Cuando uno consulta el diccionario de la Real Academia Española (RAE) advierte que el concepto de promoción tiene varias acepciones, dando origen a un gran número de aplicaciones.
Una de las alternativas a tener en cuenta es la denominada promoción de ventas, una estrategia que, a través de incentivos a usuarios, consumidores, equipos de ventas e integrantes del canal de distribución (a quienes les ofrecen obsequios, descuentos, premios, invitaciones a eventos, etc), pretende incrementar la comercialización de un servicio o producto.
La idea de “promoción de enfermedades”, por otra parte, está relacionada con las campañas impulsadas desde las empresas farmacéuticas para alertar y sensibilizar a la población sobre la importancia de protegerse frente a una cierta enfermedad a menudo inofensiva con el propósito de aumentar las ventas de medicamentos.
La promoción artística orientada a proteger y dar a conocer proyectos y acciones relacionados al arte, en tanto, puede partir de una iniciativa pública (por decisión del Estado), desde el área privada (por intereses corporativos) o por motivación individual desde un particular que financia una obra, colecciona piezas de arte, dona recursos o dinero para colaborar con una actividad artística, etc.
Quienes juegan al ajedrez, por señalar otro caso, describen como promoción al hecho de lograr que un peón llegue hasta el extremo opuesto del tablero. Y a nivel deportivo, en muchas disciplinas grupales existe la promoción de ascenso y descenso para determinar, al concluir una temporada, en qué categoría jugará el equipo en el periodo siguiente en función de los resultados obtenidos y los puntos conquistados.