para intentar describir a cada una de ellas con precisión.

Existen, por ejemplo, las bases de datos estáticas (de sólo lectura, para almacenar datos que impulsen conclusiones, estudios y análisis) y las dinámicas (preparadas para recibir modificaciones a lo largo del tiempo), así como también las bases de datos bibliográficas (identificables por sus registros concretos y escuetos, y aplicables a documentos como fichas de libros o colecciones de resultados médicos ingresados en un consultorio o laboratorio) y las denominadas bases de texto completo (aquellas que almacenan las fuentes primarias, tal como puede suceder cuando se ingresan los contenidos completos de toda una saga literaria).

Otra clasificación válida es la que reconoce la existencia de las bases de datos de información química o biológica (las cuales reúnen múltiples referencias sobre cuestiones químicas, médicas o biológicas y pueden segmentarse en varios subtipos en función de sus propiedades), mientras que al analizar el concepto con mayor profundidad pueden aparecer definiciones como las de bases de datos jerárquicas; bases de datos de red; bases de datos transaccionales; relacionales; multidimensionales; orientadas a objetos; bases de datos documentales; deductivas; probabilística; bases de datos de la gestión de configuración y temporal, entre muchas otras.

El planeta Tierra, considera la biología, está repleto de zonas que dan lugar a grandes comunidades ecológicas donde predomina un determinado tipo de vegetación y existe una organización en común.

Esos espacios que se extienden sobre amplias superficies y se caracterizan por agrupar a los distintos ecosistemas se denominan bioma, un término que se puede aplicar al suelo (bioma terrestre), al ámbito acuático (bioma de agua dulce) y a la región submarina (bioma marino). Cuando se trata de la vida microbiota, por otra parte, el concepto se transforma para convertirse en un vocablo más concreto y descriptivo como lo es el de microbioma.

En otras palabras, puede decirse que un bioma es el conjunto de organismos de todas las especies que habitan un área específica definida a nivel geográfico y climático y comprende las nociones de comunidad y la interacción entre suelo, vegetales y animales.

La selva tropical, la tundra, el bosque mediterráneo, la taiga, la sabana, la estepa y el desierto son algunos de los principales biomas que se pueden identificar a nivel mundial. También es importante saber que a nivel acuático existen subgrupos como los biomas marinos de tipo oceánico (o pelágico) y el del litoral (o nerítico) y biomas dulceacuícolas de aguas estancadas y los de aguas corrientes.

Por otra parte, resulta interesante estudiar las condiciones de la Antártida, un rincón fascinante pero prácticamente despoblado donde conviven el bioma terrestre (compuesto por líquenes, musgos, insectos y ácaros) y el bioma marino (de tipo piramidal, formado por numerosos individuos pero pocas especies).

Se denomina entrevista a la reunión y diálogo entre dos o más personas que se desarrolla en un lugar determinado con el fin de abordar y/o resolver diversos asuntos.

De acuerdo a las particularidades de esta cita se puede hablar, entre otras, de entrevista periodística, una herramienta que permite investigar, conocer puntos de vista y difundir una cierta información ya que los entrevistados responden en base a las preguntas formuladas por el periodista.

En este segmento se distinguen las entrevistas informativas de actualidad, las de divulgación (enfocadas a los avances científicos y/o tecnológicos), las testimoniales, las de opinión, las de perfiles o semblanzas, las de formato televisivo (también llamadas televisadas) y las de cuestionario fijo, por citar sólo algunas de las modalidades que enriquecen a esta clase de entrevistas.

Fuera del ámbito periodístico, es posible identificar la entrevista clínica, un recurso fundamental en la medicina que gira en torno al vínculo que nace, se desarrolla y se mantiene entre los médicos y sus pacientes. En este caso, el profesional interroga a quien acudió a verlo para descubrir el motivo de la consulta y, de este modo, establecer un diagnóstico y un posterior tratamiento.

Estas entrevistas, pues, requieren de una gran habilidad por parte del especialista para lograr reunir la mayor cantidad y calidad de información ya que no siempre el paciente se expresa con claridad o manifiesta síntomas concretos.

Al analizar el concepto de entrevista tampoco se debe olvidar la denominada entrevista de trabajo, una cita entre dos personas enmarcada en el universo laboral que resulta fundamental en los procesos de selección de empleados que llevan a cabo las empresas en busca de personal. Para el candidato, se trata del momento ideal para convencer a quien lo ha convocado, valiéndose de su presencia y su capacidad para promocionar su talento y conocimientos, de que él es la persona más idónea para el cargo vacante.

El vocabulario relacionado a la geometría reserva el término ángulo a la figura formada por dos líneas que nacen en un mismo punto y a la que se forma en el espacio por dos superficies que parten de una misma línea.

