Tipos de manos


Hermosos momentos revivimos en la mente cuando recordamos las manos arrugaditas de nuestra abuela haciéndonos una caricia o cocinando algo rico para deleitarnos desde temprana edad. Uno tampoco borra de su memoria la seguridad que nos daban las manos de nuestra madre cuando nos tomaba entre sus brazos o nos ayudaba a caminar en nuestra niñez… Lamentablemente, también es inolvidable la mano dura, esa que nace en hombres y mujeres en el marco de actitudes violentas que hacen que los dedos golpeen con tanta fuerza un cuerpo que no sólo dejan heridas en la piel sino que además dejan huellas imborrables en el alma.

manosY si usamos el sentido común e investigamos un poco sobre el tema, no tardaremos en reconocer la existencia de una gran diversidad en materia de manos, las cuales modifican su estado y apariencia con el paso del tiempo. Las manos de un bebé recién nacido van creciendo con los meses, hasta transformarse en manos de niño. Después serán manos de adolescente, más tarde de adulto y, hacia el final de la vida, serán manos de anciano. Y cuando por alguna razón una persona carece de manos como consecuencia de un accidente, una enfermedad o una malformación, entran en juego la medicina y la tecnología para dar lugar a las manos ortopédicas.

El estado de esta parte del cuerpo también varía por las actividades que realizamos: podemos entonces tener las manos limpias, las manos sucias, las manos cansadas o hasta tener las manos lastimadas. Y si hacemos foco en su temperatura, diferenciaremos entre manos frías, manos tibias y manos calientes.

La posición corporal, en tanto, será determinante para establecer si alguien tiene las manos extendidas, las manos entrelazadas, las manos separadas o las manos cerradas.