Sin embargo, en la práctica este vocablo se aplica también en la Física (para hacer referencia al ángulo de rozamiento y al ángulo de reposo), en el plano aerodinámico (del cual forman parte los ángulos de navegación y los denominados de ataque), en la Astronomía (ángulo horario, ángulo sidéreo y ángulo de fase), en la Náutica (donde se utiliza la expresión ángulo de inundación), en la Biología (campo donde se habla de ángulo Goodwin), en la Fotografía (ángulo de visión) y en la Geografía (como consecuencia de Ángulos, una localidad argentina situada en el norte de la provincia de La Rioja).

Entendidos y analizados desde la geometría, los ángulos pueden presentar diferentes características y medidas y dar lugar a conceptos como los de ángulo recto (amplitud de 90 grados), ángulo agudo (menor a 90 grados), obtuso (mayor a 90 grados), congruentes (aquellos que poseen la misma medida), ángulo interior y exterior, adyacentes (los que comparten un vértice y un lado), los opuestos por el vértice (reconocibles por tener semirrectas opuestas a los lados del otro), ángulos complementarios (aquellos que al ser sumados dan como resultado un ángulo de 90 grados y forman siempre un triángulo rectángulo), suplementarios (aquellos que suman 180 grados) y conjugados (aquellos que suman 360 grados), entre muchos otros.

Las estrellas son cuerpos celestes que brillan por la noche pero este término, según refleja la Real Academia Española con sus definiciones, también se ha elegido a nivel internacional para denominar a aquellos renombrados artistas que sobresalen de manera extraordinaria en su actividad, así como para bautizar al símbolo del judaísmo (la estrella de David) y mencionar al animal marino del filo de los equinodermos que posee una apariencia similar al de una estrella.

Los múltiples ámbitos de aplicación de este vocablo permiten advertir que son muchas las variedades de estrellas que un ser humano puede distinguir, pero para dar una idea más precisa de la clasificación de este concepto a continuación haremos referencia a algunos tipos de estrellas.

Existen, por ejemplo, las estrellas de carbono (de tipo tardío, similares a las gigantes rojas), las enanas amarillas (como el caso del Sol), las exóticas (estrella compacta en la cual el colapso gravitacional se compensa con la presión de degeneración) y las estrellas simbióticas (estrella binaria compuesta por una gigante roja y una enana blanca que se encuentran rodeadas por una nebulosidad). La estrella binaria, la fulgurante, la de mercurio-manganeso y la estrella de Wolf-Rayet son, en este marco, otras piezas del grupo.

Fuera del plano astronómico, se puede hablar de estrellas como figuras geométricas; de aquellas denominadas estrellas náuticas que analizan los marinos para guiarse y orientarse en altamar; del símbolo rojo utilizado por los movimientos comunistas; del Estrella Deportiva de Sahel (un club de fútbol de Túnez) y de las Estrellas Orientales, un equipo de la Liga Dominicana de Béisbol Invernal.

Un adjetivo es una palabra capaz de expresar cualidades y determinar o calificar a un sustantivo en medio de una oración. Del análisis gramatical de este tipo de términos surgen muchas categorías que permiten establecer e identificar funciones específicas de cada grupo de adjetivos.

Los adjetivos adjuntos, por ejemplo, van unidos al nombre y generan expresiones como “linda casa” o “casa linda”, mientras que los atributivos requieren un verbo copulativo para vincularse al sustantivo (“el reloj estaba roto”, “la silla era incómoda”).

El adjetivo explicativo, por su parte, resalta una condición del sustantivo y es un recurso que abunda en el lenguaje literario (“es tan irresistible como la dulce miel”, “la fría nieve invitaba a permanecer en el refugio”), así como el adjetivo especificativo tiene como fin distinguir a un objeto o individuo del resto (“la pelota roja quedó en la arena”, “tus zapatillas plateadas son vistosas”).

A la hora de hablar o escribir, también es posible hacer uso de los adjetivos calificativos (“esa bella tarde Julia se marchó para siempre”, “el inquieto gato no dejaba de saltar”), los comparativos (“Belén es tan linda como su hermana mayor”, “Sebastián es más alto que yo”), los gentilicios (“la literatura francesa es interesante”, “esa dama peruana conquistó a los españoles”), los cardinales (“compré dos naranjas”, “le regalé una campera”), los ordinales (“Jamás olvidó su primer beso”, “ya es el tercer campeonato que pierden”), posesivos (“mi perro es obediente”, “tus útiles quedaron en la escuela”), interrogativos (“¿qué vestido me pongo?”, “¿cuántas gaseosas harán falta para la fiesta?”), entre muchos otros.